Vinicius, en lo bueno y en lo malo
Vinicius Júnior se consolida como un jugador fundamental para el Real Madrid. En ausencia de Hazard el brasileño es la mejor garantía con la que cuenta Zidane, a pesar de sus imprecisiones
Vinicius Junior volvió a ser ante el Sevilla un jugador diferencial. El atacante del Real Madrid se consolida de nuevo como el hombre más desequilibrante de la plantilla en ausencia de Eden Hazard. Pese a sus imprecisiones, su aporte al equipo resulta fundamental para los intereses del conjunto madridista. Zidane no cuenta con nadie mejor que él en la plantilla para suplir al belga, como está quedando demostrado en los encuentros que se ha perdido la estrella madridista por lesión.
El brasileño sólo se ha perdido un encuentro esta temporada. A diferencia del pasado curso, cuando Zidane le dejó fuera en partidos importantes como frente al Manchester City en octavos de Champions, en la presente campaña únicamente no jugó en el partido correspondiente a la tercera jornada, frente al Betis.
Vinicius se ha ganado la confianza del técnico hasta el punto de haber disputado 15 encuentros del conjunto blanco esta temporada, siendo titular en siete de ellos. De los ocho en los que fue suplente, cinco de ellos coinciden con los partidos en los que jugó de inicio Hazard, lo que deja claro que, en su ausencia, es la primera opción para el entrenador madridista.
El brasileño ha conseguido hacerse con un importante hueco dentro de la plantilla. Su explosividad en el ataque y la cantidad de recursos que aporta le hace fundamental a la hora de poder generar más ocasiones, convertiéndole en un jugador imprescindible dentro de los planes de Zidane siempre que Hazard no está.
Vincius continúa viviendo en una constante montaña rusa y alternando sus suplencias con titularidades. Sin embargo, es complicado que cuando juega no termine marcando la diferencia. Aunque aún le queda mucho por mejorar en lo referente a la precisión, Vinicius aporta al Real Madrid la profundidad y desborde necesario para llegar con mayor peligro al área.
Prueba de ello son los goles que ha generado en lo que va de curso. El conjunto madridista peca en ocasiones de falta de gol, pero las pruebas dejan claro que con Vinicius sobre el césped este está más cerca de llegar.
Ante el Sevilla se vio de forma clara que es capaz de lo mejor y lo peor. El canarinho fue protagonista en la acción del gol que dio la victoria a los blancos. Pese a tener todo para marcar tras un fuerte envío de Mendy al área, no llegó a conectar bien con el balón, sin embargo provocó el fallo de Bono, que terminó metiéndose la pelota en el fondo de la portería.
Además, este curso lleva tres tantos, lo que le convierte en el segundo máximo goleador del equipo tras Benzema e igualado con Valverde. De ellos, dos han sido esenciales para conseguir la victoria, frente al Valladolid y al Levante en Liga. Además, suma una asistencia en Champions, que terminó dándole la victoria a los blancos en una de las ‘finales’ disputadas frente al Inter de Milán.
A sus 20 años, aún tiene margen de mejora para convertirse en un jugador mucho más determinante. El salto de calidad que ha dado en los últimos meses es evidente y no ha hecho más que refrendar la confianza que Zidane le demostró la pasada temporada. El técnico indicó en más de una ocasión que no había que tener prisa con él, pero en momentos decisivos terminó optando por darle la titularidad.
El brasileño se ha ido ganando sus minutos con buenas actuaciones basadas en su capacidad para encarar, desbordar y generar peligro constante sobre la portería, con mayor o menos acierto. Ha demostrado que, en ausencia de Hazard y ante la falta de propuestas de los blancos arriba, es el mejor recurso con el que cuenta el técnico para sacar adelante los partidos.
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