Contenido
- 0.1 El efecto que tiene en tu cuerpo desayunar zumo de naranja todos los días: así afecta a tus riñones
- 0.2 El truco de una experta para dejar de comer dulce: la clave está en lo que desayunas
- 0.3 La bebida que más aumenta el azúcar en sangre y que tomas a menudo
- 1 ¿Cuáles son los métodos más eficientes para lavar las fresas?
Las fresas son sabrosas y frescas, en especial para poder disfrutarlas en la primavera. Tanto si las prefieres consumir solas, en batidos o cocinar como postres, hay que lavar las fresas correctamente para acabar con los químicos. Al tratarse de un fruto delicado y con superficie porosa, su mantenimiento es una medida para garantizar la condición bromatológica de la fruta. Cuando las lavamos, acabamos con las impurezas y aseguramos un consumo mejor para evitar alterar su sabor y textura.
Según Frutería Silvestre de Madrid, las fresas están expuestas a distintos factores que pueden alterar su seguridad alimentaria tras el crecimiento y la cosecha. En ese sentido, es importante lavar las fresas correctamente por la presencia de tierra y residuos agrícolas. «Al cultivarse en contacto directo con la tierra, las fresas pueden contener restos de polvo, barro e incluso pequeñas partículas de fertilizantes», explican miembros de Frutería Silvestre. A su vez, advierten sobre la posibilidad de que las fresas contengan restos de pesticidas. A pesar de los controles que se llevan adelante, existe la posibilidad de que queden residuos en la superficie de la fruta y lavarlas adecuadamente ayuda a reducir esta exposición. A través del correcto lavado, se reduce el impacto de microorganismos y bacterias que pueden estar presentes en el suelo o transferirse durante la cosecha y el transporte. Los expertos advierten que, desde la recolección y hasta que llegan a casa, las fresas pasan por distintas manos y recipientes. Al lavarlas se reduce la posibilidad de que se genere contaminación cruzada.
¿Cuáles son los métodos más eficientes para lavar las fresas?
La salubridad de los alimentos es una necesidad elemental para garantizar la nutrición y seguridad alimentaria en todos los hogares. Para lograrlo, es importante disponer de información sobre cómo lavar las frutas y verduras para un consumo responsable.
La temporada de fresas en primavera y verano nos recuerda la importancia de las medidas de higiene en el hogar para lavarlas bien y conservarlas de manera eficiente. En este sentido, existen varios métodos para hacerlo sin afectar su calidad.
Agua corriente
Lavar las fresas bajo un chorro suave de agua fría durante unos segundos y frotar ligeramente con los dedos cada fresa para eliminar los restos de suciedad.
Bicarbonato de sodio
Este método para lavar las fresas consiste en disolver una cucharada de bicarbonato de sodio en un litro de agua y dejar las fresas en remojo por 10 minutos. «Es un método que ayuda a eliminar residuos químicos y microorganismos», afirman desde Frutería Silvestre.
Solución de agua y sal
Es una preparación ideal para eliminar posibles larvas e insectos. Tienes que mezclar una cucharadita de sal en un bol con agua y dejar reposar las fresas por 5 minutos antes de enjuagarlas.
¿Por qué es importante limpiar bien las fresas?
Esta fruta es delicada y si no se aplica una correcta manipulación puede estropearse, perder su frescura, textura y sabor.
Tras comprarlas, es conveniente que las laves enteras (sin cortar) y con el rabito para evitar que absorban agua y pierdan firmeza.
Luego, debes secarlas suavemente con papel de cocina o un paño limpio para evitar que se estropeen. Es importante que no las dejes demasiado tiempo en remojo porque pueden ablandarse y perder la frescura.
¿Cómo conservar las fresas?
En la web La cocina, el estilista gastronómico Jesse Szewczyk explica de qué manera conserva las fresas por más tiempo. Para eso, recomienda escurrirlas y secarlas correctamente.
«Una centrifugadora de ensaladas forrada con toallas de papel te garantiza mayor seguridad de que se van a secar completamente», dice Jesse Szewczyk. Una vez secas, colocas las fresas en un recipiente forrado con toallas de papel, pones la tapa sin apretar ni sellar y las metes en el refrigerador.
«A lo largo de la semana prácticamente ninguna de las fresas se había echado a perder. No tuve que desechar ni una sola y el único deterioro notable fueron algunas manchas oscuras», explica el estilista gastronómico.
Para el profesional de la cocina, la centrifugadora de ensaladas resulta una herramienta ideal porque las fresas se secan por completo y la toalla de papel no muestra ningún rastro de humedad.
«Las fresas se mantienen frescas y firmes toda la semana y prácticamente no muestran signos de deterioro. Parecen recién compradas y están casi tan frescas como el primer día», sostiene Jesse Szewczyk.
Es importante detenernos en aplicar una buena higiene de tus alimentos para obtener una alimentación segura que previene la transmisión de virus y bacterias. Para disfrutar el sabor y la frescura de tus frutas, tienes que saber cómo lavar las fresas correctamente antes de consumirlas y para eso debes utilizar agua corriente, bicarbonato de sodio o solución de agua y sal.