Tamara Falcó contradice a Isabel Preysler y pone en duda la fecha real de nacimiento de Chábeli
Tamara Falcó ha felicitado a su hermana Chábeli Iglesias el 1 de agosto, contradiciendo la fecha oficial de nacimiento
Este detalle da fuerza a la teoría de que Isabel Preysler ya estaba embarazada cuando se casó con Julio Iglesias
Con esta simple publicación, Tamara pone en evidencia una verdad incómoda para su madre
Tamara Falcó nunca ha sido de guardarse lo que piensa. Espontánea, directa y sin filtros, la marquesa de Griñón se ha convertido en uno de los rostros más queridos del panorama mediático español precisamente por esa mezcla de franqueza e ingenuidad que la hace única. Sin embargo, esa naturalidad a veces incomoda… incluso dentro de su propia familia. Y es que, con motivo del 54º cumpleaños de su hermana Chábeli Iglesias, Tamara ha desatado sin querer (o quizás no tanto) una nueva tormenta en el clan Preysler-Iglesias: una simple felicitación que podría haber puesto en evidencia uno de los secretos mejor guardados de su madre, Isabel Preysler.
Tamara ha felicitado públicamente a su hermana a través de Instagram, donde ha compartido un emotivo carrusel de imágenes familiares y un mensaje lleno de cariño. Pero lo que no ha pasado desapercibido ha sido un detalle aparentemente menor: la fecha. En lugar de desearle un feliz cumpleaños el 3 de septiembre, la fecha que siempre se ha dado oficialmente, Tamara ha escrito su felicitación este 1 de agosto, dejando entrever que esa podría ser, en realidad, la fecha real de nacimiento de Chábeli. ¿Un simple error o un desliz que destapa una mentira cuidadosamente construida desde hace más de 50 años?
La historia oficial sitúa el nacimiento de Chábeli Iglesias el 3 de septiembre de 1971, en Cascais, Portugal. Pero muchos rumores y testimonios apuntan a que nació en realidad a principios de agosto. Entre ellos, el del veterano periodista Jaime Peñafiel, quien ha afirmado en varias ocasiones que Isabel Preysler estaba embarazada antes de casarse con Julio Iglesias, y que tanto el matrimonio como el lugar del parto fueron cuidadosamente planeados para evitar el escándalo.
En pleno franquismo, casarse «de penalti» era una vergüenza social y familiar. Por eso, cuando Isabel se quedó embarazada a finales de 1970, la solución fue una boda exprés el 29 de enero de 1971. Un enlace que, lejos de ser una celebración íntima y familiar, se convirtió en un evento mediático que marcó el inicio del fenómeno Preysler. Sin embargo, detrás de la sonrisa de Isabel y la emoción de Julio Iglesias, se escondía una estrategia para proteger su reputación pública y, sobre todo, la incipiente carrera artística del cantante, que entonces apenas comenzaba a despuntar como ídolo de masas.
Según el libro Isabel & Miguel, 50 años de la historia de España, Isabel prefirió dar a luz fuera del país y en secreto, con la ayuda de su suegro, el doctor Iglesias Puga. Alegó un «cólico nefrítico» para justificar su ausencia, mientras nacía su hija lejos de los focos. Todo fue cuidadosamente orquestado para evitar que se supiera la verdad: que ya estaba embarazada al casarse. Una verdad que ha permanecido velada durante décadas… hasta ahora. Con su publicación, Tamara Falcó no solo ha abierto una pequeña grieta en la narrativa oficial de la familia, sino que parece empeñada, probablemente de forma inconsciente, en desmentir a su propia madre. No es la primera vez que lo hace. En 2018, Isabel Preysler ya se lamentaba en una entrevista: «Es inútil cambiar a Tamara, es como es. Exagera, cambia las cosas…». Frases que, en el contexto actual, cobran un nuevo significado.