Si obras de Monet y Van Gogh se han subastado en formato token a través del mercado NFT de Binance, es que algo está ocurriendo en el mundo del arte. La sociedad está cambiando y con ella la cultura que tiene los ojos puestos en el arte de los NFT (Non Fungible Tokens). Nuevas miradas a las convenciones establecidas empiezan a valorar lo no tangible, o no fungible. Te contamos por qué.
La pregunta que muchos se hacen es que si el formato de los NFT es un archivo digital, ¿qué diferencia hay entre descargar un archivo y comprarlo? El archivo es el mismo, pero la clave está en que los NFT funcionan como certificados de propiedad de bienes virtuales. De tal modo que cada vez que se compra una obra digital NFT lo que se está comprando es un certificado de propiedad.
Ana María Trigo, autora del libro ‘Vender obras de arte y antigüedades’ explica que en el mundo del arte «el valor de una obra reside en que sea única», de ahí la importancia de que lo que se compra es un NFT, pues «son bienes únicos e indivisibles».
Arte intangible millonario
Son piezas virtuales, sin la materialidad de una pintura o escultura. Es un archivo digital único, un enlace que genera un contrato digital con la tecnología blockchaim de las criptomonedas y garantiza a su comprador la autenticidad y la propiedad de la obra. Esto permite especular con su valor y comercializar. El pasado año las ventas de NFT se cerraron con más de 3.000 millones de euros.
La gran oportunidad de artistas emergentes
María Emegé es ilustradora y diseñadora tradicional, entre sus trabajos están los dibujos en acuarela de ‘El mundo de Olympia’, los cuentos de la campeona olímpica Almudena Cid. La artista asegura que para ella los NFT «son otro estilo de mecenazgo».
El pasado verano contactaron con ella para participar en una colección de NFT con piezas de diferentes artistas sobre las Olimpiadas.
“En esos meses vendí seis ilustraciones en Makersplace y uno de los compradores fue el coleccionista más grande de la plataforma”, explica María que, a partir de ese momento, entró en otras galerías como MITO, StadioPlus, The Art Market…
“En España todavía estamos arrancando con el mundo NFT”, reflexiona la ilustradora, a quien le han llegado a pagar por una obra 5.5 ETH, es el valor en Ethereum, la criptomoneda de Makersplace (0,5 ETH equivale a unos 656,42 euros aproximadamente).
Objeto de deseo de las casas de subastas
En los últimos meses, los NFT se han convertido en ‘objeto’ de deseo de las casas de subastas batiendo récords de ventas.
La primera obra de arte digital que se subastó fue creada por el artista Beeple se vendió por 62,5 millones de euros. ‘Titulada Todos los días: Los primeros 5.000 días’, es un collage de creaciones digitales del autor desde sus inicios.
También de Beeple, es una escultura de vídeo en 3D de más de dos metros de altura, para acceder a la obra es necesario hacerlo a través de la cadena de bloques Ethereum. Chritie’s vendió la obra por 25,5 millones de euros.