Hablar del concepto de salud sin incluir en ello a la salud mental es sin duda una definición anacrónica de sanidad, ya que no se puede hablar de bienestar general si no se tiene en cuenta el estado anímico de las personas. De hecho cada vez se habla más de este concepto. Es por ello que, para cuidar tu salud mental es fundamental realizar cualquier ejercicio físico que te ayude a conseguir bienestar pero fundamentalmente pueda brindarte paz y tranquilidad. En tiempos donde la productividad está sobrevalorada, y no hay tiempo para dedicarle a nuestras emociones y sentimientos, priorizar nuestros deseos y necesidades es toda una revolución. Debemos detenernos y frenar la rutina, y a la vez, encontrar cuál es el tiempo exacto para dedicar a tu salud mental.
Al respecto, la neurocientífica Nazareth Castellanos en su libro Neurociencia del cuerpo determina que el tiempo que dedicamos a realizar alguna actividad física será el que cuidamos nuestra salud mental. Y añade que es fundamental modificar la postura para cambiar la percepción en la que se toman ciertas cosas de la vida cotidiana. «La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente e integrarse en su entorno. La salud mental tiene un valor intrínseco y fundamental, y forma parte de nuestro bienestar general», define la Organización Mundial de la Salud, que también comenta que “hay una serie de factores individuales, familiares, ambientales y estructurales que, en conjunto, protegen o socavan la salud mental”, por lo que es fundamental trabajar sobre ellos para lograr un bienestar integral.
¿Cuál es el tiempo exacto para dedicar a tu salud mental?
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Según el mencionado libro, el tiempo exacto para dedicar a la salud mental es aquel en el que realizamos actividades que nos conectan con un bienestar general y nos quitan el estrés o la ansiedad con la que vivimos.
Esto por lo general ocurre en el momento en el que realizamos alguna actividad física, ya sea ir al gimnasio, correr, bailar o una clase de zumba. En ese sentido, la investigación llevada a cabo por Castellanos sostiene que el ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas que mejoran notablemente el estado de bienestar sobre el que hace hincapié la autora, y que varias investigaciones neurocientíficas han podido comprobar sobre la importancia del ejercicio para el tratamiento de alteraciones mentales.
En ese sentido, la realización de una actividad física favorece la neurogénesis, que es la formación de nuevas neuronas, principalmente en el hipocampo, una región del cerebro asociada con la memoria y el aprendizaje. Además, la neurogénesis mejora la función cognitiva y protege contra enfermedades neurodegenerativas; entre otros beneficios que tiene para el cerebro el ejercicio físico.
Ansiedad: El tiempo exacto de ejercicio para dedicar a tu salud mental
En relación a los niveles de ansiedad que suelen tener las personas hoy en día, sin duda, la realización de ejercicio físico ayuda a reducir significativamente las tensiones, ayuda a liberar endorfinas, que son neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo y a su vez, coopera en la conciliación del sueño, entre otros beneficios.
Castellanos sostiene que hacer ejercicio reduce entre un 15% y un 20% la ansiedad, siendo las personas sedentarias las más propensas a desarrollar niveles altos de depresión. Es por ello que, últimamente, en los centros de salud mental se ha incluido la realización de una actividad física como tratamiento secundario a las patologías mentales que surgen entre los pacientes.
Salud mental y postura
Otro de los aspectos desarrollados por la neurocientífica es cómo modificar la postura impacta de lleno en el estado de ánimo. Cuando una persona se siente mal, tiende a encorvarse y perder la postura fácilmente, sea como una forma de pasar desapercibido, o también una manera de demostrar desánimo.
Sin embargo, es fundamental mantener la espalda recta y erguida para potenciar las emociones positivas y mejorar nuestro estado de ánimo generalizado con tan sólo tomar consciencia de cómo estamos posicionados.
Además, una buena postura es sinónimo de estar registrando lo que le puede suceder a las personas, afrontar los problemas con otra actitud, y lograr las mejores soluciones que estén a nuestro alcance para usa entonces las herramientas que tenemos.
Finalmente, es importante destacar que, si bien hay un tiempo determinado para hacer ejercicios físicos que favorezcan nuestra salud, también es importante algunos puntos para realizar esta acción: ir a un gimnasio, hacer clases, puede ayudarnos a socializar, a construir otro tipo de relaciones diferentes a las laborales, y hasta puede reforzar nuestros lazos sociales sin necesidad de un gran esfuerzo.
Hacer ejercicio al aire libre, por su parte, también puede ayudarnos a encontrar esas respuestas que encerrados en un mismo espacio no encontramos porque aumenta nuestra creatividad y nos invita a conocer nuevas formas y reacciones. Pensar una salud integral puede ser la llave a una nueva forma de felicidad.
Riesgos de la salud mental
La propia OMS se detiene en este concepto y determina que los riesgos para la salud mental y los factores de protección se encuentran en la sociedad en distintas escalas. Las amenazas locales aumentan el riesgo para las personas, las familias y las comunidades.
Y hay amenazas mundiales que pueden aumentar el riesgo para poblaciones enteras; entre ellas se cuentan las recesiones económicas, los brotes de enfermedades, las emergencias humanitarias y los desplazamientos forzados, y la creciente crisis climática.
Cada factor de riesgo o de protección tiene una capacidad predictiva limitada. La mayoría de las personas no desarrollan afecciones de salud mental aunque estén expuestas a un factor de riesgo, mientras que muchas personas no expuestas a factores de riesgo conocidos desarrollan una afección de salud mental. En todo caso, los determinantes de la salud mental, que están relacionados entre sí, contribuyen a mejorar o socavar la salud mental.
Para ello se determina la prevención en muchos lugares, se toma conciencia de ello, hay un día para la salud mental y un día para cada una de las enfermedades derivadas de la salud mental y se fomenta que las personas se inscriban en grupos de trabajo para encontrarse entonces mejor.