El Real Madrid ya nota el efecto Asllani. Apenas dos partidos ha tardado la estrella del conjunto blanco en hacer sus primeros goles de la temporada, que llevan al equipo a clasificarse por primera vez en su historia para los cuartos de final de la Champions League. En un partido marcado por la constante nevada que caía en Islandia, las madridistas se impusieron al Breidablik, con un doblete de la ariete sueca y otro tanto de Claudia Zornoza, que confirma a las madridistas entre las ocho mejores del continente.
Era el segundo partido de Alberto Toril al frente del banquillo madridista y también el segundo de Kosovare Asllani. Lesionada durante el resto del curso, el pasado fin de semana pudo al fin debutar la nórdica, en la victoria liguera ante el Villarreal. Entonces no marcó, reservando su efectividad para entrar en la historia de la sección femenina del club blanco, una vez más.
Las condiciones climáticas que se daban sobre el césped del Kopavogsvollur no eran las más indicadas para la práctica del fútbol. De hecho, fue muy complicado ver grandes jugadas sobre el manto blanco que cubría el verde del estadio islandés. A la nevada se sumaba una ventisca que apenas dejaba ver lo que sucedía sobre el terreno de juego.
Por ello, pese a la diferencia de nivel entre ambos equipos, que ya quedó patente en la victoria de las blancas en Valdebebas por 5-0, las fuerzas se igualaban en Islandia, donde las madridistas buscaban una victoria que las permitiese afrontar con la tranquilidad de saberse ya clasificadas de cara a la última jornada del grupo. Aún así, supieron ir ganando terreno al conjunto islandés, que apenas puso en complicaciones a Misa.
Aunque la nieve torpedeaba mucho el encuentro, Asllani no se arrugó y mandó adentro la primera que tuvo. La delantera sueca aprovechó un mal balón de Kenti en el punto de penalti para disparar y encarrilar el pase a cuartos de final con un gran gol. Era la primera llegada de las madridistas, que continuaron tras el gol en la búsqueda de otro tanto que sentenciase la clasificación.
Tras varias intentonas fallidas, encontraron el segundo desde los 11 metros. Asllani recibió de espaldas y sufrió una entrada por detrás que fue sancionada, encargándose ella misma de lanzar la pena máxima. Con suma tranquilidad, engañó a la portera islandesa, con un sutil disparo al poste contrario con el que confirmaba la victoria de las madridistas.
Ya en la segunda parte, Claudia Zornoza aprovechaba un barullo en el área para cerrar el marcador. El conjunto blanco sacaba así su billete para la segunda fase de la Champions, la de las eliminatorias, donde seguirán soñando –por qué no– con iniciar un idilio con la máxima competición similar a la que tiene el club en la sección masculina.
