Sale a la luz la identidad del gran amor de Aless Lequio
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La pasada semana salía a la luz el pasado sentimental de Aless Lequio. Por todos es sabido que cuando falleció aquel 13 de mayo de 2020 a consecuencia del sarcoma de Ewing mantenía una relación con Carolina Monje, quien estuvo muy unida a su madre Ana Obregón durante aquellos meses en los que el joven emprendedor trató de aferrarse a la vida. Sin embargo, parece ser que hay otro gran amor en la vida del empresario.
«El gran amor de Aless no fue ni Raquel ni Carolina, sino otra mujer. Aquello se acabó cuando Aless se fue a estudiar a Estados Unidos», contó la pasada semana Beatriz Cortázar en El programa de Ana Rosa. Es más, la periodista apuntó a otra compañera de profesión como trabajadora de Telecinco como ese gran amor del joven, pero no reveló su nombre.
Sin embargo, en Fiesta han dado más detalles de este entramado amoroso. Se trata de Carmen Corazzini, presentadora del tiempo en Mediaset, además de colaboradora en el programa En boca de todos, presentado por Diego Losada en Cuatro. «Ellos salieron, se quisieron muchísimo, eran muy jóvenes», explicaba Cortázar.
La despedida de Carmen Corazzini
El propio espacio rescataba la despedida homenaje a Aless Lequio cuando falleció aquel fatídico día. Unas palabras de Carmen Corazzini que dejan patente la gran sintonía que había entre ellos.»Me tiemblan las manos. Horas pensando si debería escribir algo o no, si debería hacerte un homenaje de esos que se hacen en estas situaciones, si no corresponde, si es lícito, si puede ofender, si no es oportuno», comienza diciendo la comunicadora. » No lo sé. Pero me da igual todo. Es mi íntima forma de gritarle al mundo lo injusto que ha sido por llevarte. Mi muestra de amor. Porque soltarlo me sana y porque creo te gustaría leerlo», continúa el escrito.
«Porque no puedo no hacerlo. Porque fuiste parte de mi durante mucho tiempo y ese trozo que se evapora me colapsa. Cuando alguien muere siempre se recuerda lo buena persona que fue. Qué banalidad. Pero tú. Joder tú sí lo eras. Por la lechuga que te pusiste en la cabeza cuando te colaste en mi fiesta, por la pintada en el Burger King, por la filosofía griega, por tu acento absurdo, por ese dulce y extraño verano telemático. Por llamarlo resfriado. Joder Ale. No he conocido nunca a nadie con tu entereza. No te he visto triste nunca. Dejo esta foto porque así es como te recordamos todos, riéndonos haciendo el indio. Ahora toda mi energía se la doy a tu familia. Espero me cuentes todo lo que nos faltó por decirnos mientras duermes. Descansa. Dulces sueños», sentencia la carta con la que Carmen trata de mostrar sus sentimientos el mismo día de la partida de Aless Lequio, quien luchó durante años contra el cáncer que le arrebató todos sus sueños.