Kitín Muñoz cumple 67 años: de su pasado guerrillero a las expediciones con las que desafió a la muerte
Kitín Muñoz, que cumple 67 años, es un explorador, Boina Verde y embajador de la UNESCO
Su juventud estuvo marcada por su servicio militar en Operaciones Especiales y un breve romance con Letizia Ortiz
Autor de 'Boinas Verdes Españoles', combina aventura, compromiso social y pasión por la exploración
Hoy, 18 de noviembre, Kitín Muñoz celebra su 67 cumpleaños, una fecha perfecta para repasar la vida de uno de los exploradores más fascinantes y carismáticos de España. Nacido como Antonio José Muñoz y Valcárcel en 1958, en Sidi Ifni, una antigua colonia española en África Occidental, Kitín siempre estuvo destinado a vivir entre horizontes abiertos, mares desconocidos y culturas diversas. Su infancia en el desierto, junto a un padre capitán del ejército que vivió más de dos décadas en la región y una madre que compartía la vida de la familia entre dunas y ciudades coloniales, marcó la curiosidad, el coraje y la disciplina que caracterizarían su vida adulta.
Desde pequeño, Kitín estuvo rodeado de relatos de exploración y aventuras, influenciado por figuras como Félix Rodríguez de la Fuente y Miguel de la Cuadra, que despertaron en él un espíritu aventurero inquebrantable. Sus primeros años transcurrieron entre las dunas del Sáhara Occidental y la vida colonial de Sidi Ifni, donde la convivencia con diferentes culturas y la familiaridad con entornos hostiles formaron su carácter y su resiliencia.
A los veinte años, como muestra de su compromiso con su país y siguiendo los consejos de su padre, Kitín se alistó voluntariamente en la Compañía de Operaciones Especiales número 31 en Alicante. Allí completó un entrenamiento que le otorgó la codiciada boina verde, símbolo de su pertenencia a las élites de las Fuerzas Armadas españolas. De aquella etapa recuerda con orgullo que en el ejército «todos éramos iguales», sin distinción de clases ni antecedentes, y que cada día era una prueba de resistencia física y mental. La disciplina, la camaradería y la capacidad de liderazgo aprendidas en esos años no solo lo prepararon para la vida militar, sino que se convirtieron en herramientas esenciales para sus futuras expediciones y proyectos humanitarios.
Antes de consolidarse como explorador, la vida sentimental de Kitín también tuvo momentos que hoy son parte de la leyenda. Según reveló en su momento Pilar Eyre, en 2001, cuando Letizia Ortiz aún era periodista de CNN+ y acababa de romper con su pareja anterior, conoció a Kitín, en lo que fue un breve romance que duró unos meses. Aunque la relación no prosperó, quedó como un recuerdo de juventud compartida entre dos personas destinadas a caminos extraordinarios.
Su historia de amor definitiva comenzó a principios de 2000 en Madrid, en la Casa de América, durante la presentación de su película documental La Expedición Mata Rangi. Allí conoció a Kalina de Bulgaria, hija del último zar búlgaro, una mujer que combinaba nobleza, valentía y una energía física y mental extraordinaria. Se casaron en 2002 y, desde entonces, su vida se ha desarrollado entre expediciones científicas, defensa de los derechos de los pueblos indígenas y la crianza de su hijo, Simeón Hassan, que nació en 2007 y ya alcanza la mayoría de edad. Kalina ha sido su compañera inseparable en aventuras tan exigentes como la navegación en balsas primitivas por el océano Pacífico o estudios oceanográficos en la Antártida, demostrando una resistencia que Kitín considera propia de una Boina Verde.
La carrera de Kitín como explorador es amplia y diversa. Ha cruzado el Pacífico en balsas primitivas, sumando más de 25.000 kilómetros junto a tripulaciones de comunidades indígenas en expediciones como Mata-Rangi y Uru. Durante años, vivió en la Isla de Pascua, colaborando con los pascuenses en reconstrucción de balsas y estudios culturales, y recibió la visita de los Reyes de España en apoyo a sus expediciones. Su labor ha ido más allá de la exploración: como Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO desde 1997, ha promovido la protección de las culturas indígenas y la preservación del patrimonio inmaterial de la humanidad, convirtiéndose en un referente internacional en la defensa de los derechos de los pueblos originarios.
Kitín también es autor del libro Boinas Verdes Españoles, escrito junto al comandante Terencio Pérez, en el que se recogen treinta historias de heroísmo y sacrificio de miembros de las Fuerzas Especiales españolas. Todos los beneficios se destinan a la Fundación de los Boinas Verdes Españoles, reflejando su compromiso con la memoria y la divulgación de los valores militares. A lo largo de su vida, Kitín ha aplicado los principios aprendidos en su juventud: disciplina, sacrificio, solidaridad y resiliencia, que se reflejan en cada expedición, conferencia o proyecto que emprende.
En los últimos años, Kitín y Kalina han centrado su energía en proyectos de gran envergadura, como la participación del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano en la Década de las Ciencias Oceánicas de la ONU, tomando muestras de agua y realizando estudios científicos en todo el mundo. Estos trabajos combinan su amor por la aventura con un firme compromiso científico y humanitario, subrayando su capacidad de integrar la acción en el terreno con el conocimiento y la concienciación global.