Contenido
- 0.1 Los pasatiempos están bien, pero los neurocientíficos conocen una actividad mejor para mantener el cerebro en forma
- 0.2 El test de inteligencia más corto del mundo: solo 3 preguntas y solo el 17% lo resuelve correctamente
- 0.3 Ni ajedrez ni sudokus: el ejercicio cognitivo más sencillo para que los mayores de 65 años mantengan la mente ágil
- 1 Esta es la rutina de 15 minutos que recomienda Sanitas para frenar el declive cognitivo
- 2 Cómo el ejercicio mental diario ayuda a frenar el declive cognitivo
Según pasan los años, nos preocupamos más por mantener el cuerpo en buen estado: andar a diario, comer bien, hacer revisiones… Cuidarse físicamente es importante, pero hay algo que muchas veces dejamos en segundo plano: la mente. La capacidad de recordar, de seguir una conversación, de razonar con agilidad… todo eso también se desgasta si no se entrena. Y mantenerlo en forma debería ser una prioridad.
Si bien es verdad que el deterioro cognitivo forma parte del envejecimiento, hay rutinas que ayudan a frenarlo. Sanitas, con su experiencia en el cuidado de personas mayores, propone una alternativa sencilla y eficaz: dedicar 15 minutos al día a ejercitar el cerebro. Es una rutina que se puede aplicar en casa y que, bien planteada, marca la diferencia.
Esta es la rutina de 15 minutos que recomienda Sanitas para frenar el declive cognitivo
Con una pequeña rutina diaria de 15 minutos bien estructurada, es posible mantener el cerebro en forma y frenar el deterioro cognitivo. Sanitas lo plantea de forma clara: actividades breves, variadas y adaptadas al ritmo de cada persona.
Por ejemplo: escribir una carta, recordar lo que se comió ayer, seguir una receta sin consultarla dos veces o incluso aprender una receta nueva. Todo eso activa distintas funciones cerebrales. También sirven ejercicios con apps de memoria, escuchar música e intentar repetir la letra, o incluso jugar al ajedrez con alguien. Lo importante no es hacerlo perfecto, sino mantener el hábito.
Para quienes están empezando, basta con una rutina muy básica: leer en voz alta durante diez minutos, recordar qué se hizo la tarde anterior o resolver un crucigrama fácil. Lo importante es activar el cerebro sin forzar.
En sesiones grupales, los resultados mejoran. Juegos como bingo de palabras, categorías, dinámicas de memoria colectiva o pequeñas competiciones mentales fomentan el compromiso y la constancia. Además, la parte social tiene un efecto positivo directo sobre el ánimo.
También se puede trabajar cuerpo y mente a la vez. Caminar contando hacia atrás, estirarse diciendo colores o seguir una pequeña coreografía mientras se recuerdan secuencias. Así se estimulan varias áreas cerebrales al mismo tiempo.
Cómo el ejercicio mental diario ayuda a frenar el declive cognitivo
Estas actividades estimulan la neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones. Cuanto más se activa el cerebro, más herramientas tiene para compensar el desgaste natural del envejecimiento. Esta reserva cognitiva permite mantener la autonomía durante más tiempo, incluso si ya hay signos leves de deterioro.
Además, mejora la memoria inmediata, la atención sostenida y la capacidad de concentración. Y no es sólo una cuestión práctica, mantener la mente activa también mejora el estado de ánimo, aporta estructura al día y reduce el riesgo de aislamiento social, que es uno de los grandes enemigos del bienestar en la vejez.
Puede parecer una propuesta sencilla, casi básica, pero la constancia en este tipo de ejercicios marca la diferencia. No se trata de hacer algo espectacular, sino de mantener la mente en marcha día tras día. Y cuando se convierte en hábito, se nota, hay más claridad, más autonomía y una mejor calidad de vida, incluso en edades avanzadas.