En los últimos años, el paradigma de la nutrición ha sido modificado debido a nueva información y avances en investigación; por lo que se puede decir que hay mucha información y sobre todo, confusa. Es por ello que es fundamental aprender a diferenciar con consciencia cuál será aquella que nos puede ser funcional a nuestros objetivos y cuál debemos dejar pasar de largo. Así evitamos confusiones o ejecuciones erróneas que puedan poner nuestro esfuerzo en jaque. En ese sentido, se puede analizar, por ejemplo, qué pasa con el azúcar de la fruta: si bien se podría pensar que debería estar prohibida para los diabéticos, lo cierto es que no pueden faltar en nuestra dieta diaria, ya que cuentan con cientos de propiedades beneficiosas para la salud.
Como consecuencia, la fruta es un alimento muy necesario para una nutrición completa y variada, pero también es una fuente de dos tipos de azúcar, la glucosa y la fructosa, que, en principio, podría parecer peligroso para determinadas personas. Sin embargo, el cuerpo no metaboliza de la misma forma el azúcar añadido que traen algunos alimentos, que aquella que es componente natural, como en el caso de la fruta. Es por eso que se debe contar con la información adecuada para poder tomar una decisión acorde a las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo y no dejarse llevar por la sobreinformación que muchas veces no conduce a un buen puerto, fundamentalmente, cuando no es totalmente clara y precisa.
¿Qué pasa con el azúcar de la fruta?
Según el artículo What to know about sugar in fruit, publicado por la web especializada, Medical News Today, la fruta cuenta con dos tipos distintos de azúcar: la glucosa y la fructuosa. Ambas tienen aportes muy distintos al organismo, y están presentes en la mayoría de las frutas, sin embargo, en las más dulces es donde hay más concentración de este componente.
Aún así, el cuerpo además de metabolizarla de una manera distinta que a la añadida, también en las frutas más dulces es menor que en aquellos alimentos que se encuentran endulzados artificialmente.
La fruta cuenta con cientos de propiedades beneficiosas para la salud, incluso de quienes tienen niveles de azúcar en sangre altos, ya que también es fuente de agua, vitaminas y minerales que pueden tener un impacto positivo en el organismo.
Cabe destacar que la principal diferencia entre el azúcar de las frutas con otro tipo de endulzantes artificiales, o azúcares añadidos que contienen la mayoría de los alimentos, es, además de la manera en la que nuestro cuerpo la asimila, que requieren de un proceso industrializado en el que se le suelen añadir otros aditivos que son perjudiciales para la salud, y que nuestro organismo los metaboliza de manera más rápida.
Entonces, ¿se debe o no consumir fruta en la dieta diaria?
«Siempre que sea posible, consume la fruta fresca de temporada con piel y bien lavada, ya que así se conservan las vitaminas, la fibra y los minerales. Sin embargo, la fruta cruda presenta menor digestibilidad que la cocida», sostiene la Fundación Española del Corazón respecto del tema.
Además, destacan la importancia de hacerlo de diversas maneras: si está pasada, puedes realizar una compota, o bien preparar licuados; mientras que también puedes sumarla a preparaciones como pasteles para darle tu propia personalidad saludable como el azúcar de la fruta.
En ese mismo sentido, destacan que tienen, además de azúcar, otras características nutricionales, como por ejemplo, vitaminas A, C, algunas del grupo B y ácido fólico; al igual que minerales, como el zinc, calcio, fosfatos, hierro, sílice, cloruros, magnesio, sulfato y potasio; también son ricas en fibras, contienen antioxidantes y son fuente de hidratación, ya que por lo general cuentan con un porcentaje de entre 80 y 90 por ciento de agua.
La mayoría de los consejos profesionales destacan que es mejor comerla de manera natural, y desestimar la versión congelada o envasada, aunque si ello impide crear el hábito de incluirla en tus comidas, es importante que puedas encontrar un equilibrio entre ambas formas de sumarla a tus ingestas diarias.
Comer fruta es sinónimo de saciedad, buena nutrición y variada, y también puede ser muy divertida sumarla a tus platos, ya que cuenta con colores vibrantes que suman color a tus comidas.
Qué dice la OMS sobre el azúcar de la fruta
La Organización Mundial de la Salud considera el azúcar de la fruta como un “azúcar naturalmente presente” o “azúcares intrínsecos”. Por lo que su consumo no se ha asociado a efectos negativos.
En concreto, la fruta aporta hidratos de carbono simples, principalmente fructosa, que es un monosacárido. Pero más allá de eso es muy buena fuente de fibra, vitaminas, minarles, antioxidantes y agua.
Así que lo mejor es hacer caso a los expertos, no pasarse con aquellas frutas que tenga mayor cantidad de azúcar aunque no es perjudicial.