‘No puedo más’: Qué es el burnout o el síndrome del quemado

Burnout / Unsplash
Foto: Unsplash

‘No puedo más’. Del burnout o síndrome del quemado se escucha hablar mucho últimamente en el ámbito laboral. Sin embargo, ¿qué supone realmente?

Como bien indica su nombre el sentirse quemado con algo conlleva desmotivación, irascibilidad… pero especialmente sentirse agotado. De hecho, es este el síntoma clave del cuadro tan presente hoy en día fruto de un estrés severo laboral, que ya fue estudiado en la década de los setenta. Porque fue el psicólogo Herbert Freudenberger quien en 1974 definiese como burnout la progresiva pérdida de energía, desmotivación, falta de todo interés por el trabajo hasta conducir a un agotamiento extremo.

Burnout / Unsplash
Foto: Unsplash

Carecer de horario fijo, contar con un número de horas de trabajo muy alto, tener un salario escaso y/o un contexto social muy exigente fueron algunas de las variables comunes que encontró Freudenberger y aglutinó para hablar de este síndrome. Hoy en día estos patrones se repiten con fuerza en una sociedad que exige mucho pero da muy poco y en un pensamiento colectivo que ve que no consigue los resultados esperados pese al esfuerzo realizado.

Cómo detectarlo

No encontrarse a gusto en el trabajo no conduce de forma directa al burnout. Señalan los expertos que para detectarlo el síntoma más temprano y más común es la negatividad en el trabajo: encontrar el empleo cada vez más frustrante, menos satisfactorio, más agobiante. Esto deriva en una actitud cínica con los compañeros, un distanciamiento emocional y una pérdida de la motivación seguida de dificultad de concentración, apatía y falta de creatividad.

Burnout / Unsplash
Foto: Unsplash

Otra de las señales de alarma es el agotamiento emocional. Sentir que uno no es suficiente, que no merece la pena, lleva a aumentar la sensación de sobrecarga y un estrés que suele ampliarse al resto de las esferas de la vida. Empezar a sentir que no se tiene energía suficiente, ese agotamiento suele conducir a un bloqueo mental del nivel de que escoger qué nueva serie ver en el tiempo libre parezca algo extenuante.

Consejos para reducir la sobrecarga

Si la sensación de hartazgo comienza a afectar al resto de tus esferas, lo más lógico es que analices si realmente merece la pena seguir en ese puesto laboral. Sin embargo, a corto plazo también puedes invertir en pequeñas rutinas que ayuden a alcanzar un equilibrio interior con el que intentar tener el estrés a raya.

Burnout / Unsplash
Foto: Unsplash

Por ejemplo, piensa que mañana será otro día. Cuando llegue el momento de irse a la cama, olvida los problemas, apaga todas las pantallas treinta minutos antes de dormir y sé consciente de que no puedes tener el control de todo. De hecho, practicar mindfulness o meditación antes de irse a dormir suele ser una herramienta de lo más funcional.

Aunque abusar del café o de las bebidas estimulantes pueda parecer, a priori, un buen compañero para rendir más, es algo contraproducente. Solo aumentará el malestar. En su lugar, apuesta por el deporte diario.

En la imagen, una modelo posa tras su clase de deporte. /Foto: Getty
Foto: Getty

Ponte horarios y apuesta por los mini breaks, esto es, pequeños descansos a lo largo del día para chequear cómo estás. Identificar y reconocer las propias emociones es fundamental para comprender cuándo la situación es insostenible. Reflexiona, di no más veces y comprende que no puedes tener el control de todo.

Es fundamental distinguir entre lo que se puede hacer y lo que no; entre lo que es, y lo que debería ser. Esto nos protegerá de la impotencia, la frustración, la culpa y la ira. Aceptar que todos tenemos límites y trabajar la autorregulación, esto es, estrategias que nos permiten controlar la propia conducta ayudará a lograr una adaptación a la situación y a las circunstancias que la enmarcan.

Burnout / Unsplash
Foto: Unsplash