Contenido
- 0.1 Casi nadie lo sabe, pero éste es el fruto seco que comemos en España y que acaba con el colesterol
- 0.2 Soy endocrino y ésta es la razón por la que jamás debes comer fruta a estas horas del día
- 0.3 3 hábitos que voy a empezar a practicar para llegar al verano con un cuerpo 10
- 1 Olvídate de estas dietas este verano
En un mundo obsesionado con las soluciones rápidas y los cuerpos ideales, no sorprende que las dietas de moda ganen cada vez más adeptos. Prometen resultados milagrosos en poco tiempo y suelen apoyarse en estrategias restrictivas que llaman la atención de quienes desean cambiar su físico de forma urgente. Sin embargo, no todas las dietas que circulan en redes sociales o que se promocionan en libros y programas de televisión son beneficiosas. Éstas son las más peligrosas para bajar peso.
Algunas pueden suponer un riesgo serio para la salud, especialmente cuando no se ajustan a las recomendaciones de organismos internacionales especializados, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha alertado en múltiples ocasiones sobre ciertos patrones alimentarios perjudiciales. La OMS insiste en que una alimentación saludable debe estar basada en el consumo regular de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, junto con una reducción significativa del azúcar libre, las grasas saturadas y los productos ultraprocesados. Sin embargo, muchas de las dietas populares hacen justo lo contrario: eliminan grupos de alimentos esenciales, promueven restricciones extremas y generan desequilibrios nutricionales con consecuencias a medio y largo plazo. Si quieres perder peso antes del verano, entonces recurre a un especialista.
Olvídate de estas dietas este verano
Entre las dietas que la OMS no recomienda, destacan las llamadas detox, las que incluyen productos ultraprocesados supuestamente “light” o “fit”, y aquellas que excluyen de forma tajante categorías completas de alimentos sin justificación médica o científica.
Las dietas detox: mitos sin evidencia
Las detox, también conocidas como limpiezas o desintoxicaciones, se han convertido en tendencia, sobre todo tras las épocas de excesos alimentarios. Se basan en el supuesto de que el cuerpo necesita ayuda externa para eliminar toxinas, y suelen englobar el consumo exclusivo de zumos, infusiones o batidos durante varios días.
Sin embargo, la evidencia científica es clara: no existen pruebas de que estas dietas contribuyan realmente a la desintoxicación del cuerpo. El hígado, los riñones, los pulmones y la piel cumplen esta función de manera natural y eficaz. Puede ser que algunas personas que beban zumos durante todo el día se adelgacen, pero luego hay un efecto rebote importante y está la posibilidad de ganar peso de forma rápida.
Según la OMS, una alimentación saludable debe ser variada y equilibrada. El organismo desaconseja cualquier pauta dietética que limite de manera drástica la ingesta calórica o que suprima grupos de alimentos por completo, salvo indicación médica.
En general, las dietas detox pueden provocar efectos adversos como fatiga, dolores de cabeza, mareos e incluso deficiencias nutricionales graves. Además, fomentan una relación poco saludable con la comida, al asociarla con culpa y necesidad de “limpieza” constante.
Ultraprocesados: enemigos silenciosos
Otro de los grandes puntos de atención de la OMS es el consumo creciente de alimentos ultraprocesados. Estos productos suelen tener un alto contenido de azúcar, sal, grasas saturadas y aditivos químicos. Aunque muchas veces se presentan como opciones fitness o saludables, y en envases atractivos con etiquetas como bajo en grasa o sin azúcar añadido, lo cierto es que pueden ser altamente perjudiciales para la salud.
Estudios revisados por la European Food Safety Authority (EFSA) han vinculado el consumo frecuente de ultraprocesados con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
Por esto, la OMS coincide y añade que estos productos pueden entonces llegar a desplazar el consumo de alimentos frescos y nutritivos, lo que contribuye a una dieta desequilibrada y deficitaria en nutrientes esenciales. Además, su fácil disponibilidad y bajo coste los convierten en una elección habitual, especialmente entre personas jóvenes o con poco tiempo para cocinar.
Dietas restrictivas sin respaldo médico
En la lista de pautas alimentarias no recomendadas también figuran las dietas que eliminan completamente grupos de alimentos como los carbohidratos, los lácteos o el gluten sin que exista una razón médica que lo justifique.
La eliminación de estos componentes puede parecer eficaz a corto plazo para la pérdida de peso, pero en realidad conlleva riesgos nutricionales, especialmente si no está supervisada por profesionales de la salud.
Además, este tipo de dietas favorecen trastornos de la conducta alimentaria, como la ortorexia, caracterizada por una obsesión poco saludable por comer “limpio” o “perfecto”.
La importancia del equilibrio en una buena alimentación
Frente a estas dietas extremas, la OMS propone entonces centrarse en una vida saludable, más realista, sostenible y beneficiosa a largo plazo: el equilibrio. Comer sano no significa eliminar ni castigarse, sino aprender a elegir alimentos nutritivos, adaptar las porciones a las necesidades personales y mantener una relación positiva con la comida. No hay alimentos buenos o malos en sí mismos, sino contextos y frecuencias que hacen la diferencia.
Incorporar frutas y verduras a diario, limitar el consumo de sal y azúcares añadidos, evitar bebidas azucaradas, y reducir las carnes procesadas son solo algunas de las claves para una alimentación saludable.
Esto y que, además, se recomienda fomentar la cocina casera, prestar atención a las señales de hambre y saciedad, y no caer en las modas dietéticas que prometen resultados inmediatos sin respaldo científico.
Más ciencia, menos moda
Aunque las redes sociales y las celebrities sigan fomentando determinadas dietas milagrosas, es importante recordar que una alimentación saludable debe estar basada en evidencia científica, no en tendencias pasajeras. La OMS y otras instituciones internacionales coinciden y señalan que la clave para una buena salud está en la moderación, la variedad y el sentido común.
Por tanto, evitar las dietas detox, los ultraprocesados y los planes restrictivos sin fundamento médico no solo es una recomendación prudente, sino una forma de cuidar nuestro bienestar físico y emocional.
Ante esto, hay que saber escuchar al cuerpo, confiar en la ciencia y apostar por hábitos sostenibles. Pues es la mejor inversión en salud que podemos hacer.
Dietas sí recomendadas
Aunque es el médico quien debe decirnos qué comer según nuestra figura y condición, hay determinadas dietas, como la mediterránea, que sí son reconocidas y aconsejadas por la OMS. La base son los productos frescos y naturales, frutas, verduras, pescado y algo de carne, entre otros.