5 errores de maquillaje que estás cometiendo a los 50 y cómo evitarlos según los mejores maquilladores

El maquillaje es una herramienta maravillosa para resaltar nuestra belleza natural, expresar nuestra personalidad y sentirnos más seguras de nosotras mismas. Sin embargo, a medida que pasan los años, nuestra piel cambia y también lo hacen nuestras necesidades y preferencias de maquillaje. Lo que funcionaba a los 20 o a los 30 puede que ya no nos favorezca tanto a los 50, y es importante adaptar nuestra rutina de belleza a nuestra edad y a nuestro estilo de vida.

Muchas mujeres cometen algunos errores comunes de maquillaje que pueden hacer que se vean más mayores, cansadas o artificiales. Estos errores pueden deberse a la falta de información, a la costumbre o al miedo a probar cosas nuevas. Pero no te preocupes, porque con unos sencillos consejos y trucos podrás corregirlos y conseguir un maquillaje que te haga lucir radiante, fresca y natural.

5 errores de maquillaje que estás cometiendo a los 50

A continuación te vamos a mostrar los 5 errores de maquillaje que estás cometiendo a los 50 y cómo evitarlos a partir del consejo de los maquilladores más reconocidos. ¡Sigue leyendo y descubre cómo sacarle el máximo partido a tu belleza!.

Usar una base de maquillaje demasiado pesada, oscura o mate

Uno de los errores más frecuentes de maquillaje a los 50 es usar una base de maquillaje que no se adapte a nuestro tipo y tono de piel. Con el paso del tiempo, la piel pierde hidratación, elasticidad y luminosidad, y puede presentar arrugas, manchas o rojeces. Por eso, es importante elegir una base de maquillaje que hidrate, unifique y aporte luz al rostro, sin marcar las líneas de expresión ni crear un efecto máscara.

Según la maquilladora Bobbi Brown, fundadora de la marca homónima, lo ideal es usar una base de maquillaje ligera, fluida y de acabado natural o satinado, que se funda con la piel y le dé un aspecto saludable. Además, es importante escoger el tono adecuado, que se asemeje al de nuestro cuello y escote, y aplicarla con una brocha o una esponja, difuminando bien los bordes para evitar cortes o parches.

Aplicar demasiado corrector o iluminador en el contorno de ojos

Otro error habitual de maquillaje a los 50 es aplicar demasiado corrector o iluminador en el contorno de ojos, con la intención de disimular las ojeras, las bolsas o las arrugas. Sin embargo, esto puede tener el efecto contrario, ya que puede acentuar las imperfecciones, resecar la zona y crear pliegues o acumulaciones de producto.

La maquilladora profesional Lisa Eldridge, que ha trabajado con celebridades como Kate Winslet, Keira Knightley o Emma Watson, recomienda usar un corrector hidratante, cremoso y de cobertura media, que no sea ni demasiado claro ni demasiado oscuro, y aplicarlo solo donde sea necesario, dando pequeños toques con el dedo anular o con una brocha pequeña. También aconseja usar un iluminador líquido o en crema, de tono perlado o dorado, y aplicarlo con moderación en el lagrimal, el arco de la ceja y el hueso del pómulo, para dar un toque de luz y frescura al rostro.

Usar sombras de ojos muy oscuras, brillantes o con purpurina

El maquillaje de ojos es una de las partes más importantes y divertidas del maquillaje, pero también una de las que más errores puede generar. A los 50, los párpados pueden estar más caídos, flácidos o arrugados, y por eso hay que tener cuidado con las sombras de ojos que se eligen y cómo se aplican. Usar sombras de ojos muy oscuras, brillantes o con purpurina puede hacer que los ojos se vean más pequeños, hundidos o cansados, y que el maquillaje se vea demasiado cargado o anticuado.

El maquillador profesional Daniel Martin, que ha maquillado a personalidades como Meghan Markle, Jessica Alba o Elisabeth Moss, sugiere usar sombras de ojos de tonos neutros, cálidos o rosados, que realcen el color de los ojos y les den profundidad y definición. También recomienda usar sombras de ojos en polvo, que se difuminen bien y no se cuarteen, y evitar las sombras de ojos en crema, que pueden ser más difíciles de trabajar y se pueden mover o desvanecer. Asimismo, aconseja aplicar las sombras de ojos con una brocha suave y esponjosa, y crear un degradado de color desde el párpado móvil hasta la cuenca del ojo, sin subir demasiado ni llegar a las cejas.

No usar máscara de pestañas o usar una que apelmace o manche

La máscara de pestañas es un producto imprescindible para darle vida y expresividad a la mirada, pero hay que saber elegirla y aplicarla correctamente. A los 50, las pestañas pueden estar más débiles, finas o escasas, y por eso hay que evitar usar una máscara de pestañas que las apelmace, las seque o las haga ver más cortas. También hay que tener cuidado con las máscaras de pestañas que manchan o se transfieren al párpado o al contorno de ojos, ya que pueden crear un efecto de ojo panda o de ojera.

La maquilladora profesional Charlotte Tilbury, creadora de su propia línea de cosméticos, recomienda usar una máscara de pestañas que alargue, curve y separe las pestañas, sin dejar grumos ni pegotes. También aconseja usar una máscara de pestañas de color negro o marrón, que intensifique la mirada sin endurecerla, y aplicarla desde la raíz hasta las puntas, con movimientos en zigzag, para darles volumen y espesor. Además, sugiere usar una máscara de pestañas resistente al agua, que no se corra ni se borre con el sudor, las lágrimas o la humedad.

No depilar o maquillar las cejas o hacerlo de forma excesiva o artificial

Las cejas son el marco de la cara y juegan un papel fundamental en la armonía y el equilibrio del rostro. Por eso, es importante cuidarlas y maquillarlas adecuadamente, sin caer en los extremos de no depilarlas o maquillarlas o hacerlo de forma excesiva o artificial. A los 50, las cejas pueden estar más despobladas, claras o rebeldes, y por eso hay que darles forma, color y fijación, sin perder su naturalidad y su personalidad.

La maquilladora profesional Anastasia Soare, fundadora de la marca Anastasia Beverly Hills, especializada en cejas, recomienda depilar las cejas siguiendo su forma natural, eliminando solo los pelos sobrantes y respetando el arco y el grosor de las mismas. También recomienda maquillar las cejas con un lápiz, una sombra o un gel, que se adapte al tono de nuestro cabello y de nuestra piel, y rellenar los huecos o las zonas más claras con trazos finos y suaves, imitando el crecimiento del pelo.