Contenido
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- 1 ¿Están los quesos relacionados con el deterioro cognitivo?
Muchas veces se suele escuchar que determinadas prácticas de nuestro día a día afectan significativamente nuestro cuerpo y su funcionamiento. La alimentación no es algo ajeno a ello, y también es señalada como uno de los factores que puede influir en nuestra integridad física. En ese sentido, la ciencia ha indagado en cuantiosos estudios cuál es la relación entre la alimentación y la salud cerebral, como por ejemplo cómo los quesos que están relacionados con el deterioro cognitivo. Además hay otros alimentos que pueden impactar de lleno en tu salud.
Cabe destacar que el deterioro cognitivo puede tener varios factores que influyan sobre él: esto es, no sólo por la forma en la que nos alimentamos está condicionada nuestra salud cerebral, aunque sí es muy importante que tengamos conciencia sobre ello. Por ejemplo, la ingesta de demasiados ultraprocesados, alimentos con altos índices de grasas saturadas, y aquellos que contienen mucha sal son los más señalados como nocivos para la salud. En ese sentido, el queso podría ser uno de los más cuestionados, ya que posee varios ingredientes dañinos para la salud, aunque también es fuente de proteína, y de las mejores que se pueden encontrar en el mundo. Es por ello que es fundamental conocer los pros y los contras de este alimento en sus distintas variantes para conocer sus verdaderos efectos sobre la salud cerebral y general del cuerpo humano.
¿Están los quesos relacionados con el deterioro cognitivo?
Según el Dr. Mill Etienne, profesor asociado de Neurología en New York Medical College, los estudios científicos sobre cómo el consumo de queso afecta la salud cerebral han tenido resultados dispares. «Esto puede deberse a que muchos de los estudios preguntan a los participantes sobre el consumo de queso en general y no sobre el queso específico consumido», afirma. Sin embargo, algunos estudios científicos sí hacen una distinción. Por ejemplo, el Dr. Etienne señala un estudio realizado en Japón que vincula el queso feta y el cheddar con una mejor memoria y función cognitiva.
Según el experto, «Al elegir un queso (teniendo en cuenta la salud cerebral), debemos considerar el que tenga menos grasas saturadas, lo que incluiría quesos como la mozzarella, el feta y el requesón». Explica que esto se debe a que existe una conexión entre una dieta alta en grasas saturadas y un mayor riesgo de demencia.
El Dr. Etienne comenta que, como es intolerante a la lactosa, prefiere los quesos bajos en lactosa, como el suizo, el parmesano y el cheddar. «También suelo poner queso feta, elaborado con leche de cabra o de oveja, en mis ensaladas», añade.
Está claro que debemos considerar que no todos los quesos son dañinos para nuestro cerebro. Existen distintas variantes de este producto, que pueden ser más naturales o menos, y que en ello radica si son una buena opción para nuestra salud o no.
En ese sentido, es importante conocer el origen del queso. El mismo proviene de la leche de vaca, que según la Fundación Española del Corazón «presenta un alto valor nutritivo, principalmente por su elevado contenido en proteínas, calcio y vitaminas A y D·.
En ese sentido, aconseja que la porción recomendada por día sea de 40-60 g de queso curado (2-3 lonchas); mientras que, del fresco, sea una porción individual, es decir 80-125 g. Es decir, que, si se hace un consumo moderado, son más los nutrientes que se adquieren que las contraindicaciones.
Sin embargo, también algunos que están más desaconsejados que otros, como por ejemplo los procesados, además de los que son para untar y los envueltos individualmente. La pregunta reside en por qué: es que se trata de quesos que contienen conservantes e ingredientes extras, como el añadido de sodio, conservantes y aditivos, que los transforman en ultraprocesados, y por ende, más desaconsejados para la salud.
Cabe destacar que esto no quiere decir que hay que eliminar por completo el queso de nuestra dieta cotidiana, sino más bien que hay que elegir aquellos que son más “naturales” y no poseen tantos conservantes ni aditivos que ayuden a su conservación.
¿Qué quesos ayudan a contrarrestar el deterioro cognitivo?
Los quesos más aconsejados para evitar el deterioro cognitivo son los quesos feta, el suizo, el cheddar, el parmesano, y el brie. Es decir, optar por aquellos que contengan menos ingredientes extras nocivos para la salud. Y los que ha pronunciado el neurólogo, siendo los más perjudiciales aquellos con mayor sal y grasa.
Ya que aquellos que tienen exceso de sodio y contenido de grasa saturadas ponen en riesgo la salud cardiovascular, y afectar la irrigación de sangre al cerebro. Es decir, que, si la alimentación pone en riesgo nuestra salud cardiovascular, probablemente también acabe entonces por afectar la salud cerebral. E influye sobre la función cognitiva debido a que se trata de una afección muy indirecta.
¿Cómo influye el consumo de quesos relacionados con el deterioro cognitivo?
Por otro lado, las grasas saturadas que tienen los quesos procesados provocan inflamación en todo el cuerpo, incluidos los distintos órganos, y el cerebro. Esta inflamación, si se convierte en una situación crónica, puede provocar distintas enfermedades degenerativas, entre ellas Alzheimer; por lo que reducir los alimentos altos en grasas saturadas es esencial para mantener una salud equilibrada.
Finalmente, el exceso de sodio puede producir un aumento de la presión arterial en todo el organismo. Esto conlleva problemas cardiovasculares, que afectan al cerebro, sobre todo cuando se convierte en una hipertensión crónica. Esto pone en riesgo los vasos sanguíneos y afecta a la cantidad de oxígeno que llega al cerebro que acaba por influir en la función cognitiva.
Entonces, ¿qué quesos no están relacionados con el deterioro cognitivo?
Tal como se mencionó, los quesos frescos son los que mejor resultan a nuestro cuerpo, y también aquellos que tienen menos sal, menos conservantes y aditivos.
Sin embargo, es importante considerar que «las recomendaciones dietéticas actuales reconocen la contribución de los quesos a una dieta saludable», según la Organización Interprofesional Láctea española, por lo que no es necesario erradicarlo por completo de la dieta, sino aprender a elegirlos.