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La avena es un alimento nutritivo y sano que resuelve muchos desayunos y cenas. Si bien ofrece cantidad de beneficios, no podemos comer siempre y a cada momento, así lo establecen los nutricionistas que avisan sobre este alimento. Hay que tener en cuenta que no todas las variedades son igualmente beneficiosas. Aunque la avena menos procesada es generalmente la opción más saludable, no siempre es la mejor elección para todos.
Es de destacar que las variedades más integrales, como los granos enteros de avena o la avena cortada, pueden ser más difíciles de digerir para algunas personas, especialmente para aquellos con problemas gastrointestinales. Veamos qué dicen los nutricionistas sobre un alimento venerado, en general, pero que puede tener también sus contraindicaciones, al menos cada día y para determinados grupos de personas. Las personas con enfermedad celíaca o una sensibilidad grave al gluten deben evitarla o buscar versiones certificadas sin gluten, para evitar la contaminación cruzada con este compuesto. Y nos preguntamos si la debemos comer cruda.
El aviso de los nutricionistas sobre la avena
Boticaria García, la farmacéutica y nutricionista que se ha vuelto muy popular por sus apariciones en medios de comunicación y sus diversas lecciones en las redes, comenta que la avena cruda posee ácido fítico que, aunque tiene propiedades antioxidantes, puede actuar secuestrando nutrientes, entonces no se pueden absorber. Para acabar con este ácido, según la experta, «podemos remojar la avena 10 horas la noche anterior o calentándola».
Según García, este ácido no solo está en la avena, también está presente en otros cereales, legumbres y por esto es una de las razones por las que conviene dejarlas en remojo.
Pero, ¿se puede tomar la avena cruda? La experta comenta en sus redes que los copos de avena no están crudos si no que se han sometido a un tratamiento térmico al vapor y luego se han laminado, y en ese proceso ya se ha perdido parte del ácido fítico, y por esto no hay inconveniente en tomarlos tal cual como los compramos.
«Ahora bien, si quieres dejar la avena en remojo la noche antes o cocinarla para hacer un porridge, entonces perfecto y si la quieres tomar cruda, añadirla a la leche, yogur o kéfir también estará perfecto».
Qué beneficios aporta la avena
Un artículo del Grupo Hospitalario Quirón Salud señala que el efecto saciante de la avena se debe a su fibra como así también a su proteína. Por eso es clave si tienes problemas con las comidas fuera de horario.
Para que te hagas una idea, una sola taza de avena cocida contiene 4 gramos de fibra, lo que representa aproximadamente un 15% del valor diario aconsejado. Para disfrutar del impacto de la avena a nivel orgánico hay que persistir en su ingesta al menos dos o tres semanas.
Hay más porque la Fundación Española del Corazón califica al betaglucano como «aliado» de la salud cardiovascular. Sus expertos explican que los niveles altos de colesterol en la sangre suponen un importante factor de riesgo cardiovascular, y que «se estima que es corresponsable del 60% de las enfermedades del corazón».
Además, «éstas son la principal causa de muerte en nuestro país y en el mundo», por lo que es indispensable trabajar en su prevención cada día.
En una publicación denominada Efectos del consumo del beta-glucano de la avena sobre el colesterol sanguíneo: una revisión, la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética es citada por SciELO. Los especialistas de esta organización sostienen que el control de peso es uno de los motivos por los que deberíamos comer avena todos los días.
¿A qué le debe su buena fama la avena?
La Fundación Española de la Nutrición explica que «es un cereal con un valor energético de 361 kcal por 100 gramos».
Es fuente de proteínas y posee un alto contenido en fibra y, si lo comparamos con otros cereales, presenta un contenido en hidratos inferior al resto y un aporte de lípidos superior al resto. Asimismo, posee un alto contenido en hierro, magnesio, zinc, fósforo, tiamina, vitamina B6 y otros nutrientes esenciales.
Entre sus beneficios podemos citar la capacidad de ayudar a reducir los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, más allá de otros menos relevantes.
¿La avena posee contraindicaciones?
La verdad es que sí pero muy pocas. No presenta toxicidad ni contraindicaciones en general. Su ingesta suele ser segura, si bien hay excepciones que debes considerar.
Los celíacos no pueden consumirla. Tampoco deberían hacerlo quienes sufren afecciones digestivas, al menos no cruda, ya que podría agravar esos diagnósticos y padecer síntomas aún más severos.
Los alérgicos y los intolerantes a la proteína de avena tampoco la deben tomar. La intolerancia no es una reacción automática del sistema inmunológico, como la alergia, sino que se da por la ausencia genética de enzimas especiales para descomponer las proteínas.