En verano, toda la familia busca salir a la playa y disfrutar de unos meses de calor, un buen sol, las vistas del océano y la tranquilidad que sólo se respira junto al mar. Es lógico, se desconecta de la rutina, se olvidan los horarios y el cuerpo baja el ritmo. Pero eso no significa dejarlo abandonado del todo.
Porque el cuerpo sigue siendo el mismo aunque estemos de vacaciones, y si uno ya ha cumplido los 65, cuidarlo no es opcional. Hacer ejercicio en la playa sigue siendo clave para mantener la salud, la movilidad y la autonomía. Y este entorno se convierte en un aliado perfecto: superficie blanda, aire limpio, brisa marina y un ambiente mucho más amable para las articulaciones.
Este es el ejercicio que los mayores de 65 deberían probar en la playa
Estirar, moverse, mantener la flexibilidad. Eso es lo que más falta hace a partir de cierta edad. Por eso, más allá de caminar por la orilla (que está bien, pero se queda corto), lo ideal es incorporar una pequeña rutina basada en tres pilares: estiramientos, ejercicios funcionales y trabajo de flexibilidad.
En comparación con otras superficies más duras, como el asfalto o el gimnasio, la arena ofrece una resistencia suave que fortalece los músculos sin castigar las articulaciones. Además, entrenar en la playa mejora el equilibrio, quema más calorías y ayuda a liberar tensiones. Y no hay que olvidar que el simple hecho de estar al aire libre ya aporta beneficios mentales.
Eso sí, hay que tener en cuenta el desnivel natural de la arena. Por eso es importante elegir una zona plana, no abusar del esfuerzo y adaptar cada movimiento a lo que el cuerpo permite.
Qué ejercicios de flexión pueden hacer los mayores en la playa
Estas son cuatro ideas sencillas que se pueden incorporar sin complicaciones en la playa:
1. Elevaciones de piernas tumbado. Basta con colocarse boca arriba, manos bajo los glúteos y piernas estiradas hacia arriba. La zona lumbar se despega ligeramente, pero la espalda se mantiene pegada. Se trabaja la zona abdominal sin impacto.
2. Patada de glúteo en cuadrupedia. En posición de cuatro apoyos, con la espalda recta, se eleva una pierna doblada a 90º como si intentaras empujar el cielo con la planta del pie. Fortalece glúteos y lumbar. Se alternan las piernas tras varias repeticiones.
3. Plancha gateada. Una versión ligera pero eficaz de la plancha. Apoyado sobre manos y pies, se avanza como un cangrejo hacia delante arrastrando el cuerpo durante medio minuto. Mejor si se hace sobre arena seca y firme.
4. Brazos activos dentro del agua. Hasta los hombros dentro del mar, con los brazos extendidos a los lados y los pulgares hacia arriba. Desde ahí, se hacen pequeños movimientos hacia delante y atrás. Trabaja hombros, pecho, espalda y mejora la movilidad.
No hace falta esperar a septiembre para volver a cuidarse. La playa puede ser tu mejor gimnasio si sabes cómo moverte. Y a los 65, moverse bien no es un capricho, es lo que marca la diferencia entre envejecer y vivir con salud.