Por suerte tenemos un país rodeado de mar… Y compartimos Atlántico con Portugal, que también es una buena opción bañarse en sus playas y disfrutar de sus pueblos y ciudades costeras. Pero esta vez, estos próximos festivos, nos quedamos en casa. Hemos hablado de pueblos medievales, con muralla, de los preciosos pueblos de la España Verde… Esta vez hemos hecho una recopilación de pueblos y pequeñas ciudades costeras que tengan algo más, que podemos visitar incluso en temporada baja y que tienen planes y restaurantes apetecibles. Si los próximos días quieres disfrutarlos cerca del mar, atento a estos pueblos y ciudades costeras de España.
Llafranc
El primero de los pueblos costeros es el coqueto pueblo de Llafranc, en plena Costa Brava, puede ser el lugar perfecto para unos días por la zona. Podemos reservar en el nuevo hotel Isabella, disfrutar de un desayuno frente al mar y dar paseos por sus calles. Además, podemos después ir a Calella de Palafrugell, pasear por Pals, Peratallada… Los pueblos interiores de esta zona son una preciosidad.
¿Para comer? La Sirena, Marmara… Y no demasiado lejos tenemos Far Nomo, del grupo Nomo. Un restaurante japonés increíble, en lo más alto del monte, para disfrutar de una cena viendo el atardecer.
Tarifa
Tarifa en temporada baja es un auténtico placer, lo dicen todos aquellos que viven en este pueblo gaditano que en verano se llena de surfistas. Ahora sigue habiendo surfistas pero en sus calles y en sus playas se respira mucha más calma. Ahora es momento de pasear y disfrutar de la gastronomía y de todo esos lugares abarratados en los meses de julio y agosto.
Ha abierto este año El Calao, donde podemos reservar mesa, o podemos tomar algo en Trocadero, que ahora tiene sede en Tarifa. No fallan sus sitios de siempre, en los que disfrutar de la gastronomía gaditana: El Francés, El Lola… Bibo de Dani García también tiene presencia y no fallan sus chiringuitos de la playa.
San Esteban de Pravia
El pequeño pueblo de Esteban de Pravia, en Asturias, en el concejo de Muros de Nalón y en la desembadura del río Pravia, es un buen lugar para una escapada. Uno de esos pueblos costeros no tan conocidos que bien merece unos días. Para disfrutar del mismo y de los alrededores de la zona. La Playa de Los Quebrantos, Playa de Aguilar…
¿Para dormir? Su precioso Gran Hotel Brillante, por el que durmieron hombres ilustres como Rubén Darío, Joaquín Sorolla o Mariano Fortuny. Es uno de los hoteles más coquetos de la zona. Un plan muy apetecible cenar un día en el hotel, comer pescado en los restaurantes de la zona y deleitarse con las casas indianas.
Jávea
Jávea es otro de esos pueblos costeros que también merece una visita fuera de temporada. Si el tiempo lo permite, es muy agradable pasear por su centro, por su larguísimo paseo marítimo… Y nunca es mal plan comer o cenar viendo el mar. Mejor comer, la claridad del día nos permite ver el agua.
Hay que reservar en La Perla de Jávea, para disfrutar de uno de sus exquisitos arroces, un desayuno en Cala Bandida, una cena en Tula -uno de los restaurantes gastronómicos de la zona-… Y si nos cansamos, siempre podemos ir a Altea o Gata de Gorgos.
Mahón
La capital de Menorca, con uno de los puertos naturales más grandes del mundo, también es buen plan fuera de temporada. Hay algunos sitios cerrados, pero hay otros abiertos, y para conocer el way of life de la isla, nada mejor que venir en otoño. Así disfrutamos también de sus agradables temperaturas, sin viento.
Podemos reservar a dormir en algunos de sus preciosos hoteles boutique del centro –Cristine Bedford, Ses Bruixes, Casa Ládico, Hevresac…-, y después, reservar en sus restaurantes: Ses Forquilles, Ses Culleres, El Rais… No falla el aperitivo en el Mercado de Pescados, pasear por el centro y entrar en sus coquetas tiendas, como La Cerería o Kala. Por supuesto, no puede faltar una visita al Museo de Menorca y a la galería Hauser and Wirth.
Deià
El pueblo de Deià, en la preciosa Sierra de Tramuntana, merece la pena. Pasear por sus calles, acercarse a Valldemossa y después a Sóller… Deià es un buen lugar en el que hospedarse, pero después hay que moverse por carretera porque esta zona de Mallorca hay que disfrutarla y explorarla.
Si es posible quedarse en el hotel Belmond La Residencia, es un auténtico lujo, si no, siempre se puede ir a cenar a El Olivo y disfrutar de la terraza si el tiempo lo permite. Si no, disfrutar de sus exquisitos platos rodeado de cuadros de Miró no es mal plan. También hay que visitar su mirador, su pequeño museo antropológico, la Iglesia de San Juan Bautista, la casa de Robert Graves… Para ver el mar hay que bajar a la cala de Deià.
Getaria
La localidad de Getaria tiene uno de los museos de moda más reconocidos de nuestro país, el dedicado a Cristóbal Balenciaga. Pero hay más cosas para disfrutar en esto pueblo pesquero del País Vasco. Como dar un paseo por el camino que lleva hasta Zarauz. Son solo cuatro kilómetros y medio de recorrido peatonal.
La Playa de Malkorbe, su puerto… Y sus bares y restaurantes también son parada obligatoria. ¿Los más recomendados? El Asador Astillero, el Iribar, Elkano o el Politena. Para disfrutar de exquisitos platos de pescado y marisco, cerca del mar.