Contenido
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- 1 El hábito diario que fortalece nuestro corazón a partir de la jubilación
- 2 ¿Qué beneficios tienen las caminatas en la tercera edad, según los científicos de Harvard?
- 3 Otros beneficios de empezar a caminar como hábito diario a partir de los 60 años
Conforme nos hacemos mayores, mantener una buena salud cardiovascular es cada vez más necesario. Aunque a veces asociemos los buenos hábitos a otras actividades que mantienen el cerebro activo, como madrugar o leer, existe un hábito diario que, según Harvard, a partir de los 60 años se vuelve fundamental: caminar 30 minutos al día.
El doctor Thomas Frieden, exdirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de la Universidad de Harvard, califica la actividad de caminar como «lo más cercano a un medicamento milagroso».
Pero ojo: no es necesario recorrer largas distancias o hacerlo a una velocidad excesivamente alta. Con caminar una media hora cada día y mantener cierta regularidad en nuestros hábitos podemos conseguir multitud de beneficios para la salud.
El hábito diario que fortalece nuestro corazón a partir de la jubilación
Cuando superamos los 60 años, cada vez es más importante pensar en nuestra salud cardiovascular. Nuestro corazón y en general nuestro cuerpo comienzan a comportarse de manera diferente.
A estas edades aumenta de forma evidente el riesgo de sufrir infartos, derrames u otras enfermedades. Pero no hay que tener miedo a esta circunstancia: las caminatas diarias son la solución.
Es importante concienciarse a tiempo y comenzar a prevenir los riesgos de sufrir accidentes cardiovasculares, y caminar representa una solución natural y accesible para todos.
¿Qué beneficios tienen las caminatas en la tercera edad, según los científicos de Harvard?
Aunque parezca mentira, son múltiples los beneficios para el organismo que se obtienen de algo tan simple como salir a dar un paseo, ya sea solo o acompañado.
A partir de los 60 años, nuestra actividad diaria se reduce, por lo que somos más propensos a aumentar de peso y a sufrir variaciones en nuestro metabolismo.
Un estudio de Harvard investigó los efectos de los genes que promueven la obesidad en más de 12.000 personas, y concluyó que en aquellas personas que caminan de manera cotidiana el impacto de estos genes se reduce a la mitad.
Además, por simple que pueda parecer, estudios de la Universidad de Exeter demostraron que una caminata de apenas quince minutos puede ser muy útil para aliviar el estrés y evitar el consumo excesivo de azúcares. Pasear, por tanto, reduce las tentaciones y los antojos.
Muchas personas, al superar los 60 años, comienzan a sufrir más dolores óseos o incluso enfermedades como la artritis. Según las investigaciones de Harvard, caminar unos ocho kilómetros a la semana puede prevenir el desarrollo de esta enfermedad.
Otros beneficios de empezar a caminar como hábito diario a partir de los 60 años
Otro beneficio fundamental de las caminatas es el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. Para las personas de la tercera edad, un resfriado puede suponer un contratiempo mayor que para la gente más joven.
Caminar veinte minutos cada día, según los estudios, puede reducir de forma radical las probabilidades de ponerse malo en las épocas de gripe y constipados.
A los 60 años comienza una nueva vida en la que no tenemos por qué decir adiós a las actividades que siempre nos han hecho felices. Pero para ello, algo tan simple como caminar puede convertirse en nuestro mayor aliado.
