Contenido
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- 1 ¿Qué pasa si comes después de las 8 de la tarde?
Comer después de las 8 de la tarde es un tema que genera debate entre nutricionistas y expertos en salud. Muchas personas creen que hacerlo puede llevar inevitablemente al aumento de peso, mientras que otros sostienen que el horario no importa tanto como la cantidad y calidad de los alimentos consumidos. Sin embargo, la hora en la que se ingiere comida sí puede influir en cómo el cuerpo procesa los alimentos. Cuando comes tarde para cenar, el metabolismo puede ralentizarse, lo que afecta la digestión y la manera en que los nutrientes se procesan y almacenan. Además, los hábitos alimenticios nocturnos pueden influir en el sueño, la regulación de la insulina y los riesgos de ciertas condiciones de salud.
La Sociedad Chilena de Obesidad explica que «los cuerpos humanos tienen ciclos fisiológicos que duran aproximadamente 24 horas, denominados ciclos circadianos. Estos incluyen ciclos de ayuno/comida que ajustan los relojes periféricos en varios tejidos y estos últimos, a su vez, ayudan a regular el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos». En este sentido, «muchos sectores de la sociedad se han centrado menos en los horarios tradicionales de las comidas y las dietas se han vuelto comunes, lo que significa que los horarios de las comidas suelen ser irregulares», afirma la institución. La idea de que comer después de las 8 de la tarde puede ser perjudicial para la salud o causar aumento de peso es un tema ampliamente debatido. Muchas creencias populares rodean este hábito alimenticio, pero ¿cuánto de eso es cierto? veamos qué ocurre cuando comemos tarde por la noche, sus efectos en la salud y cómo establecer hábitos alimenticios que favorezcan un bienestar general.
¿Qué pasa si comes después de las 8 de la tarde?
«Por suerte no tenemos una hora marcada para que nuestro cuerpo engorde o adelgace como una varita mágica y todo depende de nuestro reloj biológico», afirma la doctora en farmacia Boticaria Garcia en el programa Saber Vivir de RTVE .
Uno de los mitos más extendidos es que cualquier alimento consumido después de las 8 de la noche se convierte automáticamente en grasa. La realidad es que el aumento de peso depende principalmente del balance energético: consumir más calorías de las que quemas. Sin embargo, la hora en que comes puede influir en tus hábitos.
Por ejemplo, las comidas nocturnas suelen estar asociadas a alimentos altos en calorías, como snacks procesados, porque tenemos más hambre si hace más horas que no hemos consumido nada. Y todo ello puede contribuir al exceso calórico y, eventualmente, al aumento de peso.
Mónica Acha, dietista y nutricionista tecnóloga de los alimentos, afirma en el canal Simple Blending, que comer pasadas entonces las 8 de la noche es un “medio mito”, es decir, «depende cómo comamos por la noche nos puede engordar o no. Lo que realmente nos engorda suele ser el total de la dieta. Una única comida no es la que nos va a engordar».
La especialista explica, también que «sí es verdad que dependiendo del momento del día podemos aprovechar o metabolizar unos nutrientes u otros».
Realidades cuando comes tarde
Puede afectar la calidad del sueño
Comer tarde, especialmente alimentos pesados o altos en azúcar, puede dificultar el sueño. El proceso de digestión activa al organismo, lo que puede interferir con los ciclos de sueño.
Además, problemas como el reflujo ácido son más probables si te acuestas poco después de comer. Pues deben pasar al menos dos horas entre comer e ir a dormir.
Impacta en la regulación hormonal
Comer tarde puede alterar las hormonas que regulan el hambre y la saciedad. Un sueño deficiente afecta la producción de grelina (hormona del hambre) y leptina (hormona de la saciedad), aumentando los antojos y ganas de comer de forma desesperada al día siguiente.
Afecta la salud metabólica
Según algunos estudios, cuando comes muy tarde puede influir en los niveles de glucosa e insulina en la sangre. Esto ocurre porque la sensibilidad a la insulina disminuye durante la noche, lo que dificulta así el control del azúcar en el cuerpo y puede aumentar el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina a largo plazo.
Recomendaciones para evitar comer tarde
Establece horarios regulares para tus comidas
Mantener un patrón de alimentación regular puede ayudarte a evitar la tentación de comer tarde por hambre descontrolada.
Cena temprano y ligero
Opta por alimentos fáciles de digerir, como proteínas magras, vegetales y carbohidratos complejos en porciones moderadas. «Si después de cenar me pongo a limpiar los cristales, antes de irme a la cama, voy a quemar ese plato. Pero si tras comer me voy a sentar en el sillón e inmediatamente a la cama, ahí no voy a quemar ese plato y esos hidratos de carbono los voy a almacenar en forma de grasa», explica Mónica Acha.
Evita alimentos procesados por la noche
Los snacks altos en grasas, azúcares y sodio son los más perjudiciales si se consumen antes de dormir.
Hidrátate bien durante el día
Muchas veces confundimos la sed con el hambre. Beber suficiente agua puede reducir los antojos nocturnos.
Escucha a tu cuerpo
Si tienes hambre antes de dormir, elige opciones saludables como un yogurt bajo en grasa, frutas frescas o un puñado de frutos secos.
Alternativas para satisfacer el apetito nocturno
Si de golpe tienes hambre por la noche, en lugar de recurrir a una comida pesada, considera alternativas saludables.
Por ejemplo, un té de hierbas sin cafeína, un batido de proteínas ligero o una porción pequeña de frutos secos pueden ayudar a calmar el hambre sin afectar la calidad del sueño.
Hay más recomendaciones: también puedes optar por frutas frescas como las manzanas o las peras, que son nutritivas y tienen un bajo contenido de calorías.
Como ves, debes tener presente a la hora que comes para cenar porque no siempre es bueno y puedes entonces dormir peor. Es mejor que , independientemente de la hora en la que cenes, sea ligero, nada picante, a base de frutas, lácteos, o bien hortalizas. Hay muchos ejemplos como una ensalada bien completa, un vaso de leche y avena, pescado, pavo, y especialmente fruta.