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David Bustamante se ha colado en los hogares de muchos españoles con una divertida estampa: comprando tomates. El cantante es el protagonista del nuevo spot de una cadena de supermercados que, bajo el lema “Más que cerca, cercanos”, intenta dar una imagen de proximidad de la mano del artista cántabro, al que se le ve comprando tomates maduros para hacer gazpacho. “En casa ya sabes que nos encanta”, se le oye decir a David y el público no puede evitar imaginar a Paula Echevarría tomando tan castizo manjar.
Pero en casa de los Bustamante Echevarría no están para gazpachos. Y si no que se lo digan al David Bustamante que este jueves abandonaba la residencia familiar muy enfadado y que dista mucho del personaje que vende en el citado anuncio al que ha prestado su imagen. Su actitud combativa, unida a los gestos de desprecio que ha lanzado a la prensa, podrían jugarle una mala pasada de cara a próximos contratos publicitarios. Sobre todo si repite esa actitud y, según explican desde Personality Media, “se convierte en el nuevo Ramoncín”.
“Por favor, no va a haber más declaraciones. Está sufriendo una niña, nuestros padres, los estáis matando poco a poco. De verdad, dejadnos vivir tranquilos. No es normal, parece que hemos hecho una barbaridad. Nos veremos y ya vendréis a pedir que a lo mejor no somos tan generosos, tan amables y tan educados como hemos sido siempre. Por cierto, no se puede aparcar ahí, sed un poco como hay que ser», se quejaba el cántabro este jueves.
Tal y como explican a LOOK desde Personality Media, agencia especializada en el estudio de la sinergia entre las marcas y los personajes famosos, el riesgo de que David continúe con estos arrebatos de cólera delante de las cámaras es que las marcas dejen de confiar en él como personaje. Actualmente, un estudio elaborado en torno a su imagen pública desvela que el cantante transmite valores como la naturalidad o la cercanía que pueden verse afectados por sus últimas palabras. “Entendemos que es una reacción puntual y el problema es que se convierta en habitual porque entonces puede perder puntos en valores como la confianza donde él obtiene muy buen registro, según nuestros datos”, explican los expertos.
Esta agencia tiene muy claro que la imagen de David como marca va intrínsecamente unida a la de Paula, con quien hasta ahora formaba un tándem publicitario inigualable. “Con su ruptura, valores como el de la familiaridad que ambos transmiten desaparecen, pero ahora está en su mano saber gestionar esta separación”, dicen. Una separación que, a la vista está, ambos están encarando -de puertas para afuera- con diferente actitud. Mientras que David ha sucumbido a la presión y empieza a no poder soportar el seguimiento de la prensa, Paula, con la sonrisa siempre puesta, capea el temporal con humor. “Es que ella no puede hacer eso (actuar como David). Ella tiene que comportarse pensando en sus contratos de publicidad”, aseguran desde la citada empresa.
“De cara al próximo estudio que hagamos, que se emitirá a finales de mayo, la valoración del matrimonio Bustamante Echevarría bajará considerablemente. Se han erosionado valores como la naturalidad y la familiaridad que han quedado bastante maltrechos”, explican.
A la espera de nuevos acontecimientos que den un giro a su historia de amor, no es ningún secreto que su ruptura se ha llevado por delante 11 años de amor, pero también una boyante carrera en el mundo de la publicidad que arroja más incertidumbre que nunca. Su matrimonio no es lo único que está en juego.