El bullying o acoso escolar es una realidad en todo el mundo. Según el Estudio Oficial de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras en 2022 y 2023, los casos en todo el planeta continúan en aumento, donde 7 de cada 10 niños sufren todos los días algún de tipo de acoso y ciberacoso.
Y no solamente ello, hay consecuencias de esta lacra. Los miembros de esta ONG establecen que son causantes directos de más de 200,000 muertes, ya sea por homicidio o por inducción al suicidio cada año.
El bullying en España
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Este estudio da datos bastante preocupantes del acoso escolar en España. Es un país que por su índice de población y por la enorme cantidad de estudiantes de nivel primario y secundario que tiene, presenta una cantidad de casos graves de bullying y ciberbullying que resulta importante: 69.554 para ser exactos.
Según estos datos, tras México y Estados Unidos, España es el país con más casos de bullying o acoso escolar en todo el mundo.
Qué es el bullying
Hablamos de un fenómeno en el que cobra peso el acoso acoso y/o intimidación del abusador sobre la víctima, dentro del ámbito escolar, pero también lo puede tener fuera de este, en el exterior, en casa o en otros entornos.
Clinica de Psicología Delphos define a este concepto cuando se da una forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre iguales de forma reiterada a lo largo del tiempo.
En general, los casos de bullying muestran un abuso de poder, donde el acosador logra la intimidación de la víctima a través de amenazas, agresiones, insultos o vejaciones bajo un maltrato intimidatorio. Es habitual que el acosador moleste de forma reiterada a su víctima bajo el silencio o complicidad del resto de los compañeros.
Diversos tipos de bullying
Bullying verbal
Cuando el acosador veja o insulta de manera reiterada al acosado. En este caso, no hablamos de una violencia física pero sí verbal. Suele haber amenazas, intimidación, y frases que tienen que ver con el físico o la forma de ser de la persona víctima. Sea por su apariencia, condición sexual o raza, entre otros.
Es un tipo de acoso escolar complicado de detectar porque no hay visibilidad física y la víctima puede disimular que no pasa nada, aunque con el tiempo estará triste y apático.
Acoso físico
Es mucho más fácil de detectar que el anterior porque hablamos entonces de una agresión directa, a base de violencia, patadas, empujones, golpes, entre uno o varios agresores contra una sola víctima. En ocasiones se produce también el robo o el daño intencionado de las pertenencias de las víctimas.
Este bullying es fácilmente identificable porque hay heridas, morados y otros problemas físicos que han sido consecuencia de una agresión física. Aunque muchas veces la victima puede negarlo y establece excusas como caídas y daños que han salido porqué sí, es una clara señal de que algo está pasando.
Social
Los psicólogos de Delphos nombran más tipos de bullying, como el social o relacional. El acoso escolar de tipo social consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima impidiéndole participar en actividades o ignorando su presencia.
Es algo también bastante común y que hacen que las personas dejen solas o excluyan a otras personas por el simple hecho de que nos les caiga bien o pueden ser diferente.
La exclusión social es vista por otros niños y adolescentes, por el centro escolar y por profesores. Así que es bastante fácil de detectar.
Cyberbullying
Ha surgido a través de internet y el auge de las redes sociales por las que se comunican muchos adolescentes.
Ciberacoso es acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles, según establece Unicef. “Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas”.
Esto engloba diversos ejemplos como publicar fotografías o videos vergonzosos de alguien sin consentimiento del otro, enviar mensajes, imágenes o videos hirientes, abusivos o amenazantes, hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos y todo ello a través de internet y en las redes sociales.
Acoso psicológico
Se parece bastante al verbal pero tiene algunos matices. La diferencia es que el acosador instiga mediante el maltrato psicológico. Puede haber desde acoso verbal, o bien a través de amenazas y toda clase de burla. Además de tocar el punto débil de cada persona para que realmente se sienta mal.
Quienes lo sufren también evitan hablar de ello y por esto puede ser complicado de detectar. Pero con el paso del tiempo sale a la luz, porque la víctima no quiere ir al colegio, se siente triste, y también con ansiedad y depresión. En determinados casos todo ello puede desencadenar en suicidio.
Acoso sexual
Estamos pasando determinadas barreras y también es un delito de igual forma que otras acciones relacionadas.
El acosador puede aprovecharse de la víctima a través de un abuso sexual, intimidación y hasta violencia física y psíquica. También puede haber acoso y hasta violación con o sin violencia.