El Manchester United se ha fijado en un jugador del Real Madrid, el mediapunta Brahim Díaz, como objetivo prioritario en la reconstrucción del equipo que acometerá este verano en la que los red devils tienen previsto destituir al técnico, Eric Ten Hag, y hacer una profunda limpia en su plantilla.
A Brahim Díaz le van a sobrar novias este verano. Su espectacular temporada en el Real Madrid y su condición de no ser uno de los futbolistas intocables de Ancelotti le convierten en un jugador apetecible para muchos clubes europeos, especialmente en la Premier donde sí tienen la capacidad financiera para presentar una oferta suculenta tanto para el jugador hispano-marroquí como para el club blanco.
Brahim explica por qué eligió Marruecos: «Me han dado su amor y su cariño siempre» https://t.co/hqbV4JOddG
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Carlo Ancelotti no contaba con Brahim Díaz en verano y así se lo dijo. Le animó a buscarse equipo lejos del Real Madrid a pesar de que el malagueño venía de completar dos sensacionales temporadas en su cesión al Milan. Brahim se rebeló contra su destino y eligió quedarse. En los cuatro primeros meses de competición su presencia en el equipo fue irrelevante y sus minutos escasísimos: suplente en los primeros quince partidos oficiales del equipo madridista (12 de Liga y 3 de Champions), con apenas un total de 119 minutos, casi todos residuales en partidos resueltos.
Pero una lesión de Vinicius le abrió las puertas del equipo y los ojos de Ancelotti. El rendimiento de Brahim ha sido sencillamente espectacular esta temporada con el Real Madrid. Ocho goles en Liga y otros dos más en Champions, incluido el golazo salvador en Leipzig, abrochan una campaña en la que el malagueño ha rendido por encima de lo que muchos esperaban y se ha convertido en un jugador tremendamente útil para Carletto.
La Premier se rifa a Brahim
Por eso el Manchester United quiere a Brahim Díaz, aunque no es el único club de la Premier que se ha fijado en el mediapunta del Real Madrid, que el año que viene tendrá más competencia con la llegada de Mbappé y Endrick. La llegada del francés y del brasileño y el crecimiento de Arda Güler en el tramo final de la temporada provocarán que Ancelotti tenga que repartir minutos entre siete futbolistas: Vinicius, Rodrygo, Mbappé, Endrick, Joselu, Güler y el propio Brahim.
Los grandes clubes europeos saben que este puede ser el verano perfecto para llevarse a Brahim. El primero en mover ficha hace poco más de un mes fue el Arsenal de Arteta, que conoce perfectamente al madridista de trabajar con él en su etapa en el Manchester City. Los gunners están dispuestos a ofrecer 70 millones por el traspaso de Brahim, una cifra que los red devils podrían igualar.
El Real Madrid se muestra tranquilo con la situación de Brahim Díaz, que tiene contrato hasta 2027 y una prohibitiva cláusula de rescisión de 750 millones de euros. Eso sí, el club blanco también tiene muy claro que no retendrá a ningún futbolista que quiera marcharse del equipo siempre que la oferta que llegue a las oficinas de Valdebebas sea lo suficientemente tentadora e interesante para todas las partes.
De Higuaín a Casemiro, pasando por Morata, Di María, Özil, Cristiano Ronaldo, Varane, Kovacic… todos se fueron del Real Madrid cuando presentaron una oferta que convencía a todas las partes. El club blanco tiene muy claro que Brahim Díaz es un jugador «importantísimo» tanto en el presente como en el futuro del equipo, pero también entienden que «ningún jugador es imprescindible y aquí no vamos a tener a nadie a disgusto».
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En la cúpula del Real Madrid se remiten a la mítica frase de Di Stéfano, «ningún jugador es mejor que todos juntos», y entienden que a Brahim Díaz le seduzca la idea de fichar con un club con la tradición y el dinero del Manchester United, que le ofrece un salario imposible para el club del Bernabéu y también la opción de liderar un proyecto que apostará por los jóvenes como Garnacho, Hojlund y compañía.
Brahim, de momento, no tiene ninguna intención de salir del Real Madrid, aunque esperará a los acontecimientos de la pretemporada para decidir su futuro. Si se ve relegado otra vez al fondo del armario de Ancelotti, podría plantearse su salida. Si se ve con opciones de entrar en la rotación, volverá a quedarse para pelear por un sitio en un Madrid que tiene pinta de ser demoledor en ataque.
