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Desde hace años, los nutricionistas insisten en que sustituiremos algunos ingredientes típicos de nuestra dieta porque pueden ser perjudiciales para el cuerpo. Pero lo que probablemente no sabías es que España produce el mejor sustituto del azúcar, un alimento dulce y con propiedades beneficiosas para la salud. Estamos hablando de la miel, que gusta a todos para saborear en platos dulces pero que son conscientes de los efectos del azúcar.
¿Cuáles son las propiedades de la miel que la hacen tan beneficiosa para la salud? ¿En qué partes de España se produce este alimento?
Todo sobre el mejor sustituto del azúcar
En principio, hay que destacar la producción de miel de regiones como La Alpujarra Granadina o la zona del levante, en la Comunidad Valenciana, desde donde se comercializa no sólo en el resto del territorio español sino también en muchos países del continente.
Evidentemente, existen diversas variedades de este alimento, y cada una de ellas tiene sus propias características. En general, la hemos usado con fines terapéuticos, además de como endulzante.
La miel, que en los últimos años está siendo utilizada como nunca en la industria gastronómica por ser un endulzante superior al azúcar en todos los aspectos, responde a un problema común que tenemos: esa urgencia por comer algo dulce que muchas veces nos lleva a abusar de los ultraprocesados. Los dulces, postres y golosinas que encontramos en las tiendas y en los supermercados están repletos de azúcares que sacian el apetito solo por unos minutos.
¡Por eso no puedes dejar de comerlos! Sus calorías son vacías, y no aportan absolutamente ningún nutriente al organismo.
La miel, en cambio, «favorece la producción de energía por su gran aporte en azúcares, entre un 75-80%, de los cuales el 70% son glucosa y fructosa, dos monosacáridos que se absorben con rapidez en la mucosa intestinal y que proporcionan energía en pocos minutos». Así lo informa la Fundación del Corazón.
Esta misma fuente destaca que «gracias a su riqueza en macro y micronutrientes, es un alimento ideal para aquellas personas anémicas o convalecientes que necesitan una ayuda extra para recobrar la vitalidad». Asimismo, ayuda al metabolismo a restablecer su ritmo de actividad habitual y mejora el riego coronario.
El mejor sustituto del azúcar
Desde la Fundación del Corazón explican que «en cantidades moderadas -unos 10 gramos/día-, pueden tomarla quienes realizan una dieta de adelgazamiento».
Una cucharada de miel diaria, acompañada de lácteos bajos en grasa como el queso fresco o el yogur, proporciona grandes beneficios para la salud. Como no supone un aumento calórico importante y es más saludable que el azúcar común, puede ser incorporada a la alimentación de quienes intentan bajar de peso.
Estas cualidades son compartidas por todos los tipos de miel que se producen en España: la de romero, la de tomillo y la de azahar. De hecho, España puede enorgullecerse de ser el primer país en cuanto a colmenas censadas de la Unión Europea. Como consumidores, debemos aprovechar esta situación ventajosa.
Integrantes de la Universitat de les Illes Balears han analizado y resumido algunos de los principales beneficios de la miel, por ejemplo aconsejan que su consumo regular «puede ejercer varios efectos beneficiosos sobre la respuesta inmune humana y en sus mecanismos asociados».
La miel ha sido destacada para «promover la multiplicación de B- sangre periférica humana y los linfocitos T y la activación de neutrófilos en condiciones de cultivo celular».
Por otro lado, aseguran que «el tratamiento con miel presenta un efecto beneficioso para la curación de las heridas independientemente del origen de éstas».
El polen, otro sustituto del azúcar
Éste es uno más de los alimentos que se obtienen de las colmenas de las abejas, único en su especie. El polen contiene 22 aminoácidos esenciales, muchos más que la mayoría de los alimentos. Posee vitaminas, minerales, enzimas y aminoácidos y hasta un 25% de su composición es proteína pura.
Debido a ello, es una alternativa interesante al azúcar y la miel por la que puedes optar si buscas compensar déficits nutricionales o elevar tus defensas rápidamente. Es un alimento que se recomienda tanto para los niños en desarrollo, como para los pacientes de cáncer que se someten a terapias invasivas.
Lo que demuestran las investigaciones
Las investigaciones sobre el uso de la miel para tratar afecciones específicas comprenden determinados beneficios según nombra Mayo Clinic:
- Enfermedad cardiovascular. Los antioxidantes de la miel podrían estar asociados con una reducción en el riesgo de enfermedad cardíaca.
- Tos. Ciertos estudios establecen que tanto la miel de eucalipto como la de cítricos y la de labiatae pueden actuar como inhibidores de la tos confiables en algunas personas con infecciones de las vías respiratorias superiores y con tos nocturna aguda.
- Enfermedad gastrointestinal. La evidencia sugiere que la miel podría ayudar a prevenir trastornos del tubo gastrointestinal, como la diarrea relacionada con la gastroenteritis. La miel también podría ser eficaz como parte de una terapia de rehidratación oral.
- Enfermedad neurológica. Las investigaciones sugieren que la miel podría tener beneficios antidepresivos, anticonvulsivos y contra la ansiedad. En algunos estudios, se ha comprobado que la miel ayuda a prevenir los trastornos de la memoria.
- Cuidado de la herida. Se ha demostrado que el uso tópico de la miel de tipo médico fomenta la curación de las heridas, sobre todo en el caso de las quemaduras.
Posibles contraindicaciones
Aunque vemos que es un alimento muy saludable, también tiene sus contraindicaciones:
Es seguro usar la miel como edulcorante natural, inhibidora de la tos y producto tópico para llagas y heridas pequeñas.
Ahora bien, menor evitar dar este alimento, ni siquiera una pequeñísima cantidad, a bebés menores de 1 año. La miel puede provocar una afección gastrointestinal poco frecuente pero grave (botulismo infantil) causada por una exposición a las esporas de la bacteria Clostridium botulinum.
Alergias
A la vez, se comprueba que hay personas sensibles o alérgicas a los componentes específicos de la miel, en particular, al polen de las abejas. Aunque es poco frecuente, las alergias ocasionadas por el polen de abeja pueden provocar reacciones adversas graves y, en ocasiones, mortales.
Entre estos signos son:
- Silbido al respirar y otros síntomas asmáticos
- Mareos
- Náuseas
- Vómitos
- Debilidad
- Sudoración excesiva
- Desmayos
- Ritmo cardíaco irregular (arritmias)
- Escozor después de la aplicación tópica
- La miel puede afectar los niveles de azúcar en sangre.