El consumo diario de frutas es fundamental para una alimentación equilibrada, ya que aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes esenciales para el organismo. Entre la fruta más consumida, las fresas destacan por su sabor, versatilidad y alto contenido de vitamina C, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Son bajas en calorías, favorecen la digestión y contribuyen a la salud cardiovascular. Por eso, forman parte habitual de desayunos, postres y colaciones saludables. Sin embargo, para aprovechar todos sus beneficios y consumirlas de manera segura, no solo importa elegir fresas frescas y de buena calidad, sino también prestar especial atención a su correcta limpieza antes de consumirlas.
Al llegar del supermercado, lavar la fruta es un paso imprescindible para reducir riesgos y cuidar la salud, y en el caso de las fresas resulta aún más importante. Debido a su cultivo a ras del suelo y a su piel porosa y delicada, suelen contener restos de tierra, bacterias y residuos de pesticidas. De hecho, las fresas aparecen con frecuencia entre las frutas con mayor presencia de agroquímicos. Si no se lavan correctamente, estas sustancias pueden generar molestias digestivas o una exposición innecesaria a químicos. Un estudio de la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética asegura que existe «una relación entre los residuos de pesticidas en frutas y verduras y la infestación de enfermedades en humanos, así como problemas relacionados con la esterilidad, alergias e incluso enfermedades cancerígenas». Por eso, una limpieza adecuada permite eliminar gran parte de estos contaminantes, mejorar la inocuidad del alimento y conservar mejor su textura y sabor.
La fruta que comemos sin parar y debe lavarse correctamente
Incorporar un método eficaz de lavado en la rutina diaria no solo protege la salud, sino que también prolonga la frescura y calidad de las fresas por más tiempo en casa de forma simple y segura.
¿Por qué es importante lavar las fresas y qué se puede evitar?
Lavar correctamente las fresas antes de consumirlas es una práctica fundamental de higiene alimentaria que permite prevenir diversos problemas de salud y mejorar la calidad del alimento. Debido a su forma, textura y método de cultivo, las fresas son especialmente propensas a acumular contaminantes, por lo que una limpieza adecuada marca una diferencia significativa.
En primer lugar, se pueden prevenir enfermedades de origen alimentario causadas por bacterias y microorganismos que pueden estar presentes en la superficie de la fruta. Estos agentes pueden provocar síntomas como malestar estomacal, náuseas, diarrea o infecciones gastrointestinales, especialmente en niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos más sensibles.
Además, cuando se lavan correctamente las fresas y la fruta en general ayuda a reducir la ingesta de residuos de pesticidas utilizados durante el cultivo. «Los efectos inmediatos de la exposición a pesticidas incluyen dolores de cabeza; hormigueo en los ojos y la piel; irritación de nariz y garganta; picazón en la piel; aparición de diarrea; dolor abdominal; náuseas y vómitos, ceguera y muy raramente la muerte», amplía el estudio de la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética.
Aunque estos productos están regulados, su consumo frecuente en pequeñas cantidades puede resultar innecesario y no deseado. Al eliminar gran parte de estos residuos, se disminuye la exposición prolongada a sustancias químicas que podrían afectar el equilibrio del organismo a largo plazo.
Asimismo, lavar fruta correctamente evitar la contaminación cruzada en la cocina, impidiendo que bacterias o residuos pasen a otros alimentos, utensilios o superficies. Por último, una limpieza adecuada y un correcto secado ayudan a prevenir el deterioro prematuro, el crecimiento de moho y la pérdida de frescura, permitiendo conservar las fresas en mejores condiciones por más tiempo.
¿Cuándo y cómo hay que tomar las fresas?
Deben consumirse siempre frescas y maduras, el color intenso se asocia a la madurez y a su vez con un sabor más dulce. Por sus propiedades depurativas, se recomienda su consumo por las mañanas, sobre todo en ayunas y sin comer ningún otro alimento, de esta forma limpiarán la sangre e intestinos profundamente. Las frutas ácidas o cítricas sólo lo son antes de consumirse; una vez que se comen, en el cuerpo se vuelven alcalinas (sin acidez).
La forma más eficaz de lavar la fruta
Las fresas tienen características que las hacen más propensas a adquirir pesticidas, por ello es fundamental su limpieza antes de consumir. Un artículo de la Facultad de Ciencias Agrícolas, del Consumidor y del Medio Ambiente de la Universidad de Illinois afirma que «Tienen la piel fina y crecen cerca del suelo, lo que las hace más propensas a absorber pesticidas. También atraen plagas y son susceptibles a infecciones por hongos».
Uno de los métodos más recomendados y efectivos para lavar las fresas combina vinagre y agua, ayudando a eliminar bacterias y reducir residuos químicos de forma sencilla y accesible. La influencer y especialista en recetas saludables y rápidas, María Pérez Espín, explica cuál es el procedimiento más indicado:
- Mezcla 1 taza de vinagre con 3 de agua.
- Sumerge las fresas por10 minutos
- Enjuaga bien y sécalas completamente “Clave para evitar humedad”, asegura Espín
- Guarda en un frasco de vidrio o recipiente con papel absorbente
- Refrigera y disfruta fresas perfectas durante más tiempo.
Además, un consejo que comparte Espín es que «No retires el tallo antes de lavarlas, ya que al hacerlo la fruta puede absorber agua, perder sabor y deteriorarse más rápido».
Consejos y recomendaciones para conservar esta fruta
Para mantener las fresas en óptimas condiciones y prolongar su frescura, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Lava las fresas solo cuando vayas a guardarlas correctamente o consumirlas
- Revisa y retira las que estén dañadas o en mal estado
- Evita almacenarlas mojadas o en recipientes cerrados sin ventilación
- Consérvalas siempre refrigeradas
- No las aplastes ni amontones en exceso
- Consume primero las fresas más maduras
Otros métodos para lavar bien las fresas
Bicarbonato de sodio
Este método para lavar las fresas consiste en disolver una cucharada de bicarbonato de sodio en un litro de agua y dejar las fresas en remojo por 10 minutos. «Es un método que ayuda a eliminar residuos químicos y microorganismos», afirman desde Frutería Silvestre.
Solución de agua y sal
Es una preparación ideal para eliminar posibles larvas e insectos. Tienes que mezclar una cucharadita de sal en un bol con agua y dejar reposar las fresas por 5 minutos antes de enjuagarlas.
