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A medida que pasan los años, el ejercicio deja de ser una opción secundaria y se convierte en una herramienta fundamental para mantener la autonomía, la agilidad mental y una mejor calidad de vida.
Caminar, correr, nadar, jugar al tenis o apuntarse al gimnasio siguen siendo las opciones más populares entre los mayores de 60 años. Sin embargo, según los expertos de la Universidad de Harvard, hay una práctica que destaca, y no es precisamente la más común en España. No agota, no exige fuerza bruta, y se puede hacer incluso sentado. Aun así, muy pocos la incluyen en su rutina.
Este es el ejercicio que recomienda Harvard para mayores de 65 años (y casi nadie practica en España)
El ejercicio que todos los mayores de 65 años deberían estar haciendo, según Harvard, es el tai chi. Esta es una antigua disciplina china que combina movimiento lento, respiración consciente y concentración. Lejos de la imagen que muchos tienen sobre las artes marciales, el tai chi es pausado, accesible y muy terapéutico.
Los médicos de Harvard indican que este arte marcial suave actúa como una especie de «medicación en movimiento«. El tai chi mejora la coordinación, refuerza la musculatura sin forzar las articulaciones, y trabaja el equilibrio, uno de los primeros aspectos físicos que se deteriora con la edad. El resultado se traduce en menos caídas, más estabilidad y mayor confianza al moverse.
Una de sus ventajas es que puede adaptarse a cualquier nivel. No hace falta estar en forma para empezar. Incluso personas que se recuperan de una operación o que están en silla de ruedas pueden practicarlo, porque no hay saltos, ni impactos, ni movimientos bruscos. Sólo una secuencia de gestos suaves, inspirados en animales o en técnicas marciales tradicionales.
¿Cómo empezar a practicar tai chi si nunca lo has hecho?
Lo más recomendable es asistir a una clase. Muchos centros cívicos, asociaciones de mayores o polideportivos ofrecen cursos específicos. También hay profesores particulares, pero conviene asegurarse de que tengan experiencia trabajando con personas mayores.
No hace falta equipo especial. Basta con ropa cómoda y calzado flexible que permita sentir el suelo. Incluso se puede practicar descalzo. Lo importante es que el cuerpo se mueva sin restricciones y sin miedo a resbalar.
No obstante, conviene consultar con el médico de cabecera antes de lanzarse, sobre todo si se toman medicamentos que puedan provocar mareos, o si hay alguna limitación física previa. Aunque el tai chi es una actividad de bajo riesgo, es mejor empezar con tranquilidad y con supervisión.
Qué activa el cuerpo con este ejercicio a partir de los 65 años de edad
Pese a su ritmo lento, el tai chi trabaja casi todo el cuerpo. Refuerza piernas, brazos y abdomen. Aunque no se utilicen pesas, mantener los brazos en determinadas posiciones durante la secuencia estimula la musculatura. Además, al trabajar sin tensión, se mejora la flexibilidad sin dañar tendones ni articulaciones.
Uno de sus grandes aportes es el equilibrio. A partir de cierta edad, el cuerpo pierde capacidad para orientarse en el espacio, lo que multiplica el riesgo de caídas. El tai chi entrena esa percepción corporal (también llamada propiocepción), ayudando a recuperar la seguridad al caminar.
Por otro lado, su componente aeróbico, aunque moderado, también tiene impacto. Todo depende del estilo y del ritmo. Algunas variantes implican movimientos más amplios y sostenidos, lo que puede suponer un esfuerzo cardiovascular suave pero constante. Perfecto para quienes no pueden correr.