Si adoptamos una alimentación sana es fundamental para cuidar tu salud y lograr un bienestar; pero sólo con eso no basta, también es importante mantenerse hidratado, hacer deporte y tener un buen descanso, además de cuidar de la salud mental realizando algo que nos ayude a liberar el estrés. Debemos elegir qué cosas nos sientan mejor, qué podemos hacer ocasionalmente, y cuáles debemos erradicar por completo para llevar un estilo de vida sano y prolongar nuestra calidad de vida. En ese mismo sentido es fundamental recibir la información necesaria para poder tomar mejores decisiones a la hora de planificar el menú semanal y realizar las compras adecuadas, como el pescado que no comen los médicos.
El Dr. Mahmoud Ghannoum, investigador del microbioma y cofundador de BIOHM, sostiene que el pescado frito, o el pollo frito, son perjudiciales para la salud a largo plazo, y haciendo un consumo abusivo de ellos, ya que ponen en riesgo la integridad cardiovascular. «Los estudios han demostrado que el aceite para freír podría modular negativamente el microbioma intestinal, lo que provocaría una exacerbación de la aterosclerosis (acumulación de grasa y otras sustancias en las paredes de las arterias)», sostiene el investigador especializado en el artículo publicado en el Huffpost, respecto de esta comida que suele ser muy habitual sobre todo en aquellas personas que no tienen tiempo ya que son de fácil cocción y muy sencillas de adquirir como comida rápida en cualquier lugar al paso.
El pescado que no comen los médicos
Sin dudas, el consumo de pescado frito puede traer varias complicaciones a la salud de las personas, fundamentalmente entre aquellos que tienen patologías relacionadas al corazón, ya que una de las principales complicaciones que establece es en las arterias, ya que el consumo de alimentos fritos es sinónimo de grasas saturadas y trans, que luego repercute en un aumento del índice de colesterol LDL, comúnmente mencionado como “malo”.
Pero no sólo ello, sino también es muy calórico, por el aceite que absorbe en la cocción, por lo que es el peor aliado para las personas que quieren bajar de peso, y también para quienes sufren de obesidad.
Por otra parte, consumir pescado frito es la peor manera si quieres incorporar los nutrientes que tiene este animal, debido a que freírlo destruye los nutrientes sensibles al calor que tiene el mismo, como por ejemplo el omega 3 que es beneficioso para el cerebro.
Finalmente, este tipo de cocción del pescado suele ser muy perjudicial para el metabolismo y la digestión, ya que es muy pesado porque son más difíciles de digerir por su alto contenido en grasa.
Otras formas más saludables de consumir pescado
Si el pescado es tu comida favorita, no tienes por qué dejar de consumirlo. Puedes hacerlo de una manera más beneficiosa para la salud, donde aproveches a fondo todas las propiedades nutricionales con las que cuenta.
Por ejemplo, puedes hacerlo a la plancha, que lleva menos aceite y según el tipo de pescado que se consuma, lleva casi el mismo tiempo que freírlo, o bien, cocinarlo a la parrilla, adobado de manera tal que puedas darle más sabor que el que conoces.
Al horno es una de las opciones más comunes de cocción de este tipo de comidas, al igual que la carne de vaca o cerdo, ya que conserva el sabor, y es saludable para todos; puedes añadir algunas gotas de aceite de oliva para realzar el sabor, así como también una mezcla de hierbas.
Finalmente, dos opciones más son al vapor y escalfado: la primera de las mencionadas es ideal para no añadir grasas y aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales; mientras que la segunda, implica cocerlo en algún líquido caliente, pero sin que llegue a un hervor máximo, mantiene el pescado tierno y jugoso.
¿Por qué no comer pescado frito?
«La excusa de muchas personas para alimentarse con comida rápida y bollería industrial es la falta de tiempo para preparar a diario sus menús. Sin embargo, cuando cocinar a diario no resulta una alternativa viable para ti, te animamos a que organices para hacerlo, por ejemplo, durante el fin de semana», sostiene la Fundación Española del Corazón respecto de este hábito.
La clave no está en dejar de comer pescado, sino en que no sea frito, y adquirir nuevas formas y combinaciones de este ingrediente principal con otros será la manera en la que podrás añadirlo a tus comidas diarias sin complicaciones.
Recuerda que contar con una buena y alimentación saludable, de calidad, que cuide nuestra salud puede ser crucial para mejorar la calidad de vida, y sobre todo, para que podamos llegar a la vejez de la mejor manera posible.
A la vez, es igual de importante la hidratación, el deporte y el descanso, ya que todo ello son diversos hábitos que puede modificar sustancialmente nuestra vida. El cambio empieza hoy.