Contenido
- 0.1 Tu salud está en riesgo: esto que haces con el móvil por la noche es peligroso y piden que pares
- 0.2 El orden sí influye: así afecta a la personalidad de los niños el ‘síndrome de la hija mayor’
- 0.3 Confirmado por los psicólogos: si tienes alta inteligencia emocional, harás siempre estas 6 cosas en el trabajo
- 1 Razones por las que los adultos duermen con peluches
La idea de que los adultos duerman con peluches puede generar una percepción de inmadurez o de apego infantil, pero desde la psicología, este comportamiento tiene explicaciones mucho más profundas y complejas. Según indican los expertos en salud mental, la necesidad de recurrir a peluches no es exclusiva de la infancia, sino que puede persistir en la edad adulta como una forma de manejar emociones y situaciones que afectan al bienestar psicológico. Esta práctica puede estar relacionada con la búsqueda de confort, seguridad emocional y apoyo durante el sueño. Los peluches actúan como un objeto transicional que proporciona consuelo al recrear la sensación de cuidado y protección de la infancia.
En la psicología, la teoría del apego juega un papel clave en la explicación de por qué algunos adultos conservan esta práctica. Según Savea Psicología, «el apego es aquella relación o vínculo que está en la base de nuestra personalidad y autoestima. Cumple la función de garantizar y favorecer la supervivencia a todos los niveles: tanto física como emocional. A medida que la persona va creciendo y madurando, dicha necesidad se evoluciona en diferentes direcciones. Idealmente, esta evolución lleva al desarrollo de un adulto seguro, capaz de moverse por el mundo con confianza y recursos suficientes. Sin embargo, cuando esta evolución no ocurre de forma ideal, surgen problemas emocionales y socio-afectivos en diferentes etapas vitales: infancia, adolescencia y edad adulta». En este sentido, los peluches, como objetos que evocan una sensación de seguridad, pueden ser utilizados por quienes han experimentado una falta de conexión emocional durante su desarrollo.
Razones por las que los adultos duermen con peluches
Para estas personas, el peluche puede convertirse en un sustituto de una figura de apego, ofreciendo consuelo y ayudando a mitigar sentimientos de soledad o inseguridad.
Además, ciertos trastornos como la ansiedad o el estrés postraumático también pueden fomentar el uso de estos objetos como una estrategia para lidiar con situaciones emocionalmente intensas. Aunque no es común, se ha observado que el apego a los peluches siendo mayor no es necesariamente patológico, sino una forma de autorregulación emocional.
El consuelo ante la ansiedad y el estrés
Los adultos que experimentan altos niveles de estrés o ansiedad pueden recurrir a los peluches como una estrategia de autorregulación emocional. La presencia de un peluche puede ofrecer consuelo en momentos de incertidumbre o angustia, ya que estos objetos evocan recuerdos de seguridad y calma de la infancia.
En situaciones de alto estrés, como cuando se enfrenta un desafío profesional, personal o emocional, el peluche se convierte en un apoyo emocional que ayuda a disminuir la ansiedad.
El apego a la infancia y la nostalgia
El apego a los peluches también puede estar relacionado con la nostalgia y el deseo de reconectar con una época de la vida en la que se sentían más protegidos.
La infancia es una etapa en la que los individuos suelen experimentar menos preocupaciones y desafíos existenciales, y los peluches simbolizan ese periodo de tranquilidad y seguridad emocional. Dormir con un muñeco puede ser una manera de aliviar las tensiones de la vida adulta, buscando un refugio emocional en el pasado.
Psania, Centro de psicología, afirma que no se trata de justificar, sino de entender desde el adulto, qué ha podido pasar para que no hayas desarrollado un apego seguro por parte de tus cuidadores. Todos los padres lo hacen lo mejor que pueden y saben, aunque en ocasiones se equivoquen. También es importante que valores qué consecuencias han tenido en ti las conductas de tus progenitores, y cómo están afectando en tu día a día.
Trastornos psicológicos y emocionales
En algunos casos, los adultos que duermen con peluches pueden tener ciertos trastornos psicológicos específicos que dificultan la regulación emocional.
Trastornos como la ansiedad generalizada, la depresión o incluso el trastorno de apego pueden llevar a los adultos a buscar formas de consuelo físico a través de objetos de la infancia.
Estos muñecos actúan como una forma de proporcionar alivio emocional y estabilidad, especialmente cuando la persona no tiene acceso a un soporte emocional adecuado.
El sentimiento de soledad
Aesthesis Terapia Psicológica explica que «el sentimiento de soledad es una experiencia desagradable derivada, en la mayoría de los casos, de una escasa red de apoyo social, o de relaciones superficiales e insatisfactorias. Se trata de un sentimiento bastante frecuente en la sociedad actual y el mundo occidental».
En este sentido, cuando una persona experimenta aislamiento social o falta de conexiones emocionales profundas, los peluches pueden ofrecer una forma de llenar ese vacío afectivo.
Los peluches se convierten en una especie de ‘compañero’ que proporciona consuelo en momentos de soledad, lo que puede ayudar a aliviar el sentimiento de abandono.
Además, la presencia de un peluche puede inducir sensaciones de afecto y cariño, ofreciendo al adulto una sensación de conexión emocional que tal vez no obtiene de otras personas en su vida.