Contenido
La mayoría de las recomendaciones para bajar de peso se centran en evitar ciertos alimentos por su contenido de grasas y azúcares. Pero si no estás dispuesto a privarte de nada, el consejo de los nutricionistas sobre adelgazar comiendo comida rápida podría serte de mucha ayuda para seguir disfrutando de ella.
¿Cuál es la sugerencia de los profesionales respecto de la pizza, las hamburguesas y las patatas fritas, entre otras comidas rápidas muy comunes?
¿Es posible adelgazar comiendo comida rápida?
Bajar de peso basando la dieta en comidas rápidas hace que adelgazar sea difícil, por no decir imposible. Sólo podrías lograrlo comiendo muy poca comida. En ese caso perderías tanto grasa como músculo, y no es lo ideal. Una alimentación para adelgazar perfecta supone la pérdida de grasa sin resignar músculo.
Sin embargo, esto no significa que por comer una o dos veces a la semana tus comidas favoritas no puedas conseguir los resultados que estás buscando. Siempre que prefieras la comida rápida cuando te reúnes con tus amigos o tu familia, hay ciertos trucos que evitarán que ganes peso demasiado.
Por supuesto, bajarás de peso en la medida en la que el resto del tiempo te alimentes saludablemente y entrenes tanto aeróbica como anaeróbicamente.
Trucos para adelgazar comiendo comida rápida
Pizza
Para algunos, la pizza es su mayor tentación. Si es tu caso, esta preparación de harina de trigo, salsa de tomate y diversos tipos de quesos y otros ingredientes podría formar parte de tu dieta aunque estés intentando adelgazar.
¿Cuál es el secreto? Sustituye la harina de trigo, el ingrediente más perjudicial, por algún sustituto vegetal que haga las veces de masa. Puedes elaborar una masa casera «100% apta para vegetarianos» mezclando calabacín, zanahoria y huevos.
Si la masa vegetal no te gusta, opta por harina de granos integrales. Como recuerda la Clínica Mayo, sólo ésta conserva los nutrientes de los cereales.
No olvides que los carbohidratos de la harina de trigo refinada, la que suele usarse para la pizza, se asocian con todo tipo de enfermedades.
Hamburguesas
Están de moda, y cada vez hay más establecimientos donde las sirven smash, como en los Estados Unidos, o las adaptan a otros países y culturas. Independientemente de cómo cocines tus hamburguesas, suelen llevar pan de harina de trigo, quesos con aditivos y conservantes, y salsas poco saludables.
Pero hay una buena noticia. Si tienes tiempo de hacer las hamburguesas en casa, y te encargas de la carne, puedes evitar que sean una «bomba de calorías». ¿Cómo? Comprando la carne picada y asegurándote de que sea carne vacuna -no porcina-, y acompañando la hamburguesa únicamente con vegetales.
Patatas fritas
A pesar de lo que podrías imaginar, pues se trata de una verdura, las patatas fritas que vienen junto a las hamburguesas son tu peor enemigo. Este alimento originalmente sano deja de serlo por las grandes cantidades de aceite frito de mala calidad que absorbe.
Comer una porción de patatas de vez en cuando no será un problema, pero procura optar por alternativas más saludables como el puré o las patatas al vapor.
Y si tienes que elegir una bebida para acompañar tu hamburguesa y tus patatas fritas, que sea agua. Los refrescos azucarados contienen azúcares, probablemente más de los que imaginas. La revista científica SciELO los relaciona con un mayor riesgo de obesidad, diabetes y otras patologías.
Bollería
De todas las sustancias que se utilizan en la industria alimenticia, el azúcar es la más dañina para las células y, por consiguiente, para el cuerpo humano. Lamentablemente su sabor nos resulta placentero porque provoca la liberación de dopamina en el organismo, y eso hace que no podamos dejar de comer bollería. ¿Quieres comer algo dulce pero que no engorde? Haz tu bollería en casa, pero en vez de usar azúcares procesados endulza tus recetas con crema de cacahuete.
La Federación Española de la Nutrición explica que el cacahuete aporta «proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fibra, fósforo, potasio, zinc, magnesio, niacina, tiamina, folatos, vitamina E y vitamina B6». Es rico en fibra, por tanto, naturalmente saciante, y no tiene contraindicaciones.
Otro endulzante inofensivo es el plátano. Pero no cualquiera vale, sino que debes esperar a que esté lo suficientemente maduro. Los plátanos maduros contienen mayor cantidad de fructosa, el azúcar que traen las frutas, por lo que son claves en tus postres, batidos y pancakes si deseas darles un sabor dulce.
Ketchup
¿Le pones esta salsa de tomate a todo lo que comes? Es una pésima idea, especialmente si buscas bajar de peso. A pesar de que su sabor no es dulce, cada cucharada de ketchup contiene muchísimo azúcar y otros aditivos y conservantes que afectan tu salud.
Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación advierten que mientras que «en el tomate frito es un corrector de la acidez, con una presencia del 1,4%«, en el «ketchup el azúcar es un ingrediente más», con una presencia del 22,9%. Es decir, por cada cuatro cucharadas de ketchup prácticamente una entera es azúcar.
Afortunadamente, cada vez más marcas están vendiendo variedades de ketchup con menor cantidad de azúcares añadidos. Si seleccionas alguna, que sea una de éstas.