Contenido
- 0.1 Qué significa apartar la vista y mirar hacia abajo cuando te hablan, según la psicología
- 0.2 Llega a España la misogamia: la nueva tendencia que rompe los esquemas de las relaciones
- 0.3 El significado de tocarte las manos cuando hablas, según la psicología
- 1 Este es el pasatiempo que recomiendan para los mayores de 65 años
- 2 ¿Qué beneficios tiene la astronomía para la mente?
- 3 ¿Por qué es importante aprender algo nuevo después de los 65?
A los 65 años, la vida cambia el ritmo. Ya no están esas tardes eternas en la oficina ni los cafés con compañeros de trabajo. De pronto, el calendario se vacía y queda mucho tiempo por llenar.
Adaptarse es la clave, pero no vale cualquier cosa. Las actividades que de verdad marcan la diferencia son aquellas que además de entretener, ejercitan la mente. No es igual pasar la tarde frente al televisor que descubrir cómo se forman las estrellas. La motivación cambia, y ahí es donde entra un pasatiempo del que apenas se habla.
Este es el pasatiempo que recomiendan para los mayores de 65 años
Este pasatiempo se menciona poco, pero es sumamente entretenido: la astronomía. No hace falta un telescopio de la NASA ni estudiar mucho, sólo curiosidad, ganas de mirar al cielo y hacer preguntas.
En la astronomía se observa el firmamento, se identifican planetas, se sigue el movimiento de la Luna o se intenta fotografiar una constelación… y todo eso activa el cerebro. En este proceso no hay que memorizar datos sueltos, sino conectar ideas, comparar fenómenos y deducir patrones.
Además, mirar hacia el universo despierta una sensación de escala, de pertenencia. Comprender cómo se mueven los planetas, por qué ocurren los eclipses o cómo nacen las estrellas cambia nuestra manera de ver el mundo.
¿Qué beneficios tiene la astronomía para la mente?
La astronomía tiene efectos reales en el funcionamiento de la mente. Estimula el pensamiento lógico, refuerza la memoria y despierta la capacidad de análisis. No es casualidad que muchos programas de envejecimiento activo la incluyan como ejercicio mental de primer nivel.
Además, engancha. Porque no hay nada como identificar por fin Saturno en el cielo nocturno o entender por qué las mareas suben y bajan. Ese tipo de aprendizajes generan satisfacción y mantienen viva la chispa de la curiosidad, algo esencial a cualquier edad, pero más aún después de los 65.
Muchos pueblos y ciudades tienen agrupaciones astronómicas donde se comparten observaciones, se organizan salidas o se comentan fenómenos celestes. Una forma estupenda de conocer gente con intereses comunes.
¿Por qué es importante aprender algo nuevo después de los 65?
A esta edad, lo que no se ejercita se oxida. Aprender algo nuevo es una forma eficaz de mantener la agilidad mental y retrasar el deterioro cognitivo. Cada vez que la mente se enfrenta a una idea desconocida, se fortalece. Es como hacer deporte, pero con neuronas.
La astronomía, además, estudia física, historia, matemática y filosofía. Es un campo que no se agota y que siempre ofrece algo más que descubrir.
No se trata de convertirse en científico, sino que se trata de mantenerse despierto, curioso, conectado con el mundo. Y pocas cosas conectan tanto como mirar al cielo y saber qué estás viendo.
Con la astronomía se puede empezar poco a poco, sin prisas. Una noche a la semana, o dos si apetece. No hace falta hacerlo todo de golpe. Basta con mirar al cielo, seguir una guía básica o apuntarse a una charla local.