Durante las décadas de los 70, 80 y 90, el cine nos dio grandes iconos que nunca van a morir. El cine tuvo un enorme apogeo en los años 70, cuando comenzó la época del destape en Hollywood y grandes personajes del momento se dieron a conocer. Esas figuras hoy son referentes y, aunque ya no estén entre nosotros, las que fueron sus posesiones se convierten en objetos de coleccionista y llegan a adquirir altas pujas en subastas. Raquel Welch es una mujer que marcó una época y que, a día de hoy, sigue siendo un referente póstumo. Conocida por sus joyas y las prendas que llevaba, ahora salen a subasta y son, nada más y nada menos, que 500 piezas.
“La vida como mito erótico está llena de frustraciones”, esta es una de las frases que Raquel Welch solía decir en entrevistas, como cuando habló con la revista Rolling Stone en 1974, después de protagonizar una sugerente campaña para Coca-Cola y de ser nombrada La mujer más deseada de la década de 1970 por la revista Playboy.
Welch, que participó en más de 30 películas y medio centenar de programas de televisión, pasó de ser prácticamente desconocida a uno de los mayores símbolos sexuales del siglo XX en cuestión de meses, además de ser aclamada por The New York Times como “un maravilloso monumento a la mujer”. Y casi con ese mismo leitmotiv, Julien’s Auction ha presentado la venta exclusiva Bombshell: The Raquel Welch Collection, compuesta por joyas, una gran cantidad de prensas, premios y recuerdos de la intérprete que serán subastados el próximo 12 de abril en Los Ángeles.
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Existirán varios paquetes de subasta y vamos a comenzar a conocer el de las joyas, puesto que Welch era una gran aficionada a ellas. Destaca su anillo de bodas de diamantes y oro, de 14 quilates, de su enlace con Richard Palmer, que se estima que alcance entre 10.000 y 20.000 euros. A este anillo se suman un reloj de pulsera Rolex Oyster de acero inoxidable y oro, que esperan venderlo por unos 20.000 euros, además de varias piezas de Tiffany & Co, además de diamantes y otros accesorios con piedras preciosas en ellos.
Entre los más de 500 artículos que componen ese legado de la actriz por el que ahora sus más fervientes seguidores van a poder pujar, está incluido el Globo de Oro a la mejor actriz en una comedia o musical que ganó en 1974 por su papel de Constance en Los tres mosqueteros. Se estima que se pujen por él entre 3.000 y 5.000 euros. Otros de los lotes más exclusivos serán su placa del Paseo de la Fama de Hollywood, estimada entre 300 y 500 euros, en principio, el más caro de todos, su Mercedes Benz SL descapotable de 2018, que se estima que llegue a alcanzar los 100.000 euros.
Sus prendas son igual de icónicas que sus joyas, puesto que fue un referente de una época muy importante para el mundo del cine. Desde prendas de diseño, echas a medida de su cuerpo por diseñadores como Bob Mackie, Norma Kamali y Givenchy, hasta otras que millones de personas han presenciado como una réplica de su icónico biquini de cavernícola de Hace un millón de años, de gamuza y piel sintética, con un precio estimado entre los 700 y los 900 euros.
Algunos de estos artículos se presentarán en una exposición pública en el Museo de Iconos de Estilo de Newbridge, en Irlanda, a partir del 23 de febrero, y la subasta también estará disponible online a través de la página web de Julien’s Auctions. Las pujas llegan prácticamente un año después de su muerte, como un homenaje a una artista que ha dejado huella. Aunque como ella misma insistía en la entrevista de Rolling Stone: “No soy un fenómeno que existe fuera del tiempo, un anacronismo de importancia sociológica. Soy una persona”.
