24 horas de lujo en Barcelona

Mandarin Oriental Barcelona
Mandarin Oriental Barcelona

Moderna, cosmopolita, orgullosa de un legado arquitectónico que es puro lujo, Barcelona siempre tiene una excusa para recorrerla. La nuestra comienza y termina en el exclusivo Mandarin Oriental Barcelona, ubicado en pleno Paseo de Gracia entre las boutiques internacionales y con la Casa Batlló como vecina.

Mandarin Oriental Barcelona
Foto: Mandarin Oriental Barcelona

Puro diseño

La imponente fachada en piedra del Banco Hispano-Americano que una vez el hotel inaugurado en 2009 convive con el toque contemporáneo de una rampa que conduce hasta los dorados interiores de uno de los hoteles icono de la ciudad condal. Check-in hecho, cada rincón de este cinco estrellas es puro diseño. Con la firma de Patricia Urquiola, elegantes sillones, mesitas y lámparas conviven en las espaciosas estancias (y luminosas) del hotel. Con un centenar de ellas, muchas tienen balcón privado con vistas directas al boulevard.

Mandarin Oriental Barcelona
Foto: Mandarin Oriental Barcelona

Parada para comer

Aunque la cama king-size invite a quedarse, es momento de rendirse a Barcelona. Dada la cercanía, la primera parada es Casa Batlló, joya de Gaudí acondicionada por otro grande: Kengo Kuma. Tras salir hipnotizados toca encaminarse por Carrer de la Diputació para disfrutar de ‘CruiX‘, un descubrimiento culinario donde su menú degustación de tapas de autor no defraudará a nadie.

Barcelona / Cruix
Foto: Cruix

Niguiris de fuet, churros de merluza con salsa verde, tartar de berenjena y yema de parmesano o el increíble postre «día triste en la playa» son solo algunos de los nombres del menú. Joven, dinámico y atrevido, a los fogones de este local especializado también en arroces, está Miquel Pardo, que tras formarse con Jabier Gartzia o Jordi Cruz, hace tres años –  a sus treinta – se atrevió con su propio local en pleno corazón de Eixample.

MOCO Museum
Foto: MOCO Museum

Para bajar la comida no habrá mejor excusa que dirigirse a admirar la Basílica de Santa María del Mar, la más perfecta muestra del gótico catalán, para después perderse por el Barrio Gótico y sus laberintos en piedra. Cerca espera el Museo Picasso o el recién abierto MOCO Museum.

Al atardecer

Cae el sol y el cuerpo pide un merecido descanso. De vuelta al agitado Paseo de Gracia, espera un rincón donde manda la calma: el Jardín Mimosa del Mandarin Oriental. Esta jungla escondida en medio del corazón de la ciudad invita a olvidarse de todo. Si entra la sed, a su lado espera Banker’s bar y sus cócteles de autor servidos bajo un techo decorado a base de cajas fuertes originales que aluden al antiguo banco que ocupaba el edificio.

Mandarin Oriental Barcelona
Foto: Mandarin Oriental Barcelona

Cena con estrella

Carme Ruscalleda no necesita presentación. La catalana, con siete estrellas Michelin en su delantal, tiene parte de su corazón en el Mandarin Oriental. Aquí espera su galardonado restaurante ‘Moments’. Cocina creativa, fresca, inspirada en la cultura culinaria catalana, sale de unos fogones a un comedor de tonos ámbar y dorados, diseñados también por Urquiola. Su menú degustación temático ‘Las Maravillas del Mundo‘ invita a un viaje multisensorial con platos como el Coliseo Romano, Machu Picchu, Petra, Taj Mahal o el prestigioso Paseo de Gracia en Barcelona.

Moments / Mandarin Oriental Barcelona
Moments / Foto: Mandarin Oriental Barcelona

Spa y yoga

Amanece y no hay nada como comenzar el día relajado. Por ello, bajar a conocer el spa del hotel se convierte en una parada obligatoria con nombre propio. Porque The Spa conquista a locales y visitantes por igual. Con lujosos tratamientos y el único hair spa del país, los masajes relajantes, las envolturas o los más cuidados rituales harán a uno salir como nuevo. Y si esto no es suficiente, en la azotea del hotel es posible dar una clase de yoga.

Mandarin Oriental Barcelona
Foto: Mandarin Oriental Barcelona

Tras renovar completamente el rostro con el Glacial White Caviar Facial Miriam Quevedo acompañado de un místico masaje basado en la reflexología podal, toca almorzar antes de volver a casa. Sin salir del hotel, la Ruscalleda más informal espera en Blanc, el restaurante ubicado en el atrio del hotel. Comida tradicional, más sencilla y perfecta para llenarse el estómago con elegancia en formato carta o menú (dos platos y postre).

Barcelona / Unsplash
Foto: Unsplash