Las personas más felices comparten un solo hábito: una práctica sencilla en la que deberías centrarte cada mañana

El ser humano siempre ha buscado ser feliz. Un estado de gozo y tranquilidad donde no hay estrés ni preocupaciones, ni por el pasado ni por el futuro. Sólo un momento de conexión con el presente. Para acercarse a eso, más allá del simple deseo, hay hábitos que pueden ayudar. Y hay uno que ya practican muchas de las personas que se consideran realmente felices.

Es uno realmente sencillo que no requiere inversión, ni equipamiento, ni ninguna compra costosa que prometa una sonrisa en dos días. Es una práctica diaria, fácil, accesible, que lleva minutos y que tiene efectos genuinamente importantes en el bienestar. En este artículo te contamos cuál es.

Este es el hábito que hacen las personas felices por la mañana

El sencillo hábito que suelen hacer las personas felices por la mañana es caminar. Una caminata corta nada más empezar el día tiene un efecto directo y profundo en el ánimo. No hace falta correr, ni entrenar, ni hacer 11 kilómetros. Sólo basta con salir a andar un rato.

La psicóloga Sandi Mann, de la Universidad de Central Lancashire, indica que caminar por la mañana tiene un impacto directo en cómo pensamos y sentimos. Ayuda a despejar la mente, mejora la claridad mental y estimula la creatividad, ya que permite que el pensamiento fluya sin presión.

También explica que al caminar se activa un proceso llamado estimulación bilateral, que alterna el uso de ambos hemisferios del cerebro. Este efecto tiene un impacto relajante: reduce la tensión, mejora la concentración y puede disminuir las preocupaciones. Por eso, una caminata al empezar el día puede marcar la diferencia en el estado de ánimo.

La luz solar temprana también contribuye a elevar la serotonina. Y todo eso, en conjunto, mejora el día desde el minuto uno. Más enfoque, más energía y menos ansiedad.

Este es el tipo de lugar donde caminan las personas más felices

Si bien caminar por la mañana es clave, el lugar donde se hace también puede jugar un papel importante. No es lo mismo caminar por una calle transitada que por una más despejada, o una con naturaleza.

Un estudio liderado por la investigadora Melissa Marselle, en la De Montfort University de Leicester, descubrió que vivir cerca de árboles reduce el consumo de antidepresivos. La investigación sugiere incluso que plantar árboles en barrios con menos recursos podría reducir desigualdades en salud mental. El motivo es que ver naturaleza, aunque sea sin buscarlo, mejora el estado de ánimo.

Con eso en mente, hacer un paseo matutino es mucho mejor si se va a un parque cercano o se rodea un espacio donde haya un par de árboles, ya que eso potencia la calma y reduce el nivel de estrés.

Cómo hacer de caminar una parte de tu rutina sin agobios

Lo primero es quitarse las excusas. Diez minutos pueden ser más que suficientes. Te haces un café, te pones la ropa y sales.

Algunos consejos prácticos:

• Calentamiento: Empieza caminando más despacio durante los primeros minutos para preparar tobillos, rodillas y caderas. Acompáñalo con respiraciones profundas.
• Ropa adecuada: Usa ropa cómoda y transpirable. Si es temprano y aún hay poca luz, ponte algo reflectante o lleva una luz para que te vean.
• Ruta segura: Elige trayectos bien iluminados y sin riesgos. Si caminas solo, avisa a alguien de por dónde vas.
• Compañía: Si prefieres no hacerlo solo, pídeselo a un amigo o únete a un grupo de caminata.

Es cuestión de decidir empezar el día contigo, en movimiento, sin pantallas ni ruido artificial.