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Desde el fallecimiento de Carmen Franco Polo, el pasado 29 de dieciembre, se ha hablado mucho de los negocios de la familia Franco. Patrimonio, rentas e inmuebles que han permitido a los descendientes del dictador vivir con bastante desahogo, en mayor o menor medida. Como en todas las familias, siempre hay un miembro que destaca por su habilidad con los negocios, en este caso, ha sido su bisnieto Francis Franco.
El hermano de Carmen Martínez Bordiú le debe gran parte de su patrimonio a la gestión de aparcamientos privados en Madrid y al alquiler de apartamentos turísticos. Un negocio en auge que, sin embargo, ha conseguido sacar su peor faceta. En el año 2010 comenzaban a circular las primeras noticias sobre el negocio más polémico de Francis Franco, la compra de un edificio en un barrio muy humilde de Málaga que transformó en varios apartamentos de alquiler para turistas y para lo cual presuntamente desahució a todos los vecinos.
A pesar de las humedades y los desperfectos, los vecinos del número 4 de la calle malagueña de Los Negros vivían con total tranquilidad hasta que el dueño del inmueble, un empresario de la localidad, decidió vender el bloque a la empresa Montecopel S.A., de la que el nieto de Francisco Franco es único administrador. Una de las primeras medidas que tomó fue aumentar el precio del alquiler, que era de renta antigua, pasando de unas 10.000 de las antiguas pesetas -60 euros- hasta los 330 euros bajo la promesa de hacer algunas mejoras que nunca llegaron: “pero luego ha dicho que ni cobrando nos arreglan la casa, así que he tenido que irme con mi hija y mis nietos a casa de una prima y dormimos en el suelo”, contaba una de las vecinas,María Teresa Luque, al periódico ‘La opinión de Málaga’ en el año 2010.
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“Me dijeron que no pagase nada hasta que me arreglasen la cocina. Llevo tres años esperando y ahora me encuentro con una orden de desahucio para marzo”, denunciaba al citado medio por aquel entonces otro vecino, Antonio Ismael Gómez.
Testimonios que el paso del tiempo no han cambiado. El programa ‘En el punto de mira’ ha realizado un reportaje sobre el patrimonio de los Franco y unos de sus periodistas, Juan Carlos González, habló sobre él en ‘El programa del verano’, desvelando nuevos testimonios de los antiguos vecinos de Los Negros 4. “Me pasó que llevaba 45 años ahí pagando mi casa. A mi hija la echó a la calle con dos niños y yo echo de menos esa casa. Aquello fue una pena muy grande, ahí estaba mi vida…”, contaba Nieves, una de las antiguas inquilinas. “Se pusieron a hacer obras, a renovar los contratos nuevos y nosotros, gente ignorante sin maldad ninguna, pues firmamos los contratos y nos los hizo para cinco años y a los cinco años, a la calle”, desvelaba otra de las arrendatarias.
“Cuando Francis Franco entra con sus sociedades les hace firmar un nuevo contrato, casi todos los vecinos tenían una gran tasa de analfabetismo y el contrato era de duración determinada. Les subieron el alquiler y Francis se comprometió a arreglar las viviendas porque estaban en estado lamentable. Los vecinos aceptaron porque querían que les arreglaran sus casas y se las pusieran en condiciones. Les contaron eso, ellos firmaron y lo que firmaban era su propio desahucio. Luego la empresa les dijo que ni aumento de alquiler ni arreglo ni nada. Era pura especulación”, explicaba González.
Lejos de conformarse con los apartamentos originales, los vecinos denunciaron que el empresario decidió construir más viviendas en la zona del garaje, el patio y la azotea. Algo a priori ilegal pero que nunca se ha podido demostrar y es que conseguir los papeles por parte del ayuntamiento de Málaga parece tarea imposible.