Contenido
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- 1 Cómo puedes adelgazar y no volver a recuperar el peso
Reducir los carbohidratos es una de las estrategias más efectivas para perder peso y mejorar la salud. Los carbohidratos refinados, presentes en alimentos procesados, pan blanco, pasteles y refrescos, son rápidamente absorbidos por el cuerpo, lo que provoca picos de insulina y aumenta el almacenamiento de grasa. El exceso de estos carbohidratos no solo contribuye al aumento de peso, sino que también puede desencadenar una serie de problemas de salud, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y problemas metabólicos. Por lo tanto, moderar su consumo es esencial para mantener un cuerpo saludable y equilibrado.
El Dr. Guillermo R. N., médico y nutricionista afirma que «la única medida radical que el mundo necesita es disminuir la cantidad de carbohidratos que consume, aunque haya mucha gente que vaya a los gimnasios y se matan haciendo ejercicios y te dicen que los carbohidratos son buenos. Claro porque los estas consumiendo y gastando y aún así te está haciendo daño, pero no estás engordando. Pero eso no quiere decir que para todo el mundo sea igual». Al reducir los carbohidratos en nuestra dieta, el cuerpo entra en un proceso conocido como cetosis, donde empieza a quemar grasa como fuente principal de energía. Este proceso no solo ayuda a bajar de peso, sino que también mejora el control del azúcar en sangre, reduce la inflamación y promueve una mayor claridad mental. Además de reducir los carbohidratos, es importante adoptar una dieta balanceada rica en proteínas, grasas saludables y fibra, para asegurar que el cuerpo reciba todos los nutrientes esenciales sin sacrificar la energía ni el bienestar. Cuidar nuestra alimentación no solo mejora la figura, sino que también previene enfermedades crónicas.
Cómo puedes adelgazar y no volver a recuperar el peso
StatPearls Publishing define a los carbohidratos como «uno de los tres macronutrientes de la dieta humana, junto con las proteínas y las grasas. Estas moléculas contienen átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno. Los carbohidratos desempeñan un papel importante en el cuerpo humano. Actúan como fuente de energía, ayudan a controlar la glucosa en sangre y el metabolismo de la insulina, participan en el metabolismo del colesterol y los triglicéridos y ayudan con la fermentación».
Aunque son una fuente importante de energía para el cuerpo, no todos los carbohidratos son iguales. Existen carbohidratos complejos y simples, y es el exceso de los simples (como los azúcares refinados y los alimentos procesados) el que puede tener un impacto negativo en el peso corporal.
Beneficios de reducir carbohidratos para bajar de peso
Mayor probabilidad de pérdida de grasa
Cuando consumes menos carbohidratos, el cuerpo entra en un estado en el que empieza a utilizar la grasa almacenada como fuente de energía. Alberto Cara, especialista en nutrición, asegura que «los carbohidratos te ayudarán a preservar tu masa muscular y esto es clave en un proceso de pérdida de grasa no solo por el resultado estético sino porque el tejido muscular juega un papel fundamental en tu metabolismo y tu salud».
Esto es especialmente efectivo para la pérdida de peso, ya que la grasa corporal se convierte en la principal fuente de combustible, ayudando a reducir el porcentaje de grasa en el cuerpo y aumentando la masa muscular.
Mejora el control de azúcar en sangre
El exceso de carbohidratos refinados provoca el aumento de los niveles de glucosa, lo que puede llevar a una resistencia a la insulina y, eventualmente, a la diabetes tipo 2. Al consumir menos carbohidratos, se estabilizan los niveles de glucosa, lo que beneficia no solo a quienes desean perder peso, sino también a aquellos que buscan prevenir o manejar la diabetes.
Mejora los niveles de energía y claridad mental
A medida que tu cuerpo se adapta a usar la grasa como fuente de energía, muchas personas comentan que sienten así más energía y claridad mental, ya que la quema de grasa produce una energía más constante en comparación con la energía rápida pero fugaz de los carbohidratos.
Controla el hambre y los antojos
Una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a controlar el hambre. Esto se debe a que los carbohidratos simples tienden a elevar los niveles de insulina rápidamente. Como consecuencia de ello, provoca una caída en los niveles de azúcar en sangre y, como resultado, el aumento del hambre. Al reducir los carbohidratos puedes mantenerte saciado por más tiempo.
Cómo reducir los carbohidratos en tu dieta diaria
Opta por carbohidratos de bajo índice glucémico
No todos los carbohidratos son iguales. En lugar de eliminar todos los carbohidratos, enfócate en elegir aquellos que son más saludables, como los de bajo índice glucémico.
La Dra. Jessica Ruiz explica que las dietas con bajo índice glucémico se basan en consumir alimentos que tienen un índice glucémico bajo o moderado. Al elegir alimentos con bajo IG, se pueden evitar los picos de azúcar en la sangre y los bajones de energía que se producen después de comer alimentos con alto IG.
Podemos anotar ejemplos de carbohidratos saludables como son los granos integrales, las verduras de hoja verde, las legumbres y las frutas frescas.
Elimina los carbohidratos refinados y procesados
Uno de los pasos más importantes para reducir los carbohidratos es eliminar los alimentos procesados y refinados de tu dieta. Los panes blancos, las pastas, los dulces y los refrescos están llenos de azúcares añadidos y carbohidratos refinados, que no solo aumentan el almacenamiento de grasa, sino que también ofrecen pocos nutrientes. Opta por versiones integrales y naturales.
Aumenta la ingesta de proteínas y grasas saludables
Al reducir los carbohidratos, es esencial sustituirlos por fuentes de proteínas y grasas saludables. Las proteínas ayudan a mantener la masa muscular, lo que es vital durante la pérdida de peso.
Algunas opciones ricas en proteínas son los huevos, el pescado, el pollo y las legumbres. Las grasas saludables, como las del aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva, también proporcionan saciedad.
Elegir alternativas más saludables, limitar su consumo y estar atentos a las etiquetas son medidas sencillas pero efectivas para proteger nuestra salud. Como siempre, consultar con un profesional de la nutrición es la mejor manera de adaptar la dieta a nuestras necesidades individuales, priorizando alimentos frescos y naturales.