El doctor José Luis Cidón habla claro sobre el ayuno intermitente: «No está diseñado para perder peso…»

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El doctor José Luis Cidón habla claro sobre el ayuno intermitente: "No está diseñado para perder peso..."

Durante los últimos años, el ayuno intermitente se ha convertido en una de las prácticas más populares dentro del mundo del bienestar. Sin embargo, más allá de las rutinas alimenticias que pueden tomar mayor relevancia por las modas o los retos virales, dicho hábito presenta una base científica respaldada por doctores e instituciones profesionales. Uno de los expertos más prestigiosos es el doctor Cidón Madrigal, médico cirujano por la Universidad de Salamanca, quien declara que el ayuno intermitente no está diseñado para adelgazar, aunque te ayude a perder peso. Según explica, en una entrevista a El Mundo, no se trata de una dieta, sino de una forma de vida que enseña cómo vivir para no enfermar.

Para Madrigal, el ayuno intermitente desencadena una serie de procesos en el organismo que favorecen la regeneración celular y la salud a largo plazo. En este sentido, menciona que consiste en un método para restringir la ingesta de alimentos durante un período determinado de tiempo, alternando fases de ayuno y de alimentación. A su vez, el dietista y nutricionista Rubén Leal, especializado en microbiota y sistema digestivo de la Academia Española de Nutrición y Dietética, comenta que cuando el cuerpo deja de recibir comida, cambia su fuente de energía, pasa de utilizar la glucosa y el glucógeno a recurrir a las grasas almacenadas. «En ese proceso se generan cuerpos cetónicos, que actúan como una fuente de combustible alternativa y favorecen la quema de grasa», afirma. Para Leal, lo importante no es restringir alimentos, sino aprender a estar en paz con la alimentación”, combinando esta práctica con actividad física y una dieta saludable.

¿Qué beneficios puede aportar el ayuno intermitente?

El doctor Cidón Madrigal sostiene que los beneficios del ayuno intermitente van mucho más allá del control del peso. Según explica en una entrevista con El Mundo, esta práctica reduce los marcadores inflamatorios, regenera la microbiota intestinal, fortalece el sistema inmunitario y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y degenerativas.

«Uno de los efectos más destacados es la autofagia, un proceso metabólico mediante el cual las células eliminan y reciclan sus componentes disfuncionales, incluyendo incluso las células precancerosas», comenta.

De acuerdo con Madrigal, a partir de las 12 horas eliminamos el glucógeno del hígado y del músculo; a las 14 horas entramos en autofagia y, a las 20, empezamos a producir células madre. «El proceso ayuda a rejuvenecer los tejidos, reducir la inflamación y mejorar el descanso nocturno, ya que regula la producción de melatonina», destaca.

Con el paso del tiempo, advierte que la autofagia tiende a disminuir, lo que contribuye al envejecimiento y a la acumulación de radicales libres. Por eso, aconseja  practicar ayunos de manera controlada para prevenir el daño celular y favorecer la longevidad.

¿Qué dice la ciencia sobre la eficacia del ayuno intermitente?

Según la Clínica Mayo, el ayuno intermitente puede tener efectos positivos sobre la salud metabólica, mejorando la glucosa en sangre, el colesterol, la presión arterial y la inflamación crónica.

«Estos resultados se deben a que, durante los períodos sin comida, el organismo optimiza el uso de la energía y promueve procesos de reparación celular», mencionan los especialistas. No obstante, advierten que la respuesta puede variar según cada persona y que no todos los cuerpos reaccionan igual a este tipo de restricciones.

Por su parte, insisten en que el ayuno intermitente no es adecuado para todos. Por ejemplo, puede resultar contraproducente en personas con determinadas patologías metabólicas, trastornos alimentarios o problemas digestivos.

Por ello, se recomienda siempre hacerlo bajo supervisión profesional. Para Madrigal, lo ideal es personalizar el ayuno según la forma de vida, las patologías y la frecuencia más adecuada para cada paciente.

¿Cómo empezar con este ayuno de forma segura?

Para quienes deseen iniciarse, los expertos coinciden en que la clave está en la progresividad. El dietista Rubén Leal sugiere empezar con pequeños cambios, como retrasar la hora del desayuno o adelantar la cena, hasta el ayuno de 12 o 14 horas.

«Durante los períodos de alimentación, es fundamental mantener una dieta rica en alimentos densos en nutrientes como frutas, verduras, legumbres, proteínas magras y grasas saludables, y evitar los ultra procesados», asegura el médico.

Además, es recomendable mantenerse bien hidratado y combinar el ayuno con ejercicio físico moderado, lo que potencia los efectos positivos sobre la salud metabólica y cardiovascular.

Un hábito que se debe implementar con conciencia

El ayuno intermitente, bien gestionado, puede ser una herramienta poderosa para mejorar la salud y la relación con la comida. Sin embargo, el doctor Cidón Madrigal insiste en que no debe verse como una moda ni como una solución rápida para perder peso.

«Se trata más bien de un cambio en el estilo de vida, una forma de escuchar al cuerpo y de aprovechar los mecanismos naturales de autor regeneración que posee», explica. Por lo tanto, considera clave que el proceso de ayuno intermitente se realice con conocimiento, equilibrio y acompañamiento profesional.

 

 

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