No hubo milagro en el Parque de los Príncipes. Ni siquiera opciones. El Real Madrid sucumbió ante PSG, que se impuso por un tan cómodo como contundente 4-0. El conjunto parisino impuso su superioridad desde la primera parte y sentenció en la segunda. No sufrieron en ningún momento y desmantelaron el entramado defensivo de David Aznar a base de una rápida fluidez de balón, materializando con un doblete de Katoto, otro tanto de Dabritz y un autogol de Rocío.
El Real Madrid deberá conformarse con la segunda plaza del grupo, salvo que se produzca una carambola en las tres jornadas que quedan y se impongan también en Valdebebas. El conjunto blanco llegaba en un buen momento al partido, pero se tenía ante sí su segunda prueba de fuego real en esta Champions. Tras imponerse en el play-off al Manchester City, se medían a domicilio a uno de los mejores equipos del continente, que no ha encajado un gol en los 10 partidos que ha disputado este curso, ganando además todos ellos.
Sabía David Aznar al monstruo que tenía delante y, por ello, decidió resguardarse. El técnico sorprendió con su once, ya no por las tres centrales, si no por la suplencia de pilares de este equipo como Misa u Olga. Salían las madridistas con: Gerard; Kenti, Florentino, Rocío, Ivana, Lucía; Corredera, Maite Oroz, Zornoza, Athenea; y Esther.
Desde los minutos quedó claro que el PSG no quería especular ni dar alas al Real Madrid. El conjunto blanco sabía que aprte de sus opciones pasaban por un resultado corto y a ser posible por mantener cuanto más tiempo posible su portería a cero. Sin embargo, desde el comienzo avisaron las galas.
En el minuto 10, un balón pegaba en el larguero, rebotaba en la espalda de Gerard y botaba sobre la línea, pero Kenti acertaba a despejar antes de que la sobrepasase. Era el primer aviso de un PSG lanzado, que en la siguiente no perdonó. Balón en largo a la espalda de la defensa, mala salida de Gerard y Katoto regateaba fuera del área y marcaba a placer.
Era el primer tanto en el partido de un equipo que dominaba como quería y que apenas dejaba a las blancas pasar del centro del campo. Sufrían mucho las madridistas, pero pasaban los minutos y aguantaban la renta mínima de las locales, que daba esperanzas de poder rascar aún algo positivo. Pero antes del descanso se acabó el sueño.
Karchaoui desde la banda apuraba línea de fondo y metía un balón peligroso que no acertaba nadie a despejar y sorprendía a Zornoza, que asistía a Dabritz para que hiciera el segundo. Se habían salvado las madridistas, pero por insistencia parecía cuestión de tiempo que llegase el segundo, con el que se desmoronaba el plan de Aznar.
En la segunda parte, se vio a las blancas aproximarse con peligro por primera vez a la portería de Votikova, una espectadora más de los miles que se congregaron en el Parque de los Príncipes. Duró poco la ilusión del Madrid por reducir distancias. En el 54′, Katoto ponía el segundo en cuenta particular y sentenciaba el partido. La delantera francesa se elevaba más que nadie en la frontal del área para cabecear un gran centro desde la esquina puesto por Dabritz.
Con aún más de media hora por disputarse, el duelo estaba más que decidido, pero aún fue a peor. El PSG insistía e insistía ante la imposibilidad de las abatidas madridistas por salir al ataque. De nuevo desde el costado llegó el gol. Rocío se anticipó al primer palo para despejar un centro desde la derecha, pero no estuvo acertada y el balón acabó en el fondo de la red.
Ya en el tramo final del encuentro, cuando el técnico comenzó a introducir cambios, pudo hacer el conjunto blanco el gol de la honra. Moller apareció como una flecha por la izquierda para recibir un pase de Zornoza que se marchó fuera por muy poco. Fue, a decir verdad, la única oportunidad de las madridistas en el partido.
El Real Madrid se lleva así el primer correctivo en su andadura en esta Champions League. Las de Aznar no pudieron ante uno de los semifinalistas del pasado año. El PSG se muestra intratable y deja su clasificación y primera plaza vistas para sentencia, condenando a las blancas a pelear por la segunda posición.
