¿Qué son los alimentos transgénicos?

alimentos transgénicos

Los alimentos transgénicos han sido una innovación desde los años 90. De hecho, ha supuesto una verdadera revolución en la industria alimentaria. Y es que modificar un alimento genéticamente para que luzca más grande, de mejor color e incluso de un mejor sabor, ha sido un acierto total.

A pesar de estos beneficios, algunas personas ven con desconfianza este tipo de modificaciones. De hecho, defensores de la agricultura biológica han realizado campañas para rechazar por completo los OGM, según indica un informe publicado en Elsevier.

En este artículo, explicaremos qué son exactamente los transgénicos y por qué se hacen.

Alimentos transgénicos ¿Qué son?

Los organismos genéticamente modificados (OGM), también conocidos como alimentos transgénicos, es la modificación del ADN de una planta para mejorar la producción. 

Este procedimiento de modificación y cruce se ha utilizado desde hace cientos de años, sin embargo, con la ingeniería genética moderna se puede realizar de una manera más rápida y controlada.

Con esta tecnología, los científicos pueden seleccionar el gen específico de una planta o animal para implantar, y de esta forma se puede eliminar o cambiar el ADN de forma controlada.

Tipos de transgénicos

Hay varios tipos de transgénicos, los cuales tienen aplicaciones y objetivos diferentes. 

Plantas transgénicas

Las plantas transgénicas son aquellas que han sido modificadas genéticamente para expresar características deseables, como resistencia a plagas o herbicidas, mayor contenido nutricional o mayor rendimiento. 

Algunos de estos alimentos que son comunes especialmente en Estados Unidos incluyen: maíz modificado para resistir insectos y soja resistente a herbicidas.

Animales transgénicos

Son aquellos que han sido alterados genéticamente para expresar ciertas características, como mayor crecimiento, resistencia a enfermedades o producción de proteínas específicas

Por ejemplo, se han desarrollado cerdos con genes humanos para producir órganos que puedan ser trasplantados a humanos.

Microorganismos transgénicos

Estos son organismos unicelulares, como bacterias y levaduras, que han sido modificados  para producir enzimas, proteínas u otros compuestos de interés. 

Por ejemplo, algunas bacterias transgénicas se utilizan en la producción de insulina humana.

Beneficios de los alimentos transgénicos

Las ventajas de los alimentos transgénicos queda en evidencia en el logro de una agricultura más sostenible, una mayor seguridad alimentaria y a la mejora de la calidad nutricional de los cultivos.

¿Por qué están en contra de los alimentos transgénicos?

Con tantos beneficios y ventajas se esperaría que la biotecnología sea aclamada por todos los organismos oficiales. Sin embargo, ese no ha sido el caso. 

Un artículo publicado en la Revista Comunidad y Salud explica que los efectos secundarios de este tipo de alimentación no son concluyentes. De hecho, algunos expertos señalan que puede haber un riesgo de desarrollar cáncer, afectar el desarrollo o crecimiento, así como una mayor resistencia a antibióticos, lo que vulnera la salud de las personas.

Por otra parte, la OMS, el mayor organismo de salud del mundo, no ha encontrado evidencia  científica en esas declaraciones o que sean dañinos. 

A pesar de esto, la Unión Europea no admite el uso de alimentos transgénicos en humanos, sino para el consumo de animales. De hecho, solo se permite el cultivo de maíz insecticida de Monsanto conocido como MON810.

España y Portugal son los únicos países europeos que llevan este tipo de cultivo, así lo señala un artículo de la Organización Ecológica Greenpeace.

Razones del rechazo de los alimentos transgénicos

Podemos señalar de forma resumida que, el debate de los alimentos transgénicos parte de varios factores:

El diálogo abierto y la investigación científica pueden poner fin a estos debates. Por ahora, es un hecho irrefutable que no se han reportado riesgos en la salud

Los señalamientos de la oposición a la biotecnología, se fundamenta en hipótesis de posibles riesgos, pues no hay evidencia concluyente que fundamente sus opiniones.

Bibliografía

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