Cumplir 65 años es un lujo en toda regla. Una vida de experiencias, vivencias y recuerdos, pero, como el tiempo pasa y no perdona, los cambios en el cuerpo también llegan. ¿Los cambios? Muchos. Los huesos se vuelven más débiles y pequeños, hay pérdida de fuerza y resistencia… el equilibrio se ve afectado, lo que aumenta el riesgo de caídas; las hormonas disminuyen, el corazón puede aumentar de tamaño… Y ante todos estos cambios (biológicos y predecibles), solo queda una cosa: actuar.
No es el momento de resignarse y buscar un cupón para comprar el sofá más cómodo y la tele más grande. No, todo lo contrario. Es el momento de ver qué ropa de ejercicio queda por allí, desempolvar las zapatillas de deporte y empezar a ejercitarse para mejorar la calidad de vida, porque la clave no está en los años que pasan, sino en cómo se viven.
¿La solución? No todo está en la bici ni en nadar. Hay algo mucho más sencillo, que pocos practican, pero que la revista National Geographic defiende: caminar hacia atrás.
El ejercicio que deben hacer todos los días los mayores de 65 años, según National Geographic
Puede parecer un poco raro, sí, pero la clave está en caminar hacia atrás. No es una moda pasajera. Cada vez más especialistas lo recomiendan para mejorar el equilibrio, fortalecer músculos poco trabajados y, por supuesto, mejorar la función cognitiva, que tiende a perderse con el paso de los años.
A diferencia de la marcha convencional (hacia adelante), que trabaja principalmente los tobillos y los gemelos, caminar hacia atrás obliga a distribuir el esfuerzo entre las caderas y las rodillas. Este cambio en el movimiento activa otros músculos que normalmente no se ejercitan tanto.
Nicole Haas, especialista en ortopedia, comenta que este tipo de caminata desafía tanto al cuerpo como al cerebro. “Cuando das un paso hacia atrás, todo el patrón de movimiento cambia. Eso hace que trabajes músculos, tendones y articulaciones de una forma diferente, lo que convierte este ejercicio en un entrenamiento más completo”, asegura.
Y es que, según el American College of Sports Medicine, caminar hacia atrás puede quemar hasta un 40% más de calorías por minuto que caminar hacia adelante. Algo muy positivo, sin duda.
Esta técnica también ha demostrado reducir el dolor lumbar, mejorar la postura, disminuir el riesgo de caídas y fortalecer los músculos. Así que, si tienes dolencias, la solución no está en rendirse y quedarse en la cama, sino en hacer pequeños cambios.
Otros beneficios de este ejercicio para mayores de 65
Si bien los beneficios físicos son muchos (y ya suficientes para empezar con esta práctica), caminar hacia atrás también le hace bien a la cabeza. Varios estudios han demostrado que mejora la coordinación, la conciencia espacial y la función cognitiva en general.
De hecho, caminar en reversa puede mejorar la memoria a corto plazo y reducir el tiempo de reacción, algo clave para mantenerse ágil tanto física como mentalmente.
¿Qué necesitas? Nada de equipos ni gimnasios costosos. Sólo un poco de espacio y curiosidad para intentarlo. Se puede practicar en casi cualquier lugar amplio y seguro: desde el pasillo de tu casa hasta el jardín, o incluso en una caminadora del gimnasio. Lo importante es empezar despacio, concentrarse en la técnica y mantener el equilibrio.