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Hay determinados hábitos y acciones que solemos hacer, algunas veces sin pensar, que merecen reflexión. Es el caso de revisar varias veces si hemos cerrado la puerta de casa. ¿Qué significado tiene? Esto puede estar relacionado con varias cosas: desde un TOC, en un trastorno psicológico importante, o bien no llegar a él pero tener este hábito por miedo e inseguridad continua. Según expertos, si se realiza unas dos veces al día y siempre cuando vamos a dormir o salimos de casa, puede ser un acto relativamente normal y no hay que preocuparse por desarrollar un trastorno de personalidad.
Es un gesto más común del que creemos y cada vez son más las personas que se preocupan por este tema y, como consecuencia miran si se ha cerrado de forma correcta la puerta. Al realizar tantos gestos cotidianos durante el día, algunas personas no recuerdan si lo han hecho porque son gestos que se hacen normalmente de forma inconsciente. Si al cerrar, sigues con tu vida normalmente, y te quedas tranquilo con esta situación, no hay un problema latente. Pero esto puede convertirse en TOC si la persona debe revisar nuevamente que la puerta esté cerrada, o bien no se queda tranquila una vez hecho por miedo a que puedan entrar en casa.
Por qué hay personas que revisan si han cerrado la puerta de casa varias veces
Como hemos establecido, puede ser un tema común del que no preocuparse. Pero si la cosa se extiende, revisamos muchas veces la puerta, tenemos angustia e inquietud aunque lo hayamos comprobado y la puerta esté cerrada, entonces esto puede derivar en un problema.
Hablamos del TOC, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, que según Quiron Salud, se caracteriza por la presencia de obsesiones (pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes que se experimentan como intrusivas y no deseadas) que provocan un malestar intenso. La persona se esfuerza por evitar o ignorar ciertos pensamientos, pero paradójicamente cuanto más intenta evitarlos, con mayor frecuencia aparecen.
La ansiedad producida por las obsesiones es tan intensa que, con el fin de aliviarla, realiza determinadas conductas llamadas compulsiones. Así, por ejemplo, enciende y apaga repetidamente el interruptor de la luz hasta sentirse mejor o comprueba varias veces haber cerrado correctamente la puerta de casa.
En ocasiones se realizan las compulsiones con la finalidad de evitar eventos temidos (ej. disponer los objetos de una forma determinada para evitar la muerte o daño de un ser querido). Las compulsiones pueden darse también en forma de actos mentales, tales como: repetir palabras mentalmente, contar, rezar, etc.
La importancia de tratar el TOC
Este problema debe tratarse si no puede derivar en otros trastornos a lo largo del tiempo. En Quiron comentan que las compulsiones únicamente alivian la ansiedad de forma temporal y que a largo plazo generan un mayor sufrimiento y deterioro funcional.
Por esto la persona con TOC cree que puede prevenir daños o controlar la realidad con determinadas conductas. Todos podemos mantener un pensamiento mágico en un momento dado (p.ej. formular un deseo mientras se soplan las velas del pastel, pensando que así se cumplirá). Sin embargo, los pacientes con TOC viven atrapados en este tipo de pensamiento, organizando su vida en torno a este. En otras ocasiones, existe una relación causa-efecto con la compulsión, pero las consecuencias temidas son desproporcionadas. Así por ejemplo, se puede mantener la creencia de que «si no me lavo cinco veces las manos tras tocar el pomo de la puerta, enfermaré y moriré a causa de los gérmenes».
Según Medline Plus, el TOC se trata utilizando una combinación de medicamentos y terapia conductual. Los medicamentos empleados incluyen antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo.
La clomipramina ha demostrado ser eficaz para muchos con TOC. Mientras que la psicoterapia (terapia cognitiva conductual o TCC) ha demostrado ser efectiva para este trastorno. Durante la terapia, la persona es expuesta muchas veces a una situación que desencadena los pensamientos obsesivos y aprende gradualmente a tolerar la ansiedad y resistir las ganas de llevar a cabo el acto compulsivo. La terapia también se puede utilizar para reducir el estrés y la ansiedad, y resolver conflictos internos.
Cómo saber si cerrar la puerta de casa algunas veces ya es TOC
Como hemos destacado, todos hemos sentido alguna vez la necesidad de repetir una acción varias veces, de comprobar o volver a revisar si llevas las llaves o si has cerrado la puerta.
Los pensamientos intrusivos o ideas inapropiadas también se pueden presentar con normalidad. Laura García Psicóloga establece que todos podemos presentar ciertas compulsiones o pensamientos intrusivos, pero estas condiciones se convierten en un problema cuando generan gran malestar en la persona, llevándola a evitar ciertas situaciones o a realizar acciones que interfieren en su vida diaria. Y es entonces cuando no podemos vivir con cierta tranquilidad.