Con el paso de los años, llegan cambios que no avisan. Para muchas mujeres, cumplir los 50 no sólo marca una nueva etapa vital, sino que también se hace evidente el desgaste físico: el cuerpo responde distinto, cuesta más ganar fuerza y lo que antes parecía fácil ahora se vuelve un esfuerzo. ¿Los motivos? Menopausia, bajada de estrógenos, el metabolismo que se ralentiza y el envejecimiento natural de los tejidos.
Pero, como todo en la vida, no se trata de resignarse, sino de tomar acción, y es ahí donde entra el ejercicio. Ya no se trata de una cuestión estética que busca parecerse a modelos en portadas: se trata de sentirte capaz, fuerte y segura en lo cotidiano. Y para eso, hay un tipo de entrenamiento que puede marcar la diferencia.
Este es el ejercicio que las mujeres de 50 años deberían hacer para ganar fuerza
El ejercicio que todas las mujeres de 50 deberían estar haciendo es el aquagym. Esta es una de las prácticas más completas y menos agresivas para el cuerpo, y por eso los fisioterapeutas la recomiendan. El equipo de la clínica Beatriz Gisbert indica que el trabajo en el agua permite automatizar la respiración, la estabilización profunda y la activación del abdomen con una conexión directa al suelo pélvico.
Este último detalle es de suma importancia, pues con la llegada de la menopausia, el suelo pélvico pierde tono, lo que puede traducirse en molestias urinarias o sensación de debilidad general. La buena noticia es que esto se puede trabajar, y el agua es un entorno perfecto para hacerlo sin poner en riesgo las articulaciones.
Lo interesante del aquagym es que, al estar en un medio como el agua, se multiplica el esfuerzo sin darte cuenta. Como apunta un informe de Harvard, el agua ofrece entre un 12 % y un 14 % más de resistencia que el aire. Además, cada sesión de aquagym sirve como entrenamiento cardiovascular y de fuerza a la vez.
Otra frase del estudio lo resume con claridad: «se queman más calorías y se activa más musculatura que haciendo el mismo esfuerzo fuera del agua». Todo, sin riesgo de impacto, caídas ni lesiones.
¿Cómo se puede empezar con este ejercicio a los 50 años?
Lo mejor de esta práctica es que no hace falta ser una experta para empezar. El aquagym se adapta a cada ritmo y se puede practicar incluso sin material. Caminatas dentro del agua, patadas suaves, remos con los brazos o elevaciones de piernas son un buen punto de partida. Cada movimiento activa grupos musculares específicos con una resistencia constante.
También hay herramientas como churros de espuma, mancuernas acuáticas o tablas. También existen modalidades más dinámicas: aquaeróbic, aquaboxing, aquacycling, incluso aquapilates o aquayoga. La clave está en escuchar al cuerpo, variar los ejercicios y mantener el hábito.
Eso sí, si hay alguna condición médica previa, conviene consultarlo primero con un profesional. Y si se practica al aire libre, es crucial que no falte la protección solar.
Al final, las mujeres que entrenan con constancia a esta edad notan cómo mejora su calidad de vida. Tareas que antes costaban (subir escaleras, cargar bolsas, agacharse) dejan de ser un problema.