Contenido
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- 1 Consecuencias de tener un nivel de cortisol elevado
El cortisol es una hormona esencial para el cuerpo humano. Producida por las glándulas suprarrenales, juega un papel clave en la respuesta al estrés, la regulación del metabolismo, la inflamación y el equilibrio de la presión arterial. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol se mantienen elevados durante períodos prolongados, puede tener efectos negativos significativos en la salud física y mental. Es fundamental comprender los riesgos de un cortisol elevado y cómo manejar el estrés para evitar sus consecuencias.
Mantener niveles elevados de cortisol en el tiempo puede afectar gravemente la salud física y mental. Marian Rojas, psiquiátrica, explica que «existen los síntomas físicos, psicológicos y de conducta. A nivel físico, se me cae el pelo, me tiembla el párpado, se me duerme la mano, se me hincha la tripa, empieza la gastritis, se modifica la microbiota, que es ese conjunto de microorganismos que se encuentran dentro de la luz del intestino, virus, bacterias, hongos, protozoos. Cuando yo vivo en estrés se modifican. El equilibrio de esa microbiota se ha visto que está íntimamente relacionado con el sistema inmune, con mi inflamación y con mi bienestar». Es crucial implementar estrategias que ayuden a reducir estos niveles y equilibrar el cuerpo. Entre ellas, se incluyen técnicas de relajación como la meditación, el yoga, y ejercicios de respiración profunda. Gestionar el estrés de manera consciente no solo mejora la salud mental, sino que también favorece el bienestar físico a largo plazo.
Consecuencias de tener un nivel de cortisol elevado
El Centro Médico de la Universidad de Rochester, define al cortisol como «una hormona esteroide producida por las glándulas suprarrenales. Ayuda al cuerpo a responder al estrés, regular el azúcar en sangre y combatir las infecciones».
Cuando esta hormona se libera en exceso, debido al estrés crónico o a otras condiciones, puede generar una serie de efectos adversos en el cuerpo:
Aumento de peso y grasa abdominal
El cortisol elevado está estrechamente relacionado con el aumento de peso, especialmente en la zona abdominal.
Esta grasa aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. La hormona del estrés puede estimular el apetito, lo que contribuye a una mayor ingesta de comida.
Sistema inmunológico debilitado
Si bien la hormona en niveles normales ayuda a regular la función inmunológica, un exceso prolongado puede suprimir el sistema inmunológico.
Esto hace que el cuerpo sea más susceptible a infecciones y enfermedades, ya que no puede defenderse de manera eficiente.
Aumento de la presión arterial
Esto ocurre porque la hormona afecta la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse, lo que genera una mayor resistencia vascular y, por ende, un aumento de la presión arterial.
A largo plazo, esto puede contribuir a enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud relacionados.
Problemas digestivos
El exceso de cortisol también afecta la función digestiva. El estrés prolongado y el cortisol elevado alteran la motilidad intestinal y la producción de ácido gástrico, lo que interrumpe el proceso digestivo normal.
«Cuando yo estoy intoxicado de cortisol, modifico la microbiota y empiezo con hinchazón abdominal, me duele el estómago, empiezo con intolerancias, puede aparecer reflujo, Helicobacter pylori y celiaquía», afirma Marian Rojas.
Un índice elevado repercute en el sistema digestivo en la función de la absorción de nutrientes. Debido a esta situación, el organismo no recibe la cantidad de vitaminas y minerales que debería según el consumo de la persona, sino un porcentaje notoriamente menor.
«Como consecuencia se produce inflamación e irritación en la mucosa del intestino, lo cual puede derivar en úlceras, colitis y en el síndrome de colon irritable», advierten expertos.
Ansiedad y depresión
Los niveles elevados de cortisol están estrechamente vinculados a trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión. Su exceso afecta el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina, que regula el estado de ánimo. Esto puede llevar a una mayor vulnerabilidad a los trastornos emocionales y afectivos.
El Centro Médico Fallbrook indica la estrecha relación entre los niveles elevados de cortisol y la ansiedad, ya que puede demostrar lo perjudicial que puede ser para la salud y el bienestar general.
«El estado de alerta elevado que proporciona el cortisol como respuesta al estrés ante un acontecimiento específico puede ser útil, pero cuando se combina con sentimientos de preocupación, miedo y ansiedad general, casi parece que no hay salida para el cortisol y es imposible lidiar con ambas afecciones al mismo tiempo», aseguran los profesionales.
Problemas de sueño
Un exceso de cortisol interfiere con los patrones de sueño. La liberación constante de esta hormona puede dificultar que las personas se relajen y duerman profundamente, lo que a su vez afecta la calidad general del descanso.
La falta de sueño reparador puede llevar a un ciclo de fatiga y estrés aún mayor, empeorando el problema.
Consejos para equilibrar el cortisol
Practicar ejercicio regularmente
El ejercicio físico es una de las mejores maneras de reducir los niveles de cortisol. Actividades como caminar, correr, nadar o practicar yoga ayudan a mejorar el estado de ánimo y aumentar la producción de endorfinas, hormonas que contrarrestan los efectos negativos del cortisol.
Seguir una dieta balanceada
La alimentación tiene un impacto directo en los niveles. Para reducir esta hormona, es importante mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales.
Evitar el consumo excesivo de cafeína, azúcar y alimentos procesados puede ayudar a prevenir su aumento.
Dormir lo suficiente
La falta de sueño prolongada puede elevar los niveles de cortisol, por lo que es importante asegurar que dormimos las horas recomendadas cada noche (al menos 7-8 horas). Un buen descanso permite que el cuerpo recupere su equilibrio y regule la producción de cortisol.
Meditación y mindfulness
Estas son herramientas eficaces para reducir el estrés y equilibrar los niveles. La meditación de atención plena (mindfulness) ayuda a calmar la mente, reducir la ansiedad y promover una mayor concentración en el presente, lo que disminuye la producción de cortisol.
Consultar con un profesional
Si los niveles son elevados y cada vez más persistentes, y afectan tu calidad de vida, es importante consultar con un médico o especialista en salud mental.
Ellos pueden darte un plan de tratamiento personalizado para manejar el estrés de manera efectiva y regular los niveles de esta hormona.