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También conocido como «carne de trigo», «gluten de trigo» o «proteína de trigo», el seitán es un producto de origen vegetal con un extraordinario parecido tanto en aspecto como en textura a la carne animal. Como las denominaciones alternativas indican se trata de un alimento hecho de gluten, la principal proteína del trigo.
Gracias a la proliferación de las dietas veganas y vegetarianas, el seitán se ha vuelto muy popular en muchas partes del mundo, y España no es la excepción. Curiosamente, a pesar de esto, muchos siguen sin saber cuáles son las propiedades y los beneficios del seitán para la salud. Repasemos algunos de ellos.
La fama del seitán se debe, entre otras cosas, a que es uno de los pocos sustitutos de la carne que aporta una gran cantidad de proteína pero no contiene soja. Sumado a eso, es un alimento sumamente versátil, que se puede acoplar a toda clase de recetas y platos, cuyo sabor es manipulable para que guste a todos. Como contrapartida, el seitán industrializado es menos saludable ya que posee sodio e ingredientes de relleno que suelen tener efectos secundarios negativos.
¿Cómo se hace el seitán?
Este sustituto de la carne, que es un elemento básico en la cocina de China, Japón y otros países del este y sudeste asiático, fue creado en el año 1962. Desde entonces es elaborado lavando la masa de harina de trigo con agua hasta que se hayan eliminado todos los gránulos de almidón, dejando el gluten pegajoso e insoluble como una masa elástica parecida al caramelo.
Luego, esta masa se corta en trozos y se cuece antes de consumirse. Su característica particular es la densidad, que lo relaciona más con la carne animal que con otros productos de origen vegetal que han intentado emularla en estas décadas. Respecto a su sabor es neutro, y tiende a absorber los sabores de especias y otros complementos. Así se evita que provoque rechazo en ciertos paladares.
Información nutricional del seitán
La Academia Española de Nutrición y Dietética explica que «si bien la proporción proteica del seitán es muy similar a la de la carne, el tipo de proteína que aporta no es igual. El seitán procede del trigo, que como sucede con otros cereales, presenta algunos aminoácidos limitantes. Por eso, aunque se hable del seitán como «carne vegetal», en realidad no es idéntico a la carne animal. Debe complementarse esta proteína con otras para prescindir de la carne animal.
Por otro lado, la misma fuente señala que el seitán «no contiene hidratos de carbono, ni grasas». Esto lo convierte en el complemento idóneo para combinar con alimentos ricos en hidratos, como los tubérculos o los cereales. Si quieres adelgazar, es perfecto para que bajes de peso sin tener que sufrir hambre.
Una porción de 30 gramos de seitán, lo que se aconseja como ración para un día, proporciona estos nutrientes según IFEMA Madrid:
- 104 calorías
- 21 gramos de proteína
- 4 gramos de carbohidratos
- 0,5 gramos de grasa
- 16% de la ingesta diaria de selenio
- 8% de la ingesta diaria de hierro
- 7% de la ingesta diaria de fósforo
- 4% de la ingesta diaria de calcio
- 3% de la ingesta diaria de cobre
Como queda claro, es un alimento rico en algunos de los nutrientes esenciales para el cuerpo humano. Éstos participan de las funciones orgánicas y son claves para que exista una respuesta metabólica a las demandas de las células. Destacan sus aportes de selenio, hierro y fósforo, y su escasa proporción de calorías.
¿Cuáles son las ventajas de consumir seitán?
En general, y según el Repositorio Institucional Conicet Digital en el artículo Seitán como ingrediente de alimentos novedosos y su caracterización, en base a un estudio, los resultados evidenciaron que los productos elaborados con seitán son satisfactorios, poseen un alto grado de aceptación y son agradables en lo que respecta a sus características organolépticas.
“Con este trabajo se pretende sentar las bases para generar futuras investigaciones y, al mismo tiempo, promover la elaboración artesanal del seitán y de los alimentos preparados a partir de esta proteína vegetal, ampliando el conocimiento de la sociedad sobre la gran alternativa disponible en cuanto a su dieta habitual”.
Igualmente se establece que no debe abusarse de su consumo ya que por su elevado nivel proteico podría excederse la cantidad de proteínas recomendadas en una dieta estándar.
Por otra parte, como es un derivado de trigo, su composición proteica no es completa porque carece de uno de los aminoácidos esenciales, la lisina, por lo cual para aumentar su valor nutricional puede ser combinado con diversos alimentos, tales como legumbres.
Alto en proteínas
Lo más sobresaliente son sus proteínas, que permiten la reparación de los tejidos y el desarrollo de los músculos. Aunque la proteína por sí sola no mejora el rendimiento deportivo, las investigaciones han demostrado que, en una dieta sana, mejoran la capacidad de reacción ante la exigencia moderada o intensa.
Ayuda a crear saciedad
Un informe publicado originalmente en la revista Nutrition & Metabolism, y compartido por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, detalla que quienes siguen una dieta proteica deberían seleccionar con mucho cuidado su fuente de proteínas, ya que algunos alimentos ricos en ellas, pero de origen animal, además contienen altos niveles de grasas saturadas y colesterol. Citan la proteína de soja, las judías y el seitán o nueces como sustitutos.
Uno de los beneficios de la proteína del seitán es su poder saciante. Consumiéndolo regularmente, será más difícil que caigas en la tentación de los procesados.
Ideal para los alérgicos a la soja
Habiendo cada vez más individuos alérgicos a la soja alrededor del planeta, el seitán es una posibilidad más que atractiva para sus dietas veganas/vegetarianas.
¿Cuáles son las desventajas de consumir seitán?
Los efectos secundarios negativos del seitán son las reacciones adversas en alérgicos al trigo o al gluten y, en los productos industriales, la presencia de esos añadidos que pueden causar problemas de salud con el paso del tiempo.
Por último, lo ya mencionado en cuanto a que no es una proteína completa, así que debes complementarla con tubérculos, cereales y otros alimentos que, juntos, sí puedan suplir esa carne animal que no estás incorporando a tu alimentación.