Contenido
- 0.1 Esto es lo que les pasa a tus riñones si bebes zumo de naranja todos los días
- 0.2 Un experto desmonta el gran mito sobre el desayuno: «No hay que…»
- 0.3 El consejo de un famoso cardiólogo para bajar el colesterol de forma natural: sólo necesitas esto
- 1 El hábito alimenticio que debemos desterrar
Es bastante normal que comemos alimentos que llevan azúcar. Es un hábito alimenticio que debemos desterrar, aunque es verdad que la gran parte de alimentos que compramos llevan azúcar añadido y es algo complicado escaparse de él. En general, el azúcar es uno de los ingredientes más comunes de la alimentación en general. Está presente en una gran variedad de alimentos procesados, bebidas azucaradas y productos de repostería. Aunque el azúcar es una fuente de energía para el cuerpo, su consumo excesivo puede tener efectos perjudiciales a largo plazo. Como debemos este hábito es complicado de reducir porque el azúcar añadido, que se encuentra en una gran variedad de alimentos procesados, bebidas azucaradas y golosinas, puede desencadenar efectos negativos en el organismo. Además de contribuir al aumento de peso, el azúcar también está relacionado con enfermedades crónicas y alteraciones metabólicas que afectan la calidad de vida.
El azúcar en sí mismo no es necesariamente dañino, ya que el cuerpo necesita glucosa para obtener energía. Sin embargo, el problema surge cuando se consume en exceso, especialmente el azúcar añadido. Este hábito alimenticio se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo, lo que puede causar aumentos de glucosa en sangre y afectar la regulación de la insulina. Esto puede llevar a una serie de problemas de salud, desde el aumento de peso hasta enfermedades graves. Un estudio de la revista Nutrients afirma que «el consumo excesivo de azúcar se ha relacionado con la obesidad, los trastornos metabólicos, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la depresión y el deterioro cognitivo». También se ha vinculado con el aumento de la caries dental, problemas hepáticos, y trastornos metabólicos como el síndrome metabólico. Por lo tanto, es importante moderar el consumo de azúcar para prevenir estos efectos adversos y promover una vida más saludable y cambiar de hábito.
El hábito alimenticio que debemos desterrar
Consecuencias el aumento del consumo de azúcar
Diabetes tipo 2
La Clínica Mayo describe a esta enfermedad como «una afección que se produce por un problema en la forma en que el cuerpo regula y usa el nivel de azúcar como combustible. Ese azúcar también se conoce como glucosa».
Con el tiempo, las células del cuerpo pueden volverse resistentes a la insulina, lo que dificulta la regulación del azúcar en sangre y, finalmente, puede dar lugar a la diabetes tipo 2.
Esta enfermedad es crónica y puede llevar a complicaciones como problemas de visión, insuficiencia renal y problemas circulatorios.
Obesidad
Los alimentos con alto contenido de azúcar suelen ser ricos en calorías vacías, lo que significa que no proporcionan nutrientes esenciales, sino que contribuyen al exceso de calorías. El consumo excesivo de azúcar estimula la acumulación de grasa, especialmente en el área abdominal.
Enfermedades cardiovasculares
El consumo elevado de azúcar puede aumentar la presión arterial y causar inflamación en las arterias, lo que contribuye al riesgo de sufrir un infarto o accidente cerebrovascular.
Además, este hábito alimenticio en la ingesta excesiva de azúcar está vinculada con el aumento de la grasa abdominal y el aumento de los triglicéridos, factores que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Problemas hepáticos
El exceso de azúcar, especialmente la fructosa, que se encuentra en muchos productos procesados, puede sobrecargar al hígado.
Un estudio de la Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo afirma que «los resultados describen que el consumo de fructosa se ha incrementado en las últimas décadas, principalmente a partir de la ingesta de sacarosa y jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), edulcorante de uso común en la industria alimentaria».
El hígado convierte la fructosa en grasa, lo que puede llevar a la acumulación de grasa en el hígado y contribuir a una condición llamada enfermedad del hígado graso no alcohólico. Esta enfermedad puede progresar y causar daño hepático grave si no se controla.
Caries por un mal hábito
El azúcar es una de las principales causas de las caries dentales. Las bacterias presentes en la boca descomponen el azúcar, produciendo ácidos que atacan el esmalte dental.
Si no se elimina este ingrediente a través del cepillado regular, estos ácidos pueden dañar los dientes y provocar caries. El consumo frecuente de azúcar, especialmente en bebidas azucaradas y golosinas, aumenta significativamente el riesgo de problemas dentales.
Consejos saludables para reducir el hábito de consumir azúcar
Consume azúcares naturales
En lugar de consumir azúcar refinado, opta por fuentes de azúcar natural. Las frutas contienen vitaminas, minerales y fibra, lo que las convierte en una opción mucho más saludable que los productos azucarados.
Opta por alternativas como la estevia (Stevia rebaudiana), conocido como un edulcorante natural. Contiene sustancias químicas que son 200-300 veces más dulces que la sacarosa.
Las personas toman estevia para la obesidad, la presión arterial alta, la diabetes y muchas otras condiciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde estos usos.
El eritritol aporta 0,2 calorías por gramo, en comparación con las de alrededor de 4 calorías por gramo del azúcar, y posee un 70% de su capacidad endulzante. Por lo tanto, la asociación entre gramo de producto y calorías es más saludable en el caso de este alcohol de azúcar.
Cocina en tu casa
Preparar tus propias comidas te permite tener el control total sobre los ingredientes que usas. Al cocinar en casa, puedes evitar el azúcar oculto, mejorar el hábito, que se encuentra en muchos alimentos procesados.
Evita el consumo de bebidas azucaradas
Las bebidas azucaradas, como los refrescos, zumos y bebidas energéticas, son una de las mayores fuentes de azúcar en la dieta moderna.
Estas bebidas contienen grandes cantidades de azúcar, pero ofrecen pocos nutrientes esenciales. Opta por agua, té sin azúcar o bebidas con bajo contenido de azúcar para mantenerte hidratado sin comprometer tu salud.
Lee las etiquetas
Muchos alimentos procesados contienen azúcar añadido, como los cereales, salsas y panes. Leer las etiquetas de los productos es esencial para identificar el contenido de azúcar en los alimentos que consumes.
Si encuentras palabras como jarabe de maíz, glucosa y fructosa, corresponde a alimentos que tienen azúcar añadida.
Controla las porciones
A veces, la clave para reducir el azúcar no está en eliminarlo por completo, sino en controlar las porciones. Disfrutar del hábito alimenticio de un postre ocasional está bien, pero es importante no abusar de los alimentos azucarados.