Moda y flores forman un delicioso matrimonio de conveniencia a lo largo de la madrileña Calle Serrano. Los diseñadores de moda Carlota Barrera, Leandro Cano, Moisés Nieto y Oteyza, junto a los artistas florales de Floreale, Elena Suarez, Carlos de Troya y Margarita se llama mi Amor, exponen, estos días, sus propuestas artísticas, concebidas como poesías visuales urbanas, en el marco del proyecto Madrid Capital de Moda. Una serie de cuatro piezas creativas que están a la vista de todos bajo el nombre de Poesía floral.
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«De la mano de artesanos, floristas y diseñadores de moda, hemos creado poemas visuales a través del lenguaje de las flores. Fantasías florales en prendas de moda que esconden detrás de su composición mensajes positivos para embellecer las calles visual y anímicamente», explica desde la organización del proyecto artístico que se estrena en la capital de España.



Cuatro parejas creativas que en esta ocasión han presentado cuatro propuestas artísticas que transmiten un mensaje poético a partir del lenguaje de las flores y la moda. El resultado de esta sinergia entre creativos puede verse en la calle Serrano, a la altura de la plaza de la Independencia, hasta el 7 de octubre.
Silencio Blanco

En esta propuesta, el diseñador Leandro Cano, que utiliza la moda como medio de expresión a través del diseño, tratando las prendas como auténticas obras de arte se ha unido a Rocío, la florista de Margarita se llama mi amor, esa floristería exclusiva de flores donde puedes salir con un ramo que siempre sorprenderá. Y juntos han creado Silencio Blanco.

«El silencio blanco nos habla del amor, la familia y las creencias personales. El clavel, que simboliza la paz en el lenguaje de las flores, nos traslada, junto al vestido impoluto, al hogar y a los recuerdos de niñez. La violeta, flor de Madrid, nos habla de la importancia de las raíces. Claveles , violeta y decoración verde olivo pero en detalles pequeños. La prenda está hecha a mano, es un body cuero blanco», así explican el concepto sobre su creación.

Madrid es un acto voluntario
Esta vez, el diseñadora Carlota Barrera, creadora de una marca Ready To Wear que explora las identidades de género a través de la sastrería, se une al florista de Flores Carlos de Troya para trabajar la estacionalidad y crear una cultura de flor haciendo uso y abuso del color.

«Esta obra nos habla de la necesidad de ver a través de los tejidos que nos velan la mirada para encontrar aquello que nos emociona, representado por violetas, símbolo de amor puro en el lenguaje de las flores», así es como describen el concepto de su trabajo.

«Lo que mostramos y lo que elegimos descubrir dialoga con el lenguaje floral para crear un entramado de aperturas que conduce la mirada a la pieza central. Solamente vemos aquello que miramos. Y mirar es un acto voluntario, como resultado del cual, lo que vemos queda a nuestro alcance, aunque no necesariamente al alcance de nuestro brazo» es el concepto que propone esta pieza.
El Capricho
Moisés Nieto, una marca de pret a porter made in Spain sostenible y que defiende los valores artesanales, se funde con el florista de Elena Suárez &Co, un estudio de arquitectura y diseño floral para todo tipo de eventos y crean este concepto: El Capricho.

«Etimológicamente ‘violeta’ viene del francés ‘violette’, que a su vez deriva de la palabra latina “viola” (flor de color púrpura) y el sufijo diminutivo francés –ette. Las violetas blancas son, por tanto, una rara avis en el mundo de la botánica, un capricho más de la naturaleza que nos incita a disfrutar de aquello que se sale de la norma, de lo extraño, de lo fuera de lo común. Capricho, abundancia, hedonismo y singularidad se unen en esta intervención para retrotraernos al majísmo del Madrid de finales del siglo XVIII, entrando en consonancia directa con las ideas que inspiraron la prenda de Moisés Nieto», explican.

«La prenda verde es la gran protagonista de esta intervención y sirve de soporte para el crecimiento de enredaderas de violetas blancas y nardos. El color verde intenso de la chaqueta de Moisés Nieto permite que la prenda desdibuje sus límites entre las hojas y las flores», añaden.
El Caminante

Por último, Oteyza es un laboratorio de creación en continua evolución, cuya actividad se basa en el diseño de colecciones masculinas de prét-a-couture y sastrería artesanal contemporánea, reivindicando la alta artesanía española y el lujo se une para este proyecto a Floreale y crean un concepto El Caminante. «Los caminantes siempre han estado muy presentes en la firma. Caminar a la velocidad y al tempo de la creación es la forma que ha elegido Oteyza siempre para mostrar y expresar sus piezas. Hay que pasearse dentro de la creación, transitar, caminar por ella» explican. «El paño merino forma al caminante; la violeta, flor de Madrid, forma su alma castiza, las flores silvestres, como la amapola, simbolizan el amor, formando la luz en el camino» añaden para explicar la creación.

Madrid es Moda es una asociación que centra su mirada en reescribir el significado del vestir y en defender y difundir que hay otra forma de hacer y consumir moda, invitando así a descubrir las nuevas voces de la moda española. Esta es su filosofía y así lo aplican en sus proyectos.

‘Poesía urbana’ es una idea impulsada por Madrid es Moda, junto con el Ayuntamiento, y que une a diseñadores de diferentes disciplinas para potenciar así la moda de autor española y poner en valor a los talentos creativos de la ciudad. «La poesía visual urbana pretende crear imágenes de impacto creativo mas allá de los museos. Es una manera de invitar a creativos a que pongan su trabajo en la calle al alcance de todos», aclara David Pérez. «Esta propuesta ha generado mucho entusiasmo entre los viandantes. Han hecho muchas fotos y muchas visitas», explica Daniel Pérez, organizador del evento, satisfecho. Una actividad que embellece a una calle ya de por sí bella. No es publicidad, es arte.