El desarrollo, cuidado y fortalecimiento de tu salud corporal requiere de múltiples factores para lograr una condición física equilibrada y fuerte. Muchas personas desean perder peso por razones estéticas o para evitar riesgos de lesiones y enfermedades. En ese intento, una decisión es evitar realizas algunas de las comidas diarias. Sin embargo, esa acción no es recomendada por profesionales médicos, quienes consideran que es preferible mantener un hábito de alimentación regular formado por carbohidratos, proteínas, grasas saludables y antioxidantes. A su vez, una de las inquietudes más frecuentes en el último surge a partir de la siguiente pregunta: ¿tomar el sol ayuda a perder peso?
La exposición al sol genera múltiples beneficios para estimular la energía, el ánimo y deseo de realizar actividades al aire libre como caminar y andar en bicicleta. Al recibir la luz del sol, el cuerpo lograr aprovechar los aportes de vitamina D que resultan sumamente valiosos y positivos para tu organismo. A su vez, la luz solar nos ofrece mejores condiciones para la salud de tus huesos y músculos, reduce la presión arterial, favorece la condición del sistema inmunológico y regula el esquema del sueño para tener un mejor descanso. Además, aporta en el mantenimiento de los vasos sanguíneos, el normal funcionamiento del cerebro y la regulación de los niveles de azúcar en la sangre. Por eso, aprovechar la energía de la luz solar es sumamente recomendable y necesitas complementar con rutinas de alimentación para lograr un esquema nutritivo, variado y saludable, un descanso regular y eficiente, y también la práctica de ejercicios y deportes.
Cómo tomar sol puede ayudarte a perder peso
Para especialistas de la Academia Española de Dermatología y Venereología, a la vitamina D se la puede considerar una auténtica hormona que, gracias a la exposición al sol, el cuerpo humano puede sintetizar por sí solo. También puede obtenerse de la ingesta de algunos alimentos, como el pescado graso (salmón), el aceite de hígado de pescado y los huevos.
“La vitamina D es necesaria para absorber el calcio y fósforo, que son esenciales para la salud de los huesos. En concreto, gracias a ellas la eficiencia del cuerpo en la absorción del calcio incrementa un 30-40% y en la del fósforo, un 80%”, afirman los profesionales de la Academia.
El efecto de la pérdida de grasa a partir de tomar sol se evidencia a partir de un estudio comandado por Peter Light, profesor de farmacología de la Universidad de Alberta y director del Instituto de Diabetes de Alberta. El procedimiento consistió en colocar algunas células grasas bajo lámparas que emitían luz azul (la luz visible más corta que proviene del sol) durante cuatro horas y mantuvieron otras muestras en la oscuridad.
“Después de dos semanas, los grupos de células grasas mostraron diferencias notables. Las células grasas tratadas con luz azul tenían menos gotitas de lípidos (orgánulos que almacenan grasa) que las células que no recibieron luz. Además, las gotitas de lípidos en las células tratadas con luz también eran más pequeñas que las del grupo placebo”, afirmó Peter Light, profesor de la Universidad de Alberta.
Cuáles son los beneficios de tomar sol para tu salud
Un índice estable y regular de los niveles de vitamina D genera un aporte considerable en tu salud ósea gracias a una mejor absorción del calcio. De esta manera, tus huesos están más resistentes y logras prevenir enfermedades como la osteopenia y osteoporosis.
A su vez, si eres una persona propensa a estar en espacios cerrados durante mucho tiempo, es importante incorporar el hábito de ventilar para que el aire y la luz del sol eliminen las bacterias presentes en el polvo, causantes de asma y alergias.
A nivel de salud cardíaca, la luz ultravioleta incrementa los valores de óxido nítrico en el cuerpo, una molécula que favorece a que los vasos sanguíneos se ensanchen y se reduzca así el riesgo de padecer presión arterial. De esta manera, pueden evitarse problemas y enfermedades como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y daños en riñones.
El sistema inmunológico presenta una condición más positiva y resistente en las personas que logran exponerse más tiempo al sol, ya que la luz ultravioleta da la protección contra ciertos virus y bacterias.
Por ejemplo, cuentas con mayores defensas frente a posibles cuadros de gripe, tuberculosos y hay un resultado más eficiente en personas que padecen enfermedades como psoriasis.
El descanso regular, prolongado y durante las horas recomendadas por profesionales de la salud permite un estado corporal más equilibrado. Cuando una persona se expone al sol, las ventajas y beneficios se observan en lo que se conoce como el ritmo circadiano respecto a la luz y oscuridad, es decir, descansar por la noche y levantarse al salir el sol.
En síntesis, la exposición a los rayos solares estimula la práctica de actividad física y la obtención de vitamina D, fundamental en el cuidado, desarrollo y fortalecimiento de la salud para la pérdida de peso.