Es el término de equilibrio interior algo que se escucha con frecuencia en los últimos tiempos, pero en realidad, ya en la década de los cuarenta Abraham Maslow sentó las bases para entender el por qué el bienestar no es solo físico, sino también emocional y mental.
El psicólogo estadounidense presentó una jerarquía ascendente de necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales que, satisfechas, permiten entran en un estado de equilibrio interno u homeostasis con el que podrá alcanzarse un nivel superior de felicidad o realización personal.
Es cierto que muchas cosas han cambiado desde 1943 y la vida frenética parece no dejar tiempo para encontrar el descanso, pero no es algo imposible. Con estos siete consejos llegados de la mano del equipo de expertos de ‘SHA Wellness Clinic‘, lograr el deseado equilibrio interior será solo cuestión de práctica. Y rutina, claro.
La importancia de una nutrición saludable
A estas alturas todo el mundo sabe que lo de comer bien no es ningún cliché. Los beneficios para el cuerpo y la mente son una clara realidad. Ahora, «la naturaleza es sabia y pone a nuestra disposición todos los nutrientes que el organismo necesita en cada estación del año. Por eso, las frutas y verduras de temporada son la opción ideal, y la más sostenible, para mantener una buena salud mental», señala María Romeralo, nutricionista de ‘SHA’, que recomienda «aumentar el consumo de proteínas vegetales y cereales integrales y evitar los alimentos procesados y los azúcares refinados, que causan mucha neblina mental y altibajos emocionales».
Dormir, dormir, dormir
No descansar correctamente hace que nos levantemos cansados y sin energía, nos vuelve más irritables e irascibles y provoca un importante deterioro de las capacidades cognitivas.
Vicente Mera, especialista en Medicina del Sueño de ‘SHA’, nos da las claves para dormir a pierna suelta: «Seguir una alimentación saludable libre de excitantes y alcohol, practicar ejercicio físico moderado y constante, pero nunca por la noche, cenar ligero un mínimo de dos horas antes de acostarse y prepararse para dormir, siempre antes de la medianoche, con disciplinas relajantes, como la meditación, el yoga o la respiración consciente».
Entrena tu cuerpo
Seguramente no haga falta decir que practicar cualquier actividad deportiva de forma regular es indispensable para lograr el bienestar físico y, por ende, el equilibrio interior. Porque, además de todos los beneficios físicos, como el control del peso o el fortalecimiento de los huesos y músculos, se liberan endorfinas y hormonas, como la serotonina o la norepinefrina, que mejoran nuestro estado de ánimo, ayudan a controlar el estrés y disminuyen los sentimientos negativos relacionados con la depresión y la ansiedad. Con 30 minutos al día es suficiente.
Y tu cerebro
Bruno Ribeiro, responsable de la Unidad de Desarrollo Cognitivo y Estimulación Cerebral de ‘SHA‘, nos explica que «para desarrollar todo el potencial almacenado en la mente y poder disfrutar de una agilidad mental óptima es esencial dedicarle entre 10 y 15 minutos al día a realizar alguna actividad que no tenga que ver con las responsabilidades laborales y que estimule nuestras capacidades cognitivas. Por ejemplo, hacer sudokus o crucigramas o dedicarle tiempo a la lectura».
Trabaja la ‘salud energética’
«El cuerpo humano funciona con una frecuencia eléctrica que puede verse alterada por el exceso de las radiaciones electromagnéticas generadas por el móvil, el ordenador o la tableta, lo que puede distorsionar la comunicación intercelular y producir desajustes en la salud», explica Amalia Rubio, responsable de la Unidad Energética de SHA. «Para que la energía vital fluya libremente y sin interferencias, apaga el Bluetooth, el wifi o el router cuando no se estén utilizando, habla más con el altavoz y usa auriculares con cable, no lleves el teléfono demasiado cerca de la piel y ponlo en modo avión siempre que sea posible».
Piensa a corto plazo
Aprender a gestionar el estrés, la ansiedad o el miedo es de vital importancia. Esto no significa «no intentar reprimir estas emociones negativas, sino aceptarlas y aprender a manejarlas para que no se conviertan en un obstáculo en el camino», señala Cinthya Molina, psicóloga de ‘SHA’. «Céntrate en el presente, en lo positivo y en aquello que puedas controlar y deja de hacer planes a largo plazo, algo que ha creado mucha frustración. Ser cortoplacista es muy sano mentalmente«.
Date algún capricho
El aspecto físico es un elemento básico para alcanzar el equilibrio interior. Porque verse bien por fuera nos ayuda a sentirnos bien por dentro, elevando los niveles de autoestima y confianza. De ahí que nunca está de más el darse de vez en cuando caprichos de belleza o tratamientos mínimamente invasivos con los que potenciar la belleza natural de cada persona.