En el Real Madrid asisten en la distancia y con tranquilidad a las maniobras de Mino Raiola para poner a Haaland en el mercado. Pero ni las declaraciones del polémico agente, ni sus reuniones de postureo con el Barcelona inquietan lo más mínimo en las oficinas de Valdebebas. El plan Haaland en la cúpula del Madrid está diseñado desde hace tiempo y ni Raiola ni nadie conseguirán alterarlo ni variar los tiempos.
«A Raiola ya le conocemos de sobra», dicen en la cúpula del Real Madrid, donde también más de uno tiene «el culo pelao», que diría Luis Aragonés. Asumen que el agente de Haaland está haciendo su trabajo, que es conseguir el mayor número de ofertas posibles para que el noruego tenga donde elegir. La decisión de dejar el Borussia Dortmund se ha acelerado tras el fiasco del equipo alemán en la Champions, competición de la que ha quedado apeado en la primera fase tras perder por lesión precisamente a Haaland.
En el Real Madrid entienden que las últimas declaraciones de Raiola, en las que ponía a Haaland abiertamente en el mercado y hablaba, con nombres y apellidos, de sus cuatro posibles destinos –Real Madrid, Barcelona, City y Bayern de Múnich–, son una manera del agente de presionar, de forma indirecta, sobre todo al club blanco, el destino favorito del futbolista.
Sin embargo, en el Real Madrid la operación Haaland está trazada desde hace tiempo y ni Raiola ni nadie va a alterar el plan establecido. Ni siquiera la reunión con Laporta y Mateo Alemany, que es vista desde los despachos del club blanco casi con una sonrisa, toda vez que el Barcelona atraviesa una situación económica crítica.
Haaland piensa en blanco
El Real Madrid tiene, a día de hoy, dos ventajas sobre sus competidores en la operación Haaland. La primera es importante: su extraordinaria relación con el Borussia Dortmund, tanto entre presidentes como entre ambas instituciones. La segunda es capital: el deseo de Haaland de jugar en el Real Madrid… al lado de Mbappé.
Por mucho que Raiola intente convencer a Haaland de que acepte la oferta económicamente más suculenta, el noruego no dará su brazo a torcer con facilidad. La pasada temporada ya rechazó un ofertón del PSG a 48 horas del cierre del mercado, justo cuando el Real Madrid puso sobre la mesa 180 millones por Mbappé. Haaland dijo «no» a la oferta del club parisino porque sabía, y aún lo sabe, que para dar el salto al Bernabéu el mejor trampolín es el Dortmund y que si se iba al PSG se condenaría a cinco años en una jaula de Oro. Igual que le ha ocurrido a Mbappé.
