Contenido
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- 0.2 El desayuno que recomiendan los expertos para no engordar en Navidad
- 0.3 Adiós a los gases y al mal aliento: la especia que tienes en casa que soluciona tus problemas
- 1 ¿Qué son los microplásticos y cómo aparecen en las infusiones de té?
El té es una de las bebidas más antiguas y consumidas en el mundo. Con una historia que se remonta a más de 4.000 años en China, se ha convertido en una tradición cultural y una parte esencial de la vida diaria de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, en la actualidad, tus infusiones enfrentan un problema poco conocido pero alarmante: la presencia de microplásticos en las bolsitas de té. Este fenómeno, que ha llamado la atención de científicos y consumidores, plantea serias preocupaciones sobre los efectos en la salud humana y el medio ambiente.
La producción de té comienza con la cosecha de las hojas de la planta Camellia sinensis, que se cultiva principalmente en regiones de Asia, África y América. Tras la recolección, las hojas pasan por un proceso de secado, fermentación y, en algunos casos, oxidación. Una vez procesado, el té se empaqueta en diversas formas, siendo las bolsitas para realizar infusiones de esta bebida una de las presentaciones más comunes. El envasado de té en bolsitas se ha popularizado por su comodidad, permitiendo así una preparación rápida y fácil. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que algunas de estas bolsitas contienen microplásticos, materiales sintéticos como el polietileno, que se emplean para sellar las bolsitas. Un estudio reciente del Grupo de Mutagénesis del Departamento de Genética y Microbiología de la Universitat Autónoma de Barcelona afirma que «los envases de alimentos son una de las principales fuentes de contaminación por microplásticos y nanoplásticos (MNPL) y su inhalación e ingestión son las principales vías de exposición humana».
¿Qué son los microplásticos y cómo aparecen en las infusiones de té?
El estudio ha obtenido y caracterizado con éxito microplásticos y nanoplásticos derivados de varios tipos de bolsitas de té disponibles comercialmente. Los investigadores de la UAB han observado que al utilizar estas bolsitas para preparar una infusión se liberan enormes cantidades de partículas de tamaño nanométrico y estructuras nanofilamentosas, lo que supone una importante fuente de exposición a MNPL.
La Organización Panamericana de la Salud explica que «los microplásticos son diminutas partículas de plástico, menores a 5 milímetros, compuestas de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos. Gran parte de los desechos plásticos mal gestionados a nivel global acaban en vertederos y cuerpos de agua contaminando el medio ambiente, especialmente el mar».
Estas partículas provienen principalmente de la descomposición de plásticos más grandes, pero también pueden ser añadidas intencionadamente a productos como las infusiones que nos preparamos.
Los plásticos sintéticos, como el polietileno y el polipropileno, se utilizan en la fabricación de algunas bolsitas de té para sellarlas, evitando que el contenido se derrame.
Estos materiales son duraderos y resistentes al calor, pero tienen el inconveniente de ser poco biodegradables y pueden liberarse en forma de microplásticos al entrar en contacto con agua caliente.
Cuando las bolsitas de té se sumergen en agua caliente para preparar la bebida, el calor puede descomponer los plásticos sintéticos presentes en ellas. Este proceso libera microplásticos que terminan en el agua que consumimos. «El estudio muestra que, en la elaboración de una infusión, el polipropileno libera aproximadamente 1.200 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 136,7 nanómetros; la celulosa libera unos 135 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 244 nanómetros, mientras que el nailon-6 libera 8,18 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 138,4 nanómetros», explican los investigadores del Grupo de Mutagénesis del Departamento de Genética y Microbiología de la Universitat Autónoma de Barcelona.
El impacto de los microplásticos en la salud
La ingestión de microplásticos a través de las infusiones de diversas bebidas, algo bastante usual que nos tomamos a diario, plantea serios riesgos para la salud humana.
Un estudio de la revista Revista Médica de Yonsei explica que «los microplásticos pueden afectar a varios sistemas del cuerpo humano, incluidos los sistemas digestivo, respiratorio, endocrino, reproductivo e inmunológico. En primer lugar, los sistemas digestivos se ven afectados cuando se ingieren microplásticos, y la irritación física del tracto gastrointestinal puede causar inflamación, lo que resulta en varios síntomas gastrointestinales».
Si se analizan los efectos de tales plásticos en el sistema respiratorio, el estudio afirma que los microplásticos pueden causar estrés oxidativo en las vías respiratorias y los pulmones cuando se inhalan, lo que lleva a síntomas respiratorios como tos, estornudos y dificultad para respirar. Y a la larga puede tener malas consecuencias en el aparato respiratorio.
Un problema importante es que los microplásticos pueden contener sustancias químicas tóxicas, como aditivos plásticos, metales pesados y productos químicos que se utilizan en la fabricación de los plásticos.
En concreto, los microplásticos también «interfieren en la producción, liberación, transporte, metabolismo y eliminación de hormonas, lo que puede causar alteraciones endocrinas y conducir a diversos trastornos endocrinos, incluidos trastornos metabólicos, trastornos del desarrollo e incluso trastornos reproductivos», sostiene el articulo de la Revista Médica de Yonsei.
¿Cómo podemos reducir la contaminación por residuos plásticos?
Ante la creciente preocupación por los microplásticos en las infusiones de té y en otros productos, hay varias soluciones posibles. Para los consumidores, una opción es optar por té de hojas sueltas en lugar de bolsas de plástico. El té en hojas sueltas no requiere el uso de materiales plásticos y, por lo general, es más ecológico y saludable.
Las marcas de esta bebida también están tomando medidas para abordar este problema. Algunas están comenzando a fabricar bolsitas de té sin plásticos, utilizando materiales biodegradables como el papel, la fibra de abacá o la seda, que no liberan microplásticos al ser sumergidos en agua caliente.
Mientras que otras están eliminando el uso de plásticos en sus productos y adoptando materiales más sostenibles, como por ejemplo, cajas de cartón reciclado.
Además, los consumidores pueden ser más conscientes de la contaminación por plásticos en sus vidas cotidianas.
Elegir productos con menor impacto ambiental, reciclar correctamente y reducir el consumo de plásticos de un solo uso son pasos importantes para combatir la crisis global de residuos plásticos.
Si entre todos nos concienciamos de ello, además de las diversas campañas que existen, ya no se usarán tales bolsas de plástico en las infusiones y compraremos sólo aquellas que tienen otro tipo de envases más sostenibles.