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Los probióticos son microorganismos vivos, como bacterias y levaduras, que al consumirlos proporcionan beneficios para la salud. Se encuentran naturalmente presentes en algunos alimentos -muchos de ellos fermentados-, pero hay una sorprendente fruta española que tiene más probióticos que el yogur.
¿Crees que eso es imposible? Déjanos decirte que la ciruela, en varias de sus presentaciones, aporta hasta 10 veces más probióticos que el yogur de siempre.
De hecho, uno de los secretos mejor guardados de esta fruta es su potencial como fuente de probióticos sin pasar por el proceso de fermentación de los demás productos. Consumir una porción de ciruelas a diario ayuda a tener una buena digestión, ya que contribuye a la microbiota intestinal, la «comunidad» de microorganismos que tenemos en el tracto digestivo. Y uno de los componentes principales de la ciruela es la fibra, un prebiótico que nutre a la microbiota.
Así es la fruta que tiene más probióticos que el yogur
Según el MAPA, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la ciruela «es un alimento recomendable en casos de estreñimiento, ya que tiene efecto laxante suave. Este efecto es debido a la combinación de varios factores: la composición de la fibra soluble e insoluble; pero sobre todo, debido a su alto contenido en sorbitol y en compuestos derivados de la hifroxifenilxantina, sustancia que estimula suavemente los movimientos peristálticos de los intestinos».
Gracias a la pectina, entre otras sustancias, la ciruela promueve el crecimiento y la actividad de las cepas probióticas, como el lactobacilo y el bifidobacterium. Considerada por algunos como un «superalimento», una de sus grandes ventajas es que es una fruta muy económica durante su temporada de cosecha.
Generalmente, entre los meses de julio y septiembre podemos comprar hasta un kilo de ciruelas por menos de un euro. ¡Tu bolsillo lo agradecerá!
El caso es que la ciruela es típica de la temporada primaveral y de verano, y reporta importantes beneficios que han pasado desapercibidos largos años. Por suerte, algunos nutricionistas se centraron en lo fácil que resulta acceder a ellas como en su precio.
Si a eso le sumamos que por su versatilidad es posible incluirla tanto en todo tipo de recetas, entonces estamos ante una aliada para los problemas digestivos más comunes.
Más beneficios de la ciruela
Esta fruta tiene otras acciones que se complementan, en mayor o menor medida, con sus probióticos. La ciruela es más completa de lo que alguna vez hubieras pensado y no tiene contraindicaciones, por lo que todos pueden disfrutar de sus propiedades sin sufrir efectos secundarios por su ingesta.
Abundantes en antioxidantes
Las ciruelas cuentan con vitamina C, tocoferoles y betacaroteno, tres antioxidantes efectivos. Pero las variantes rojas y moradas son las que destacan en este sentido, ya que disponen de los beneficios adicionales de otro antioxidante llamado antocianina.
La Fundación René Quinton, en su web oficial, explica que éstas «mejoran el perfil lipídico, son diuréticos y tienen propiedades hemostáticas». También protegen al corazón y reducen el colesterol en la sangre, favoreciendo además «el control de la tensión».
Asimismo, de la antocianina sobresale su aprovechamiento en el tratamiento de la cistitis, prostatitis y del resfriado.
Regulan la glucosa en sangre
Más allá de la antocianina, las ciruelas regulan la glucosa en sangre por la combinación de fibra, prebióticos y adiponectina. Investigaciones científicas demostraron que el aumento de los niveles de adiponectina se vincula con una probabilidad más baja de padecer picos de azúcar en la sangre.
Disminuyen la presión arterial: más probióticos
El potasio de las ciruelas disminuye la presión arterial al relajar la tensión en las paredes de los vasos sanguíneos y favorecer la eliminación del sodio directamente a través de la orina. Los niveles de presión arterial elevados pueden derivar en problemas como insuficiencia o ataques cardíacos y muerte súbita.
Buenas para la salud ósea
La American Academy of Physician Associates informa que las ciruelas pasas combaten el daño óseo que genera el paso del tiempo en los seres humanos. Citan estudios que demuestran que comer 5 o 6 ciruelas al día puede tener un efecto positivo en la salud ósea de las mujeres posmenopáusicas y otros con evidencia suficiente de quienes comen de 10 a 11 ciruelas al día muestran un incremento en la «densidad mineral ósea de ciertas zonas del cuerpo».
¿Cómo añadir ciruelas pasas a nuestra dieta?
Es bastante fácil añadir las ciruelas a tu dieta. Puedes consumirlas como snack, con lo que evitas caer en los ultraprocesados con grasas y azúcares. Puedes incorporarlas a tus desayunos acompañando el yogur para obtener una «bomba de probióticos» o echarlas en las ensaladas para darles un sabor agridulce, una opción ideal durante el verano.
Otra alternativa son las recetas dulces, como los batidos o postres, donde aportan su sabor y nutrientes.
Respecto a las jaleas y mermeladas de ciruelas, asegúrate de que sus porcentajes de azúcares no sean demasiado elevados. O prepáralas en tu propia casa.