Pablo e Irene: un hogar de ensueño ¿con una hipoteca arriesgada?
Iglesias y Montero compran un chalé de más de 600.000 € con piscina y parcela de 2.000 m2
Estos son los ingresos declarados con los que Pablo Iglesias e Irene Montero pagarán su nuevo hogar
EN IMÁGENES | Así es el lujoso exterior de la nueva vivienda de Pablo Iglesias e Irene Montero
Pablo Iglesias e Irene Montero acaban de adquirir una espectacular vivienda con jardín, piscina y todo tipo de comodidades en uno de los entornos privilegiados de la Comunidad de Madrid. Tal y como informa este digital en exclusiva, la propiedad está valorada en más de 600.000 euros, un precio de venta al que, como mínimo, hay que sumarle un diez por ciento en gastos de hipoteca, gestoría, notaría y escrituración.
Por tanto, partiendo de la base de que el nuevo hogar de los líderes de Podemos les habría costado 660.000 euros, la pregunta obligada es la siguiente: ¿de dónde han sacado el dinero para pagarla?
Actualmente, las concesiones de hipotecas no suelen superar el 80 por ciento del valor del inmueble, lo que en este caso supone 480.000 euros. Por tanto, Iglesias y Montero deberían aportar un ahorro inicial de 180.000 euros para que el banco apruebe el préstamo (todo ello, tomando como referencia los parámetros habituales de las entidades bancarias).
Según el portal de transparencia del Congreso, Pablo Iglesias contaría con 125.437,2 euros en depósitos y cuentas bancarias mientras que Irene Montero dispondría de 22.313,72 euros de ahorro. Estas cantidades suman un monto de 147.750,92 euros. una cifra que aún queda lejos de los 180.000 euros como mínimo que les exigiría el banco, concretamente, unos 32.000 euros por debajo. Como salvedad, hay que apuntar que Iglesias también declaró tener en propiedad una vivienda rústica en Ávila cuyo valor catastral ronda los 14.000 euros. Pero, incluso con la venta de dicho inmueble, las cuentas no salen.
¿Cómo es posible entonces que les hayan concedido la hipoteca? ¿Dispondrán de un patrimonio superior al declarado en las Cortes, dado que los últimos datos publicados son de 2016? ¿O quizá habrán conseguido unas condiciones más ventajosas a las que suelen ofrecer los bancos al común de los ciudadanos? Sea como fuere, Pablo e Irene tendrán que controlar sus cuentas y sus gastos si no quieren que su hipoteca acabe convertida en una decisión demasiado ‘arriesgada’.